VALÈNCIA (EP). El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia ha elaborado y distribuido, desde el inicio de la emergencia provocada por la Dana del 29 de octubre, más de 600.000 barras de pan y 20.000 kilos de bollería a las zonas afectadas que han visto desaparecer todos sus hornos de barrio debajo del agua.
Este esfuerzo, que supera ya los 600.000 euros de coste, está siendo asumido íntegramente por pequeños hornos artesanos, que, junto con la colaboración de compañeros del sector de otras comunidades autónomas, se unieron, "desde el primer día de esta catástrofe a esta campaña de solidaridad", según ha informado el Gremio de Panaderos y Pasteleros en un comunicado.
Tras semanas en las que se ha elaborado pan de forma "totalmente altruista", desde el Gremio alertan de que esta situación "comienza a ser insostenible sin el respaldo de las administraciones públicas". Los panaderos, en su mayoría pequeños empresarios o autónomos, "no pueden continuar asumiendo durante más tiempo los elevados costes que supone esta labor humanitaria".
Según Juanjo Rausell, presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, "la elaboración de estas barras de pan no solo implica el uso de materias primas esenciales como harina, levadura y agua, sino también costes operativos elevados, como energía eléctrica, mano de obra, mantenimiento de maquinaria y transporte".
"Todo ello está siendo cubierto con recursos propios de cada horno colaborador, tanto de Valencia, como de otras comunidades, de organizaciones y voluntarios, quienes a pesar de las adversidades económicas han mantenido este gesto de solidaridad con los damnificados", ha indicado.
El Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia se muestra "comprometido" a seguir apoyando a la sociedad "en los momentos más difíciles", pero ha instado a que esta colaboración "se convierta en un esfuerzo compartido entre el sector privado y las instituciones públicas".
"Son ya muchos días trabajando intensamente y el sector panadero, aunque llevamos en la sangre el compromiso de servicio público, no podemos olvidar que somos trabajadores por cuenta propia, con responsabilidades económicas que atender y los gastos comienzan a ser ya inasumibles", ha afirmado Juanjo Rausell.
Juanjo Rausell y la secretaria general del Gremio, Laura de Juan, se reunieron el viernes con la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, para plantear la "necesidad urgente" de apoyo por parte de la administración pública.
Durante el encuentro, el Gremio solicitó la habilitación de ayudas económicas y logísticas que contribuyan a "aliviar la presión económica que enfrentan los hornos que, de forma solidaria, están proporcionando asistencia a las personas afectadas por la reciente dana".
"La alcaldesa mostró una clara disposición a colaborar desde el Ayuntamiento de València, un gesto que valoramos positivamente", ha apuntado el presidente del Gremio. Sin embargo, Juanjo Rausell ha señalado la importancia de establecer "un diálogo continuo con las diferentes administraciones para concretar soluciones conjuntas que salvaguarden la viabilidad de las panaderías y su capacidad de seguir ayudando". "Sin el respaldo necesario, será difícil mantener esta labor esencial por más tiempo", ha añadido.
Más de 80 hornos de la provincia han sido afectados de alguna forma por las inundaciones y, muchos de ellos, han visto como todo su material e infraestructura desaparecía debajo del agua. Por ello, el Gremio de Panadero y Pasteleros de Valencia está trabajando desde el primer momento para proporcionar a sus hornos agremiados la ayuda legal en materia de legislación laboral, subvenciones y todas las líneas que se puedan abrir a posteriori para retomar sus negocios.
Asimismo, el Gremio ha puesto en marcha una campaña de donaciones para ayudar a los hornos y pastelerías de la provincia afectados por la dana con el objetivo de que estos puedan recuperarse y retomar su actividad lo antes posible.
Para ello, se ha habilitado la cuenta bancaria BBVA-ES18 0182 7710 48 0202582082 dirigida exclusivamente a canalizar las donaciones de personas y entidades solidarias y cuyo fondo estará destinado a apoyar tanto a los establecimientos panaderos y pasteleros agremiados, como al resto de establecimientos afectados de la provincia, ayudándoles a reponer maquinaria y equipos esenciales para la elaboración de productos de panadería y pastelería, así como a reparar los locales dañados y volver a abrir sus puertas al público.