VALÈNCIA (EP). El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, a propuesta de la ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, el real decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil, que se implantará en el próximo curso 2022-2023.
El texto, al que ha tenido acceso Europa Press, regula por primera vez las enseñanzas mínimas del primer ciclo de Infantil (0-3 años). "Como novedad, por primera vez se aborda la educación de 0 a 3 años con carácter educativo y no solo asistencial o de cuidados", ha señalado la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa posterior al Consejo. De este modo, "se aborda esta etapa como una etapa vital en el desarrollo formativo y académico de los niños", ha señalado.
El texto pone de manifiesto, como sucede actualmente, que toda la Educación Infantil tiene carácter voluntario y se ordena en dos ciclos: el primero, que comprende hasta los 3 años, y el segundo, de 3 a 6 años.
Este segundo ciclo, además, será gratuito, ya que esto se enmarca en el plan que deberá establecer el Gobierno, en colaboración con las Administraciones educativas, y en el marco de la nueva Ley educativa (LOMLOE), cuyo objetivo es "la progresiva implantación del primer ciclo mediante una oferta pública suficiente y a la extensión de su gratuidad", priorizando además el acceso del alumnado en situación de riesgo de pobreza y exclusión social y la situación de baja tasa de escolarización.
Igualmente, este real decreto está inmerso en la "voluntad" del Gobierno, según Rodríguez, de avanzar en la democratización y la igualdad en el acceso a la educación de los niños de 0 a 3 años. Según ha recordado la portavoz, el Gobierno ya está avanzando para que la gratuidad en el ciclo 0-3 años sea una realidad en los dos próximos años, con una inversión de más de 170 millones de euros para la creación de 65.000 plazas públicas nuevas.
El real decreto establece los objetivos, las competencias clave y las competencias específicas que deberán adquirir los niños durante esta etapa. También recoge los criterios de evaluación, los saberes básicos (conocimientos, destrezas y actitudes que constituyen los contenidos propios de un área y cuyo aprendizaje es necesario para la adquisición de las competencias específicas) y las situaciones de aprendizaje (actividades que implican el despliegue por parte del alumnado de actuaciones asociadas a competencias clave y competencias específicas, y que contribuyen a la adquisición y desarrollo de las mismas).
Entre los objetivos, los niños hasta los 6 años deberán "conocer su propio cuerpo y el de los otros", "desarrollar sus capacidades emocionales y afectivas", "ejercitarse en el uso de la empatía y la resolución pacífica de conflictos, evitando cualquier tipo de violencia", "desarrollar habilidades comunicativas en diferentes lenguajes y formas de expresión" o "promover, aplicar y desarrollar las normas sociales que fomentan la igualdad entre hombres y mujeres".
Según establece el texto, la finalidad de la Educación Infantil es "contribuir al desarrollo integral y armónico del alumnado en todas sus dimensiones: física, emocional, sexual, afectiva, social, cognitiva y artística, potenciando la autonomía personal y la creación progresiva de una imagen positiva y equilibrada de sí mismos, así como a la educación en valores cívicos para la convivencia".
Los contenidos de Infantil se organizan en las áreas denominadas 'Crecimiento en armonía'; 'Descubrimiento y exploración del entorno'; y 'Comunicación y representación de la realidad'. En cada área, se proponen unas competencias específicas comunes para los dos ciclos de la etapa.
En cuanto a la evaluación, el texto incide en que será global, continua y formativa, y la observación directa y sistemática constituirá la técnica principal del proceso de evaluación.
En el área de 'Crecimiento en armonía', se indica que en esta edad "se produce el descubrimiento de la sexualidad y se inicia la construcción sexual y de género, sin distinción entre ambas".
"Toda interacción con el personal educador orienta y modela en gran medida al niño y la niña, ya que tiende a imitar y reproducir las estrategias relacionales de las personas adultas que les rodean; por ello es imprescindible identificar y erradicar, en su caso, los posibles mecanismos de discriminación oculta que puedan persistir en el entorno escolar", añade.
Por otro lado, también en Educación Infantil los niños podrán cursar enseñanzas de religión, que se incluirán en el segundo ciclo, y que tendrá carácter voluntario, como establece actualmente la Ley.