Guillermo Catalá (Esic): "Con el Executive MBA me encuentro más preparado para cualquier reto"

VALÈNCIA. Actualmente estás en Wurth como Key Account Manager pero, tu primera experiencia laboral dista mucho ¿no?

Mi primera experiencia profesional fue en la hostelería trabajando como camarero, servicios interminables, altas cargas de trabajo y siempre de cara al cliente. Sin duda, me ha marcado como soy ahora, independientemente del sector en el que esté o puesto que desempeñe.

¿Nos haces un repaso de tu carrera profesional? 

Tuve la iniciativa de montar un pequeño negocio web en 2011 (Naranjas Cuchi) donde vendía naranjas del campo de mi abuelo a través de internet, de esta aventura siempre destaco la responsabilidad que lleva cualquier negocio, debes abarcar de principio a fin.  

Posteriormente, tuve la oportunidad de ejercer de ingeniero, que es lo que estudié, primero en prácticas en una empresa de fabricación de altavoces (Acústica Beyma) y luego en el sector de la aviación (ADC GROUP), aquí sólo estuve 1 año, una muy buena experiencia con grandes personas y proyectos pero que, a pesar de ello, me valió para darme cuenta de que mi trayectoria profesional no debía ir por ese camino.

Finalmente, y tras unos meses trabajando en Escocia tratando de aprender y creando nuevas experiencias que me formaran, aterricé en Wurth, donde he pasado por varios puestos siempre relacionados con las ventas. Desde visitas a autónomos, bien temprano por la mañana, hasta ahora, negociando e implantando proyectos de calado en empresas internacionales.

¿En cuál de esos momentos decides hacer el Executive MBA? 

Dentro de lo posible me gusta ser capaz de tener el máximo control sobre mi vida, ser yo mismo quien vaya escogiendo e incluso marcando los próximos pasos a seguir. Lo que buscaba con el máster era justo eso, libertad. Mirando al futuro, tengo claro que debo de manera constante potenciar el esfuerzo y seguir formándome como persona y profesional por igual.

Mi objetivo con el máster era adquirir tanto los conocimientos como las herramientas para que dentro de mis posibilidades pudiera lograr marcar lo que ha de venir.

¿Por qué elegiste ESIC?  

En el proceso de búsqueda y valorando opciones también de fuera de Valencia, encontré que en mi propia ciudad contaba con una escuela de valor llena de historia. Todas las personas con las que contacté me hablaron muy bien y, sobre todo, por cómo estaba orientado el EMBA en cuanto a contenido, herramientas y claustro.

¿Qué ha supuesto este paso por ESIC?

Para mí, un proceso transformacional, sencillamente un antes y un después. Fue un verdadero placer compartir la aventura con grandes personas con las que tuve la suerte de aprender cosas muy valiosas. De todas ellas, sin excepción, me llevo algo conmigo. Toda persona que decide entrar en un máster de este tipo, está en constante búsqueda de la mejora con una evolución permanente.

Me encuentro mucho más capacitado y preparado para afrontar cualquier reto que se presente. Ya haremos por acertar buscando y tratando de alinear todas las variables, pero estoy seguro de que con el conocimiento transversal que se tiene tanto de una compañía como del mercado junto con el desarrollo de las habilidades personales, los límites los acaba poniendo uno mismo.  

¿Qué valor te ha aportado disfrutar de un Proceso de Coaching Ejecutivo personalizado durante tu Máster?

La experiencia con Raquel Davó fue una mega píldora dentro de mi carrera profesional y personal, no hay nada como parar y reflexionar, hacerlo con el objetivo claro de mejorar. Es ahí donde hay que hacer foco y poner en marcha las herramientas al alcance para superar y progresar en el desarrollo de uno mismo. Es fundamental primero conocerte a ti para saber qué puedes aportar tanto a las organizaciones como a las personas que las forman.

En las entrevistas de selección que has realizado durante tu vida profesional, qué destacabas de ti que no apareciera en el curriculum vitae.

Me gusta destacar 3 pilares. Primero la bondad, no comparto un estilo de vida sin valores y principios basados en el bien. Segundo, un triángulo inmenso que se basa en la pasión, la rentabilidad y la alegría. ¡Casi nada! Me esfuerzo por disfrutar de lo que hago, dando el máximo y ojalá consiguiendo que tenga un resultado. Finalmente; mi Familia. No entiendo nada de lo anterior sin contar con los míos.

Ahora que estás al otro lado ¿Qué valoras cuando incorporas una persona a tu equipo?  

En mi caso gestiono proyectos que luego son ejecutados por personas, y siempre pido lo mismo. Hablemos de buenas personas con capacidad de esfuerzo, todo lo demás ya lo trabajaremos.

Qué consejo le darías a tu “yo” de hace 15 años 

Bendita curiosidad, piensa, duda, pero actúa. No pierdas el tiempo que ya nunca volverá. Es muy difícil saber si lo estás haciendo bien o mal, pero si haces cosas nunca te equivocas, porque o bien has acertado o bien te has equivocado, por tanto, has aprendido. Actúa.