VALENCIA, (EFE). El expresidente del Gobierno Felipe González ha reclamado hoy mayor diálogo y tolerancia en el seno de la Unión Europea para afrontar sus crisis actuales, especialmente ante la nueva relación que se le abre con EEUU con la llegada de Donald Trump, a quien ve como un "macho alfa imprevisible".
González ha hecho estas afirmaciones durante su discurso tras recoger el Premio de Convivencia de la Fundación Manuel Broseta, que en su vigésimo quinta edición le ha reconocido su papel para la incorporación de España a la CEE en 1985 junto al entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, quien hoy no ha podido acudir al acto por su delicado estado de salud.
En un solemne acto en el Palau de la Generalitat presidido por el jefe del Consell, Ximo Puig -con quien ha departido en privado antes del acto-, González ha alertado ante los retos que tiene ante sí la UE, desde los económicos hasta los políticos, pasando por la crisis de refugiados y las consecuencias de la llegada de Trump en la relación con Estados Unidos.
"Necesitamos más de Europa", ha reclamado para advertir sobre el efecto del Brexit y el ascenso de los nacionalismos excluyentes, pedir un mayor respeto por "el pluralismo de las ideas" y reivindicar "el sentido de la palabra diálogo frente a monólogos sucesivos".
El expresidente socialista ha abogado por ejercer una tolerancia alejada de la arrogancia y la superioridad, y respecto a Estados Unidos se ha preguntado cómo puede haber quien espera de Trump que haga ahora, como presidente, lo contrario de lo que ha dicho en campaña que iba a llevar a cabo.
En este "mundo complicado y en crisis", González ha pedido reorientar el debate sobre los "cambios cualitativos" que necesita Europa, que a su juicio necesita una mejor estructura burocrática y recuperar el espíritu de la presidencia de la Comisión Europea que ejerció Delors.
En este sentido, ha lamentado no ver que haya en la UE "grupos serios de trabajo" para valorar las consecuencias de las crisis actuales que tiene que afrontar, desde la financiera hasta la de refugiados, pasando por el Brexit y la nueva relación con EEUU bajo el mandato de Trump. Por ello ha pedido a los líderes europeos que no actúen "a lo Chamberlain" o como "gallos de pelea" sino con seriedad y defendiendo los intereses de la Unión.
Ha recordado también a las víctimas del terrorismo, como Manuel Broseta -asesinado por ETA en Valencia hace hoy 25 años-, de quien ha glosado su vocación europeísta como jurista y profesor universitario.
Por su parte, Ximo Puig ha valorado de González y de Delors que hayan sido "dos grandes arquitectos políticos de nuestro tiempo", y ha centrado su discurso en lamentar el estado actual de la UE y de una Europa "débil y desorientada" económicamente y "asustada" ante asuntos como la llegada de inmigrantes y refugiados.
A su juicio, en la UE hay una "falta evidente de liderazgo y un déficit ideológico", ante lo cual ha recordado los logros comunitarios de Delors y González en la década de los 80 y los 90, "tiempos intensos" que deben servir para recuperar su espíritu y dar un impulso a los valores europeístas "ante las debilidades actuales".
"Frente a la incertidumbre, esperanza", ha señalado Puig, quien ha aplaudido la labor de la Fundación Broseta para recordar su testimonio: "La fortaleza de los valores democráticos demuestra que su esfuerzo sirvió para mucho", ha concluido.
Al acto han acudido representantes institucionales y políticos, como el delegado del Gobierno, consellers y concejales de Valencia, el expresident de la Generalitat Joan Lerma y el exministro Pedro Solbes.
En otras ediciones han sido premiados la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, la Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, la reina Sofía, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, el expresidente francés Nicolás Sarkozy y las Damas de Blanco, entre otros.