VALÈNCIA (EP). El secretario general de la ONU, António Guterres, ha denunciado este lunes con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria que 2023 ha sido el año más mortífero para los trabajadores humanitarios, al registrar 280 muertos en 33 países, y ha exigido el "fin de la impunidad para que los perpetradores respondan ante la justicia".
Esta cifra representa un aumento del 137 por ciento respecto 2022, cuando murieron 118 trabajadores humanitarios. Sin embargo, Naciones Unidas alerta de que 2024 podría estar en camino de superar estas cifras, ya que hasta agosto 172 trabajadores humanitarios han muerto.
La mayoría de los fallecimientos se registraron durante los primeros meses de la guerra en Gaza (octubre-diciembre) como resultado de ataques aéreos. Además, la violencia en Sudán y Sudán del Sur han contribuido a este número de muertes tanto en 2023 como 2024,. En todos los conflictos, la mayoría de las víctimas pertenecen al personal nacional.
"Honrarlos en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria no es suficiente. En Gaza, en Sudán y en muchos otros lugares, los trabajadores humanitarios son atacados, asesinados, heridos y secuestrados", ha señalado el jefe de Naciones Unidas a través de su perfil en la red social X.
Así, ha pedido a los gobiernos que presionen a "todas las partes" del conflicto a proteger a los civiles. "Exigimos que se ponga fin a los envíos de armas a los Ejércitos y grupos que violan el Derecho Internacional", ha agregado antes de subrayar que "todos debemos hacer más para proteger y salvaguardar nuestra humanidad común".
La subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Joyce Msuya, ha manifestado de que "la normalización de la violencia contra los trabajadores humanitarios y la falta de rendición de cuentas son inaceptables, inadmisibles y enormemente perjudiciales para las operaciones de ayuda en todas partes".