VALÈNCIA. Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha señalado este jueves que los tipos de interés negativos han pasado de ser un factor coyuntural a un "desafío estructural" para el sector bancario, ya que prevé que los tipos se mantengan en negativo otros cinco años, pero ha descartado trasladar los tipos negativos a los clientes particulares y, por tanto, comenzar a cobrar por los depósitos.
Gortázar se ha pronunciado en estos términos en la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados del primer trimestre, un periodo en el que la entidad resultante de la fusión por absorción de Bankia ha disparado el beneficio atribuido hasta 4.786 millones por los impactos extraordinarios asociados a la fusión, al generarse un fondo de comercio negativo (badwill) de 4.300 millones de euros.
Sin esos extraordinarios asociados, el beneficio ha sido de 514 millones de euros frente a los 90 millones registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior debido a las elevadas provisiones constituidas en el primer trimestre del año pasado para anticiparse a impactos negativos futuros por la covid-19.
El consejero delegado de CaixaBank ha sostenido que la situación de tipos de interés negativos ha "desvirtuado" el negocio bancario tradicional y ha asegurado que la entidad ha tratado de anticiparse a este factor con la integración con Bankia. "Llevamos así cinco años y desgraciadamente vamos a seguir mucho más tiempo", ha vaticinado. "Lo que parecía coyuntural se va prolongan, pero como responsables tenemos que gestionar pensando que esa es la realidad porque lo contrario es engañarnos y reaccionar tarde sería negativo", ha insistido.
Sin embargo, ha subrayado que CaixaBank no va a traspasar los tipos negativos a los particulares para cobrarles por los depósitos. "No queremos pasar los tipos negativos a nuestros clientes, no lo vamos a hacer", ha indicado Gortázar.
Junto al escenario prolongado de tipos de interés en negativo, el directivo ha señalado que el cambio en el comportamiento de los clientes por la digitalización de la sociedad es el otro gran desafío al que se enfrenta tanto el sector financiero como un gran número de industrias. "Actualmente tenemos más de 10 millones de clientes digitales, el 70,5% cuando hace cinco años era del 47%", ha explicado Gortázar, quien ha destacado que los nuevos competidores de la banca tradicional en este ámbito "ponen gran presión sobre la calidad del servicio y los márgenes".
El directivo ha valorado que ha sido un trimestre de muy buena actividad comercial, que se ha recuperado hasta niveles precovid, con una mejora del resultado recurrente por el aumento de los ingresos y la reducción de los costes y dotaciones.
Los ingresos core de CaixaBank –sin integrar en el periodo la actividad de Bankia– se mantienen "estables" en los 2.066 millones de euros a cierre del primer trimestre, con un incremento del 1% en tasa interanual.
Por su parte, el margen de intereses se reduce un 0,7%, hasta 1.191 millones de euros en un entorno de tipos negativos, pero la caída se ve compensada por los ingresos por contratos de seguros (+9,3%), los resultados asociados a participadas aseguradoras (+39,2%) y el crecimiento de las comisiones (+0,2%).
El margen bruto se sitúa en 2.063 millones de euros, un 4% más, gracias a la mejora de los resultados de operaciones financieras, que alcanzan 42 millones de euros, y cuya evolución viene marcada, esencialmente, por el impacto negativo en 2020 de la valoración del riesgo de crédito de los derivados financieros.
Por otro lado, el consejero delegado de CaixaBank ha avanzado que el proceso de negociación formal del ERE que contempla la salida de 7.791 empleados se abrirá en los próximos días, por lo que ha rehusado ofrecer una estimación del coste de este proceso para la entidad porque depende del acuerdo que se alcance.
Sí ha dicho, no obstante, que la entidad tiene por su posición de capital capacidad para encajar los costes del ERE y mantener a los niveles de solvencia del banco. Respecto a la estimación que se había realizado
Gortázar ha asegurado que el banco va a "dejarse la piel" en llegar a un acuerdo con los sindicatos por el ajuste de plantilla y ha comentado que no imagina que pueda no llegar a ser así. "No contemplo más escenario que llegar a un acuerdo, prefiero no especular en otros entornos", ha dicho Gortázar.
"Si llegamos a un acuerdo con los sindicatos tendremos el respeto de la sociedad, incluidas las personas que están en el Congreso, y cuando tengamos un acuerdo estoy convencido de que tendremos apoyo", ha manifestado al respecto.
"Creemos que lo adecuado es que las salidas se produzcan como parte de un único proceso, aunque luego sean escalonadas. Hemos visto con mucho detalle los solapamientos que genera esta operación y, una vez hemos visto que podemos recolocar a 500 personas, nos hemos puesto a atajar el problema. Un proceso como este desgasta porque es duro, mientras dura hay noticias negativas y lo estamos gestionando explicando lo que estamos haciendo. Esperamos que la sociedad lo entienda a medio plazo", ha detallado el directivo.
La entidad anunció el miércoles un plan de recolocación externa en el que contará con McKinsey y Lee Hecht Harrison dentro del ERE que contempla la salida de 7.791 empleados.
McKinsey realizará un estudio de la situación actual del mercado laboral a escala provincial, Lee Hecht Harrison (Grupo Adecco) desarrollará el programa de recolocación externa y General Assembly (también del Grupo Adecco) se encargará de la formación digital.
Además, este jueves decenas de trabajadores de CaixaBank se han concentrado desde primera hora ante la sede central del banco en València en protesta por el ERE.