El descenso de las hormonas femeninas en esta etapa provoca una reducción de la libido
VALÈNCIA. Para muchas mujeres, entrar en la menopausia marca un antes y un después en su ciclo vital. Cuando los ovarios femeninos dejan de producir óvulos, la mujer entra en la fase de climaterio, durante la cual se pueden tener problemas de sueño, falta de energía, disminución del interés sexual, incluso episodios depresivos. Según varios estudios, el 60 % de las mujeres que antes de la menopausia no presentaban alteración de su función sexual, posteriormente sí la padecen.
Tal como explica el doctor José Mª Rodríguez, jefe de servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Universitario Vithas Madrid Aravaca, “no se encuentran satisfechas con su imagen corporal, reconociendo que puede afectar a su libido. La mujer da importancia a su aspecto físico y este se ve modificado por los cambios propios del climaterio y la menopausia. En ocasiones, esos cambios pueden generar pérdida de la autoestima y de su confianza y, por tanto, afectar a su sexualidad”.
Además, como consecuencia del descenso de hormonas, el especialista señala que “puede aparecer el denominado ‘Síndrome Genitourinario de la Menopausia’ (SGM), que produce menor lubricación en la vagina, mayor sequedad y disminución de la elasticidad de la misma, provocando dispareunia o malestar, incluso dolor, al mantener relaciones sexuales. Junto con la inapetencia, todo esto cierra el círculo perfecto para que, aquellas mujeres que previamente gozaban de una sexualidad plena con las hormonas, ahora no las mantengan”.
En ese sentido, el doctor David Fuster, ginecólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, destaca que “Después del gran estigma que sufrió la terapia hormonal tras la publicación de los datos preeliminares del studio WHY en 2002, actualmente la mayoría de sociedades cientícas aprueban y recomiendan su uso, ya que se ha visto que dichos resultados dejaban de ser representativos cuando eran analizados basándose en ciertas variables de importancia (edad, factores de riesgo como obesidad o tabaquismo, y tipo de hormonas administradas)”
Recientemente la Sociedad Norteamericana para la Menopausia (NAMS), se ha pronunciado a favor de que la terapia de reemplazo hormonal en mujeres menopausicas, es beneficiosa, sobretodo cuando los riesgos/beneficios son bien evaluados.
El Dr. David Fuster asegura que “ recientemente ha salido publicado otro estudio en el que se ha estudiado a más de 7 millones de mujeres, teniendo en cuenta su edad, factores de riesgo cardiovascular, historial de cáncer, tipo de hormonas etc., en el que se concluye que la terapia hormonal de reemplazo es beneficiosa para estas mujeres y que este produce una reducción de la mortalidad del 20% por todas las causas”
El Dr. Fuster quiere recalcar también “la importancia de individualizar cada caso, ajustando las dosis, el tipo de hormonas ( ya que se ha visto que las hormonas sintéticas pueden presentar más complicaciones que aquellas que son bioidénticas, es decir que presentan una estructura química idéntica a la natural), la via de administración y el tiempo de duración del tratamiento.”
El Doctor hace hincapié en que este tipo de tratamientos mejora la calidad de vida de las pacientes, su funcionamiento cognitivo, su estado de animo y su salud sexual.
La menopausia no solo puede afectar a la calidad de la actividad sexual de las mujeres, sino también a otros ámbitos de salud de su vida. Por ello, “la prevención y el cambio de enfoque psicológico juegan un papel fundamental a la hora de entrar en esta nueva etapa de una manera u otra”, destaca el Dr. Fuster. Entre las distintas patologías que pueden desarrollarse en este periodo, destaca la osteoporosis: “Para prevenirla, hay que hacer ejercicio de forma habitual o dar paseos diarios de una hora como mínimo, aumentar la ingesta de alimentos ricos en calcio y exponerse al sol con moderación para incrementar los niveles de vitamina D, y en aquellas pacientes que el riesgo de osteoporosis es mayor o ya estan diagnosticadas de osteoporosis se les debe recomendar el tratamiento con antirresortivos óseos o tratamiento hormonal.”, explica.
Además, el Dr. Fuster señala que también es fundamental cuidar el corazón “siguiendo una dieta sana baja en grasas y rica en frutas y verduras, que son alimentos antioxidantes y ricos en vitaminas A, C y D, así como ingenir pescados azules ricos en Omega 3 y alimentos que como los vegetales que contengan ácido fólico o la soja”.
La salud psíquica, al igual que la física, es fundamental para afrontar esta etapa con positivismo. Según el especialista en ginecología de Vithas Valencia 9 de Octubre, durante la menopausia, el 15 % de las mujeres sufre algún episodio de depresión o tristeza severa. Además, el 25 % experimenta insomnio, ansiedad o cambios de humor, “pero esta situación puede cambiar, o por lo menos mitigarse, modificando algunos hitos sociales y viendo la menopausia como una nueva etapa de crecimiento individual en la que, una vez superada la crianza de los hijos, te sientes más libre para dedicar tu tiempo y energía a ti misma. Esto trae como consecuencia un mayor bienestar psicológico”.