La startup valenciana ha desarrollado un sistema avalado por la Universitat de València que une inteligencia artificial y ciencia para adaptar el estudio a las capacidades y tiempo de cada alumno
VALÈNCIA.-La mejora de la situación económica en España ha devuelto a los opositores la esperanza de conseguir una plaza fija en la Administración. Y es que tanto a nivel estatal como autonómico los dirigentes se han puesto las pilas para renovar y ampliar su plantilla funcionarial tras años de apagón. Sin embargo, no hay tantas opciones para prepararse unas oposiciones que no terminen en una academia y a las que no todo el mundo puede hacer frente, tanto a nivel económico como de tiempo.
Precisamente, esto último es lo que le faltaba a Clara Torrijos, fundadora de Gokoan, una plataforma en la que se une la inteligencia artificial y la gamificación para hacer fácil el estudio de estas pruebas. Aunque la tecnología llegó al mundo educativo hace años, lo cierto es que en el sector de las oposiciones todavía no se había dado el salto más allá de temarios y programas generales colgados en la red, con una fórmula generalista que descolgaba a muchos. Ahora, esta startup valenciana se sirve de algoritmos para generar una experiencia personalizada a cada opositor.
La compañía, con un año de vida, dispone en su plataforma de una veintena de oposiciones estatales y autonómicas (Comunidad de Madrid y Valenciana), y en las que recogen temarios que van desde administrativo del Estado a Instituciones Penitenciarias.
Pero ¿por qué Gokoan? «Todo empieza en un momento en el que emprendemos muchas mujeres, la desesperación», explica Torrijos, licenciada en Psicología y Trabajo Social, además de tener másteres en Psicología General Sanitaria y en Psicología Clínica y de la Salud. A pesar de su alta formación, tras la maternidad no encontraba la manera de volver al mercado laboral. «Llegó un punto en el que empecé a buscar academias para opositar y vi que nada de lo que había se ajustaba a mi situación de aquel momento, con niños pequeños. No podía ir a la academia a las seis de la tarde. Entonces pensé que lo que quería era un planificador inteligente y esa fue la idea que despertó todo», recuerda.
Para sacar adelante el proyecto, Torrijos ha contado con el apoyo del laboratorio de innovación No Spoon Lab, de los cofundadores de Akamon José Vicente Pons, Carles Pons y Daniel G. Blázquez. Un impulso que se ha visto reforzado con una ronda de financiación de 128.000 euros en la que participaron varios business angels y la Escuela Superior de Arte y Tecnología (ESAT).
Gokoan —actualmente está en proceso de aceleración en Lanzadera— permite adaptar los tiempos de estudio a la velocidad de cada opositor, lo que elimina la incertidumbre sobre el plazo necesario para estudiar el temario. «Las plataformas actuales no atienden a diferencias individuales, a qué falla cada uno o a su velocidad de estudio», insiste la CEO de Gokoan. Cuando uno entra en la plataforma debe elegir las oposiciones que quiere estudiar y definir cuáles son sus expectativas, desde la fecha en la que quiere terminar el temario al tiempo disponible semanalmente para el estudio. Lo primero que hace Gokoan es organizarte la agenda de estudio al tiempo que tú le digas, ya sea un año o tres y te da feedback, diciéndote si llegas a tiempo o es imposible.
Esta información reduce la gran preocupación de los opositores y es si su ritmo es adecuado. «Habitualmente no lo saben y esta información les da una sensación de control». A partir de ahí empieza el estudio, pensado para combinar lo digital con el papel. El sistema divide las lecciones en fragmentos de cuarenta minutos, tiempo en el que se puede mantener el foco a pleno rendimiento. Luego, se repasa el tema con un cuestionario, que en el caso de no superarse te invita a revisar la lección.
«El algoritmo de Gokoan ha sido creado por ellos basándose en principios básicos de Psicología del Aprendizaje»
El algoritmo aprende de cada usuario, la agenda se reconfigura si el estudiante pasa varios días sin entrar y las preguntas se adaptan a sus carencias. A pesar de que el sistema se basa en un método concreto, Torrijos insiste en que no se trata de una plataforma encorsetada. «Si te quedas atascado y ya te ha pedido repaso varias veces y aun así no aciertas puedes pasar. También hay gente que se elimina temas de la planificación y nosotros lo permitimos. Lo que queremos es que la gente tenga sus comportamientos naturales ante el estudio, y es que de treinta y ocho temas uno puedo decidir no estudiarlo».
