VALÈNCIA (EFE). La guerra en Gaza ha acelerado las investigaciones que las fuerzas de seguridad tenían abiertas contra la radicalización yihadista. De hecho, en solo un mes los agentes de Información de la Policía Nacional han detenido a 31 personas, tres de ellas en Valencia.
Fuentes de la lucha antiterrorista y jurídicas coinciden en dejar claro a EFE que el acecho a la amenaza yihadista no se ha relajado en ningún momento, pero admiten que las alarmas están si cabe más encendidas por la ofensiva en Israel y Palestina tras el ataque terrorista de Hamás el pasado 7 de octubre.
De hecho, en pleno conflicto en Oriente Medio y con dos ataques terroristas en Francia y Bélgica protagonizados por lobos solitarios, el Ministerio del Interior decidió el pasado 17 de octubre reforzar con medidas complementarias el nivel 4 de alerta, el penúltimo escalón previsto y en el que España se sitúa desde hace ocho años.
Las fuentes consultadas reconocen a EFE que en el último mes se han "reventado" varias investigaciones que estaban abiertas contra el proselistismo en redes sociales, la radicalización yihadista o la captación después de que algunos de estos objetivos incrementaran su actividad o, incluso, su deseo de pasar a la acción.
Precisamente, hace una semana el director del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), Manuel Navarrete, en la inauguración del X Foro ElCano dedicado a las tendencias en el terrorismo, ponía el foco en la actualidad para advertir del aumento de la propaganda de Daésh y Al Qaeda.
En opinión de Navarrete, la amenaza yihadista se proyecta en estos momentos sobre Europa impulsada por el conflicto en Oriente Medio y la quema del Corán en algunos países como Suecia o Dinamarca, dos "eventos de impacto global" que están siendo capitalizados por Daésh y Al Qaeda para inspirar sus proclamas y aumentar la movilización entre sus bases de cara a cometer acciones terroristas que pueden ser colectivas o individuales.
Según el recuento de la Agencia EFE, en el último mes la Comisaría General de Información de la Policía ha desarrollado siete operaciones policiales antiterroristas, entre ellas la que se saldó el pasado 27 de octubre con la detención en la localidad malagueña de Benahavís de un colaborador del yihadista que recientemente asesinó a dos personas en Bruselas.
Siete días antes de este arresto, la Policía detenía a otros cuatro individuos: dos en Cubelles (Barcelona), uno en Huétor Tajar (Granada) y otro en Madrid por proselitismo en redes. Los tres primeros están en prisión.
Los investigadores destacaron que las pesquisas sobre estos arrestados se iniciaron hace un año al detectar varios grupos cerrados en redes sociales en los que se adoctrinaba a jóvenes.
A estas labores de captación también había vuelto Mustafá Maya Amaya, uno de los arrestos más relevantes de este mes y que en 2014 fue considerado como "el mayor reclutador yihadista de Europa".
En libertad desde hace año y medio tras cumplir una condena de ocho años, los agentes detuvieron a este converso de origen belga apodado como 'el yihadista gitano' el 23 de octubre al constatar que había vuelto a las andadas, esta vez junto a otro expreso, arrestado en Madrid ese día.
Ambos habían retomado contacto con personas afines a la yihad para realizar "acciones violentas de manera conjunta o individual" y habían publicado material yihadista explícito.
Más pasos había dado en los últimos meses y semanas otro de los arrestados, esta vez en Terrasa (Barcelona). Aunque desde hace un año tenían puesta la mirada sobre él los servicios de Información, fue detenido el día 1 al corroborar que había incrementado las búsquedas de armas blancas y chalecos antibalas y alentaba la violencia.
La mayoría de operaciones antiyihadistas de estos últimos años derivan de investigaciones largas que culminan con pocos arrestos, una característica que no es fácil de romper pero que en este mes lo ha hecho en dos ocasiones.
Hasta 14 personas de origen paquistaní vinculados a un partido político radical y presuntamente relacionados con el terrorismo yihadista fueron detenidas el día 7 de forma simultánea en seis provincias: 7 en Barcelona, uno en Lleida, uno en Málaga, dos en Gipuzkoa, otros dos en Valencia y otra más en Logroño. Todos ellos esperan su expulsión de España sin esperar a ser juzgados.
El segundo golpe con un buen número de detenidos (6) se desarrolló el día 15 como segunda parte de otro operativo de 2021. Entre los arrestados que están en libertad se encontraba el imán de Badajoz y otros cinco hombres (3 en Madrid, 1 en Zaragoza y otro Valencia) acusados de presuntamente financiar el terrorismo.
La penúltima operación realizada por los policías dedicados a la lucha antiterrorista en colaboración con los Mossos ha permitido la detención de dos hombres en Olot por un aumento en su proceso de radicalización.
Este mismo jueves, la Audiencia Nacional decretó el ingreso en prisión preventiva de un presunto yihadista detenido el pasado lunes en Níjar (Almería) por consumir y difundir propaganda del Dáesh en redes sociales.
Según la Policía Nacional, el hombre había iniciado un proceso de radicalización desde las redes sociales, donde accedía de manera continuada a material audiovisual adoctrinador de Dáesh y otro contenido relacionado "altamente violento".
Con ellos se llega al número 30 de detenidos en un espacio corto de tiempo -desde el 20 de octubre-, frente a los 40 arrestos de presuntos yihadistas que practicó la Policía Nacional en todo 2022, una cifra similar a la que se lleva registrando desde antes de la pandemia pero lejos de las cifras en los ejercicios de máximo apogeo del Dáesh y de la llegada de combatientes a Siria o Irak como 2015 o 2017.
Desde los atentados del 11 de marzo de 2004 y hasta el 7 de noviembre, las fuerzas y cuerpos de seguridad han arrestado a 1002 personas en su lucha contra el terrorismo yihadista. Esta año son ya más de 45.
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