VALÈNCIA. Greenpeace ha invitado a la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, al concejal de Movilidad de València y coportavoz de Compromís por parte de Verds-Equo, Giuseppe Grezzi, y al nuevo secretario autonómico de Medio Ambiente, Fran Quesada, a visitar una falla elaborada con envases de bebida abandonados. Todo un homenaje al Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) que, precisamente, ha sido objeto de polémica en este departamento a lo largo de la legislatura.
Este asunto en concreto, sobre todo respecto a los ritmos para su impulso, fue uno los motivos de discrepancia entre la consellera y el ya ex secretario de Medio Ambiente, Julià Álvaro, quien fue destituido el mes pasado para después abandonar su puesto de coportavoz en Compromís y también en Verds-Equo. Finalmente, el departamento que lidera Cebrián asumió que, aún compartiendo el espíritu, no se avanzaría en la aplicación del SDDR en esta legislatura y, Álvaro, afirmó en una entrevista reciente que el Consell "no había soportado la presión de los poderes económicos".
Precisamente, la preocupación por el abandono de este tipo de residuos ha llevado a la Falla Mossén Sorell-Corona a plantar, con la colaboración de la comisión infantil, el próximo 10 de marzo un monumento con latas, bricks, botellas de plástico y vidrio que realizará el diseñador valenciano Ibán Ramón. Además, junto a la falla, en cuyas filas se integra algún 'verde' destacado como el exasesor de la conselleria Rubén Tello, se ubicará la exposición bajo el título 'La Més Neta del Mediterrani'.
De esta manera, según un comunicado emitido por el presidente de esta comisión, Miguel A. Pérez, el objetivo es "concienciar" a los ciudadanos sobre "uno de los mayores problemas ecológicos y sanitarios que padece la sociedad". "En la Comunitat Valenciana se consumen siete millones diarios de este tipo de envases de los que solo se reciclan dos y el resto ensucian nuestras playas, montañas, ríos, campos, arcenes, calles... y demarcaciones falleras", explica, para subrayar que durante estos días habrá un "récord de visitantes y, con ello, un récord de envases de bebida consumidos que formarán parte visible del escenario de una fiesta considerada Patrimonio Universal de la Humanidad".
Así, esta iniciativa llevada a cabo junto a Greenpeace, no concluirá con la quema de la falla dada la naturaleza del material, sino que será adquirida por esta organización por un valor de 0,10 céntimos el envase, con el objetivo de "promover en la sociedad la reconversión de los envases en un producto de valor y no en meros residuos".