VALÈNCIA. Lo dijo el propio Giuseppe Grezzi hace ahora un año: La ciudad de València pierde cada año que pasa medio millón de euros con el Bus Turístic. Lo dijo para denunciar que la Concejalía de Circulación y Transporte del último gobierno de Rita Barberá prorrogó, a cuatro días de las elecciones municipales de 2015, la autorización de la empresa Viajes Transvia Tours para continuar explotando hasta 2019 el bus turístico en la ciudad, un servicio por el que el Ayuntamiento no recibe ningún tipo de compensación económica.
Fue entonces cuando anunció que se encargaría un informe jurídico para explorar las posibilidades de revocar esa autorización sin tener que compensar a las empresas, que podrían reclamar al Consistorio por el lucro cesante de los años de vigencia del permiso. La intención, según detalló Grezzi entonces, era adjudicar este servicio mediante un proceso abierto y competitivo. Y para que ese proceso fuera eficaz, encargarían también un informe a la Universitat Politècnica de València.
Un año después no hay concurso público, ni informe de la Politécnica como confirman desde la institución académica. El propio Grezzi admitía este miércoles que aunque sí tienen el pliego de condiciones redactado, no podía darle salida. El problema, explicaba, era la falta de personal, un mal endémico en el Ayuntamiento de València, que ha activado todas las bolsas de trabajo de las que podía disponer.
Entre los motivos que han retrasado este concurso y poder determinar unas fechas se halla la imposibilidad de dar respuesta a todos los problemas y trabajo pendiente. Por ejemplo, su concejalía ha tenido que estudiar más de un centenar de propuestas en los presupuestos participativos. "Y con la mitad del personal", apuntaba. Cuestiones que habían hecho que no pudieran articular el concurso en condiciones en los tiempos previsto.
Asimismo explicaba que habían encargado el informe sobre la licitación a una empresa especializada porque, decía, tenía bien claro que si iban a realizar el concurso debería ser con un presupuesto de licitación “realista”, que sea ajustado a mercado y en el que pudieran competir las empresas. Sin ánimo de dar fechas ya, Grezzi insistía a Valencia Plaza que tienen pensado licitar el concurso cuanto antes se pueda, pero de tal manera que sea funcional y que responda a las necesidades de la ciudad.
Donde sí han podido apretar el acelerador en su concejalía, valga la metáfora, es en la cuestión de las nuevas plazas de aparcamiento para motos en la calle Xàtiva y en la Estación del Norte. La Concejalía activará este viernes las zonas que servirán para despejar de la circulación ilegal y del estacionamiento las aceras del entorno del edificio modernista y el inicio de Guillem de Castro. Un proceso en el que se han coordinado con la Policía Local. En este caso, la operación conlleva la creación de 32 nuevas plaza de estacionamiento de motos en la calle Bailén (donde podrán aparcar los coches por la noche) y 20 en las calles Pelayo y Convento Jerusalen (en estos casos de uso exclusivo para motocicletas).
Al igual que sucedió con la céntrica calle Colón, las nuevas plazas han ido acompañadas de señalización de la imposibilidad de aparcar en las aceras. Si en el caso de la calle Colón, se persigue favorecer el tránsito de los peatones e incentivar de esta manera el comercio, en el caso de la Estación del Norte han influido también cuestiones simbólicas, y es que estas calles, recuerdan desde el consistorio "son la puerta de entrada a la ciudad para todas las personas que acceden a ella por ferrocarril".
Para adoptar estas medidas, que tienen como fin dejar las aceras libres para los peatones, se ha tenido en cuenta la enorme afluencia de la zona. Por ejemplo, el último aforo de los cruces de Xàtiva, realizado el lunes 14 de noviembre de 2016, hablaba de que por allí pasaban más de 45.000 peatones, a los que habría que añadir las miles de personas que utilizan la acera para ir de la estación de tren al metro. Igualmente sucede con la calle Colón. El último aforo realizado el viernes 29 de julio de 2016, en pleno verano, señala que por los cruces de Isabel La Catolica y Pérez Bayer paralelos a Colón pasaron ese día más de 36.000 peatones. Algo así como si Aldaia entera paseará por el barrio.