Giuseppe Grezzi. Foto: MARGA FERRERVALÈNCIA. Han pasado más de tres años desde que el edil de Movilidad Sostenible de València, Giuseppe Grezzi, hiciera pública su intención de acabar con las autorizaciones del Bus Turístic y convocar un concurso público para la prestación del servicio. Acabado ya el mandato, no sólo no se ha consumado dicha pretensión, sino que las autorizaciones caducan el próximo 11 de junio y el edil ahora en funciones las ha prorrogado para un período de un año.
El concejal denunció en 2016 que dos empresas, Viajes Transvia Tours y Viajes Privilege, se encargan de prestar este servicio en virtud de sendas autorizaciones administrativas, tras solicitar los permisos. Autorizaciones otorgadas "a dedo" por el anterior gobierno municipal del Partido Popular, según Grezzi. La primera compañía lo hace desde 1999 y a partir de 2012 entró a operar también la segunda.
Ambas autorizaciones se han renovado sucesivamente sin sacarlas a concurso público y tenían vigencia hasta 2019. De hecho, el equipo de la exalcaldesa Rita Barberà renovó una de ellas cuatro días antes de terminar su mandato, igual que ha hecho ahora Grezzi.
El consistorio no recibe ninguna contraprestación por esta autorización, a diferencia de otras ciudades. En Madrid, por ejemplo, la UTE responsable abona un canon de 3 millones de euros al Ayuntamiento. Otro caso similar es el de Toledo, donde el consistorio ingresa un mínimo de 166.000 euros en el mismo sentido. Datos, todos ellos, del concejal de Movilidad. Bien es cierto, no obstante, que desde el pasado mandato, el gobierno municipal ha empezado a cobrar a las concesionarias una tasa por ocupación del dominio público, aunque no constituye un canon como tal.
En València, Grezzi calculó que este canon podría ascender a 500.000 euros. Y con las autorizaciones aún atadas por el gobierno anterior, el concejal se propuso estudiar que este servicio se adjudicara mediante una licitación pública para que otras firmas pudieran acceder a la explotación. Sin embargo, finalizado el pasado mandato, nunca se supo de la esperada licitación.
Así pues, y tras la prórroga para un año recién suscrita por Grezzi, el servicio continuará prestándose como hasta el momento, sin que las empresas tengan que pagar un canon al Ayuntamiento. El concejal defiende la necesidad de esta prórroga arguyendo que hasta que se licite el servicio, hay que garantizar el Bus Turístic a todos los visitantes de la ciudad.
Grezzi ha anunciado en diversas ocasiones la inminencia de la convocatoria del concurso, pero los pliegos continúan en el cajón. La razón que ha aducido el concejal siempre que se le ha preguntado al respecto es la falta de personal. "Hemos tenido cierto atasco en la concejalía porque tenemos muy poco personal; todo el Ayuntamiento ha ido perdiendo funcionarios". Hablaba el Grezzi de 2016. En mayo de 2017, en una entrevista a la Cadena Ser, insistía en que se estaban ultimando los estudios económicos, pero tres meses antes, tal y como recogía este diario, el edil había asegurado que los pliegos ya estaban listos.
Tampoco 2018 fue el año para sacar la licitación. En otra entrevista a Valencia Plaza, Grezzi admitió haberse retrasado más de lo que hubiera deseado y volvía a aludir a la falta de personal. Curiosamente, repetía que la concejalía estaba "completando los pliegos" y que en otoño esperaba sacar el concurso público. Y otra vez, nada nuevo bajo el sol. De hecho, a principios de año, y preguntado sobre esta cuestión en rueda de prensa, se reafirmó: no se ha hecho todavía y se esperaba hacer antes de elecciones. Tampoco ocurrió.
En el comunicado emitido este miércoles por el consistorio, tres años después del primer anuncio, el regidor explicó que "ha habido voluntad" pero "no ha habido la misma agilidad administrativa" para concluir "el siguiente proyecto para el bus turístico".