Gokoan también ha creado uno de los bancos de preguntas más grandes que existen de oposiciones, con cuestiones realizadas por sus editores. Ahora, su intención es meter las de exámenes de otros años. «Hemos preferido primero hacerlo nosotros porque las pruebas de otros años ya las tiene todo el mundo. Pero también hacemos esquemas y supuestos prácticos», insiste la CEO de Gokoan. De hecho, ya han tenido los primeros aprobados en la oposición a Auxiliares de Administración de la Generalitat.
«El algoritmo de Gokoan es matemática pura y dura; si has visto un tema nuevo hoy tendrás determinados repasos cada X días, cuestión que va relacionada con la curva de olvido. Esto se había empezado a utilizar con cuestiones muy de concepto, como Duolingo para idiomas. Pero no es lo mismo palabras en inglés que un temario largo, de oposiciones. Eso es lo que nos diferencia del resto de la competencia», explica.
El método en el que está basado el algoritmo de Gokoan ha sido creado por ellos mismos, basándose en principios básicos de Psicología del Aprendizaje y para cuya validación han colaborado con la Universitat de València. «Había que programar y desempolvé los apuntes de la carrera para escribir el método de estudio», recuerda Torrijos. «Me puse a mirar mis apuntes de Psicología de la Memoria, los tiempos de repaso, pero necesitábamos bajar la teoría a tierra para hacer el algoritmo y yo con la ciencia soy muy respetuosa», apunta.
Le contó el proyecto a su profesora de Psicología de la Memoria, María José Nacher, a quien le pareció un método muy interesante. «Las teorías de Hermann Ebbinghaus están consolidadas pero se definieron hace muchos años, cuando la gente no era digital», apunta. Ante la incertidumbre de no saber si estaban dando con la fórmula adecuada firmaron un convenio con la UV para probar el sistema con los estudiantes de la asignatura, lo que les permitía validar la parte teórica y tener sus primeros beta testers. De hecho, esto les ha valido para escribir un artículo que publicarán en una revista de peer review.
Desde Gokoan aseguran que también han intentado huir de los tradicionales libros editados para oposiciones. «Primero porque la legislación está viva. La Constitución es lo que más tarda en cambiarse pero hay otras leyes que se modifican continuamente. Entonces pensamos que el temario debía ser descargable por temas, que se pudieran editar y poner notas», explica Torrijos.
Gokoan también ha creado una red social enfocada a los opositores para acabar con su soledad pero con la misión principal de reforzar contenidos. «Una cosa que hacemos de forma natural antes de un examen es decirle a un amigo que nos pregunte algo del temario. Ese aprendizaje colaborativo es muy potente y es lo que hemos intentado hacer con la comunidad de Gokoan. Tiene una parte social en la que das a Me gusta, la gente te sigue, utilizas hasthags, pero también tiene esa parte en la que puedes plantear y responder dudas de tus compañeros. Responder dudas de los demás es un ejercicio cognitivo brutal para retener y consolidar una información de memoria de corto plazo a largo plazo», asegura.
Además, la startup se ha empecinado en hacer del estudio una cuestión agradable gracias a los podcast para opositores, los planificadores descargables o los sorteos que realizan para su comunidad, siempre con una estética cuidada y el color verde menta corporativo por bandera.
La compañía ya acumula ochocientos usuarios activos en la plataforma y en su primer año de vida ha facturado 150.000 euros, además de estar prácticamente en break even. Su modelo de negocio es de suscripción y actualmente tiene un precio de noventa euros el trimestre. «Pensábamos que nos iban a compaginar con las academias pero más del 50% estudia solo con nosotros», apunta y destaca que el 87% de sus usuarios son mujeres.
De momento tienen en mente poner en marcha una app para que sus usuarios puedan realizar test además de generar una segunda vuelta de preguntas donde no haya opciones disponibles con el fin de corroborar la profundidad de la información y no solo el reconocimiento.
La compañía también se plantea la internacionalización, concretamente a países en los que se oposita igual que en España como Grecia, Portugal, Italia y Chipre. También plantean abrir otra vertical en España. «La formación profesional nos llama mucho la atención y se está apostando por la FP dual, donde se combina la formación con las prácticas», recuerda Torrijos. «Un modelo en el que sacarte la parte teórica con Gokoan tiene todo el sentido». Su intención es no depender de las decisiones de Gobierno, que son quienes marcan las oposiciones. «Ahora estamos en años muy buenos, pero venimos de años muy malos. Jugarte toda la carta a ese mercado tiene su contra y ahora tenemos que decidir cuál es la estrategia a seguir», reconoce.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 63 (enero 2020) la revista Plaza