BENIDORM. Los propietarios de la parcela del antiguo edificio Las Terrazas de Benidorm han dado un paso de gigante para conseguir desbloquear sus viviendas, deshabitadas desde hace 20 años cuando se declaró en ruinas. Según fuentes de la propiedad, los dueños han dado su voto a favor por mayoría al nuevo proyecto presentado por Urbana de Exteriores, la empresa interesada en la construcción de un nuevo rascacielos en este terreno privilegiado por su ubicación frente a la playa de Levante de Benidorm.
La mercantil alicantina todavía tendrá que obtener el visto bueno a su anteproyecto presentado ya al Ayuntamiento. Un edificio que se está evaluando por los técnicos municipales, por lo que sus características podrán variar en un futuro. Lo que es cierto es deja atrás su anterior apariencia, que venía de un Benidorm "horizontal" con construcciones de unas tres alturas y emplazado en diferentes bloques, para convertirse en un solo inmueble que tendrá un mínimo de 32 plantas que darán lugar a 87 viviendas.
La complejidad de la parcela venía principalmente por los más de 60 propietarios que tiene la misma, y que necesitaba un acuerdo con mayoría simple. Esto llevaba aparejado que una promotora viera negocio en ella, ya que los dueños de las anteriores casas y locales tienen orden de preferencia y les corresponden sus viviendas y el garaje con la misma superficie. Así, los pisos y locales de más previstos serán para que la empresa obtenga beneficios con su venta.
Como se decía, el edificio tiene la mejor situación en Benidorm, ya que es la última parcela libre que da al Paseo de la Playa de Levante, el más concurrido por el turismo en la ciudad. Aunque por las características de la misma, deja para zonas comunes la parte más estrecha que da a primera línea, mientras que el edificio se retrasará a una segunda línea para ubicarse en el espacio más ancho y los garajes pasarán a ser subterráneos.
Precisamente, en los últimos años Benidorm ha aprovechado el vacío de la parcela para desahogar el aparcamiento en la zona dejándolo como parking gratuito. Un acuerdo entre representantes de los propietarios y el Ayuntamiento en 2019 y que sigue vigente hasta ahora.
El anterior edificio, construido en 1964, se fue derribando por fases después de que en el 2000 se le diagnosticara aluminosis y cuatro años después el Tribunal Supremo decretara su riuna. El último reducto se demolió en 2014, después de haberse convertido en un arma arrojadiza entre el gobierno, en aquel momento en bipartito entre el PSOE y Liberales, por la falta de limpieza, problemas de salubridad y mala imagen que daba la última estructura y la parcela abandonada frente a la playa más turística de Benidorm.
