El tiempo vuela y el verano ya se hace notar. Hace un año del vuelco electoral con el que la derecha y la ultraderecha sumaban para gobernar ante la sorpresa de miles de personas que aún se preguntan cómo pudo ocurrir.
Así, un PP ansioso de volver a repartir favores y un Vox dispuesto a diseminar sus soflamas reaccionarias desde las más altas instancias se unieron a máxima velocidad con el pacto de la servilleta firmado por un “exclusivo” y excluyente Club de Hombres, incluido un condenado por maltrato cuya acidez cuando habla transpira desprecio hacia la libertad de las mujeres sin ningún pudor, ¿qué podía salir mal?
Pues analicémoslo.
Si a algo se ha dedicado con tesón el actual Consell ha sido a enfangar y cuestionar la gestión del anterior gobierno, mintiendo hasta el aburrimiento, con datos que no superan ningún control de veracidad, ni comparativa alguna con la herencia recibida en su día por el Botànic. ¡Pero qué más da la realidad cuando el altavoz del gobierno es más alto!
De este modo les ha resultado más fructífero criticar y mentir que construir. Cuestionar que trabajar por mejorar algo.
¿Qué la deuda de la Generalitat es muy elevada? Sí, claro. La que dejó un PP corrupto ya lo era y crecía al 18%. Mientras que la que dejó el Botànic crecía a un 5% y se destinó a cubrir el gasto social que no existía después de más de dos décadas de depredación de lo público de la derecha. De ahí las cifras de inversión social que ahora tenemos, que nos sitúan a la cabeza respecto a otras Comunidades Autónomas, cuando antes estábamos a la cola. Un sistema social que no existía y ahora existe y funciona. Eso también es herencia, pero mejor ocultarla.
Con esa misma deuda, el anterior gobierno pagaba en tiempo récord los servicios y proveedores. El de ahora pone de excusa la deuda para retrasarse en los pagos y tiene a las empresas proveedoras y entidades asfixiadas. ¿Mala gestión? Pésima, pero con culpar al Botànic de todo, arreglado. Lo importante es el mensaje.
¡Si ejecutaste el presupuesto…. Dejaste las arcas vacías. Si no lo ejecutaste… no gestionabas bien, porque no gastabas!
¿Y qué hacen ellos? Pues a parte de criticar y presentar leyes para que no sepamos lo que hacen y volver a la senda de la opacidad y corrupción de manera acelerada, poca cosa.
La ejecución del gobierno valenciano es la más baja de todas las Comunidades Autónomas, pero el presidente Mazón tiene cientos de vídeos de TiKTok e Instagram en su haber en los que se le ve de fiesta, concierto, acudiendo a galas, atacando a la oposición en un tono burlón como si la política fuera todo un show y solo un show, sin contestar a ninguna pregunta. ¿Para qué contestar a nada si puede chillar más alto? Imagino que debe pensar que la democracia también está sobrevalorada.
Pero el mayor pecado que se atribuye al anterior gobierno por parte del actual es haber tenido ideología ¿se lo pueden creer?
Personalmente les aseguro que la tengo, soy de izquierdas porque los valores de la tolerancia, el bien común, la inclusión, la integración social, la igualdad, los derechos humanos, la protección del planeta, guían mi pensamiento y mis acciones.
Así aquéllos que gestionan la cultura y la enseñanza bajo parámetros de negocio, eliminando la enseñanza pública de idiomas, plazas de profesorado, las ayudas a todo aquel que utilice el valenciano como lengua vehicular, o no revierten y recuperan para la gestión pública el hospital del Vinalopó que queda en manos del grupo Ribera, niegan que sea ideología.
Reivindicar el negocio como valor fundamental superior a la regulación que determine la protección del territorio para que el cambio climático no nos devore, niegan que sea ideología.
Decirles a las entidades que llevan años luchando contra la homofobia y la transfobia como Lambda que “quien paga manda” para que no protesten ante un gobierno públicamente homófobo, niegan que sea ideología.
Negar el derecho a la memoria democrática equiparando víctimas de la dictadura con victimarios, justificando el golpe de Estado contra la República, niegan que sea ideología.
Y así, entre criticar al anterior gobierno, meterse con el gobierno central y hacer muchos vídeos para el Tik Tok de repente ha pasado un año y no hay ni un indicador en el que puedan sacar pecho. Pero la vida es puro teatro o, más bien, puro cuento. Gobernar, debe pensar, está sobrevalorado. Que el show no pare.