VALÈNCIA. Las acciones de Indra (IDR) vivieron ayer una de las peores sesiones en bolsa de los últimos tiempos tras la recomendación de 'vender' por parte de los analistas de Goldman Sachs. El gigante bancario estadounidense -y uno de los grandes del planeta- le colgó dicho cartel a la tecnológica madrileña porque prevé unas previsiones de negocio muy por debajo de las que contempla la propia IDR e incluso de las que espera el conjunto del mercado.
Goldman Sachs ha recortado sus previsiones de ebit -resultado neto de explotación- para 2020 hasta situarlas un 9% por debajo de lo que estimaba el mercado; mientras que en el caso de sus estimaciones sobre el 'free cash flow' para idéntico ejercicio son un 23% inferiores al consenso del mercado y un 18% inferiores a la media de los objetivos fijados por la propia Indra. Casi nada. Para más inri ha reducido sus previsiones sobre Indra al vaticinar un repunte en los costes de restructuración dentro de su objetivo de multiplicar las eficiencias de gastos, sin duda uno de los puntos clave en su estrategia.
A la hora de valorar el posible impacto de un incremento de los costes de reestructuración, Goldman Sachs recuerda que otras tecnológicas europeas como Capgemini y Atos destinaron cerca de un 1% de sus ingresos en procesos similares de reestructuración. Y la respuesta de los bolsistas españoles no se hizo esperar: Indra se desplomó al cierre un 5,83% -la mayor caída desde la nefasta sesión del 15 de noviembre de 2016 cuando se hundió más del 12%- tras llegar a recortar ayer martes un 8,04% en los peores momentos de la sesión.
Finalmente la cotizada presidida por Fernando Abril-Martorell, que fue la más penalizada entre el centenar de valores que conviven en el Mercado Continuo, cerró en los 10,66 euros, la cota más baja desde los 10,54 euros del 8 de febrero de 2017. Y, como dato a tener muy en cuenta, con un espectacular volumen de negocio de 2,04 millones de 'indras' -como se les conoce en la jerga-, casi cuatro veces por encima de su media diaria anual según los datos de Infobolsa. Y el más alto desde los 2,85 millones que intercambió de manos en la jornada del 1 de diciembre de 2017.
Así se explica que IDR presentará tras la desastrosa jornada bursátil unas pérdidas anuales de un 6,53%, lo que ha mermado su capitalización hasta los 1.883 millones de euros. O lo que es lo mismo: situarse en la antepenúltima posición del ranking por valor dentro del Ibex 35 solo por delante de DIA Supermercados (1.655 millones) y Técnicas Reunidas (1.448 millones).
"Goldman ha reducido las previsiones indicando que podría haber un repunte en los costes de restructuración debido al objetivo de la empresa de multiplicar las eficiencias de gastos·, advertía Sergio Ávila, analista de IG, que tras cerrar por debajo de los 10,76 euros considera que "podría ser buena opción entrar bajista en el valor con el objetivo de los 9,70 euros. Podría aprovecharse cualquier rebote en forma de pullback hacia ese nivel de 10,765, que debería convertirse en resistencia".
Cuanto menos, y según la última actualización de las posiciones bajistas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) fechada a 8 de junio, los 'cortos' en Indra se habían reducido hasta el 3,78% desde el 4,17% de quince días antes. A esa fecha solo dos bajistas figuraban con nombre y apellidos en el capital de la tecnológica: Schroder Investment Managment Limited, con el 0,58%, y el sempiterno Marshall Wace, con el 0,57%.