VALÈNCIA. Su trayectoria en los inicios de CACSA o Circuit del Motor, su condición de socio de Avanqua y su proximidad al exdirector general Juan José de Torres hacían de Eduardo Nogués el candidato idóneo para sucederle. Y con tal naturalidad se produjo el relevo, con la misma que exhibe el nuevo gerente al hablar del Oceanogràfic en la primera entrevista que concede a un periódico tras su nombramiento. Entre los retos de la etapa que afronta está lograr que los visitantes de la Comunitat regresen al acuario pese a que ya lo hayan visto con anterioridad. "Hay que hacer que los valencianos vuelvan al Oceanogràfic, solo son el 18% de las visitas", afirma.
-¿La salida de Juan José de Torres y su llegada a la dirección general de Avanqua ha sido un relevo previsto y natural?
-Así ha sido. Él y yo empezamos esta aventura hace ya tiempo. Juntos involucramos a nuestros socios Global Omnium (Aguas de València) y el Aquarium de Vancouver, y ahora él pasa el relevo, aunque sigue como accionista. Yo estoy muy contento con la responsabilidad.
-Es una nueva aventura para usted tras al frente de una referencia del ocio en la Comunitat. Estuvo en los Inicios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pasó por Circuit del Motor...
-En efecto, yo esto ya lo viví. Fui project manager del Oceanogràfic. Y la experiencia del circuit fue muy interesante en aquellos años en los que todo iba muy bien. Esa experiencia ha sido muy formativa y relevante, al fin y al cabo todo es ocio, aunque esto es un ocio más formativo -que a mí, particularmente, me gusta más-.
-¿Tras el importante salto que ha dado el Oceanogràfic en los primeros años de Avanqua qué nuevos retos y de qué índole tiene ahora previstos la empresa?
-El reto es hacer esto viable y sostenible desde el punto de vista empresarial y satisfacer las espectativas que la sociedad tiene puestas en nuestra apuesta. Queremos, como hemos dicho, convertir este parque de ocio en un centro de interpretación, y no es tan fácil. Pero yo creo que está funcionando bien. El reto es mantener este nivel inversor, aportar ideas y dinero para novedades haciendo que el proyecto sea sostenible. Nosotros pagamos un canon importante a la Generalitat y tenemos que hacer que las cifras encajen obteniendo una rentabilidad. Yo creo que están puestos los mimbres para que salga bien.
-¿Qué novedades concretas tienen a la vista?
-Nuestra propuesta es que, con carácter anual o bianual, se presenten novedades para que la gente vuelva, como se ha hecho este año con las medusas. Es muy importante que cada cierto tiempo llegue una novedad que haga a los visitantes volver. De este nivel de inversión probablemente tardaremos un tiempo en volver a lanzar una campaña tan potente, pero tenemos muchas ideas recogidas en nuestro plan director y, probablemente, el año que viene se harán cosas nuevas. Queremos desarrollar nuevos hábitats, estamos reimpulsando el lago, queremos invertir en un centro de interpretación de la Albufera para que la gente conozca el tesoro que tenemos ahí al lado... Y otras muchas cosas. En el tanque de los templados es muy probable que en poco tiempo hagamos una exposición de caballitos de mar...
Caballitos de mar y personal con micrófonos explicando su trabajo, entre las próximas novedades del Oceanogràfic
No obstante, más allá de las novedades, también abordamos un cambio importante en el modelo de gestión, y consiste en conseguir que la visita sea más interesante desde el punto de vista de la percepción, y que una persona, cuando se dé una vuelta por el parque, aparte de ver cosas le cuenten cosas. El 'contar' hoy en día tiene muchos caminos, sea con la nueva infraestructura audiovisual que hemos desplegado o con nuestros propios trabajadores, los biólogos y cuidadores de los animales. Queremos que se conviertan en verdaderos intérpretes y cuenten cosas. Algo ya lo estamos haciendo y a la gente le encanta. Estar en la zona de los leones marinos y que el tío que les da de comer te lo cuente con un micro enriquece mucho la experiencia de la visita. El año que viene vamos a hacer un esfuerzo muy potente en esto, en que la visita sea más interactiva y en que sea interactiva con personas que cuenten historias.
-Habla de la importancia de volver a captar como visitante a quien ya lo ha sido. ¿Es esta la vía más directa para crecer en asistencia? ¿Hay algún perfil de visitante que también suponga un reto para incrementar las cifras?
-Tenemos el reto de hacer que nuestra Comunitat Valenciana venga más. Nosotros tenemos en el porcentaje de visitas -simplificando mucho- un 45% de visitantes internacionales, un 18% de la Comunitat y el resto de la parte restante de España. Sólo un 18% de nuestros visitantes son de la Comunitat, de modo que tenemos el reto de hacer que los valencianos vuelvan al Occeanogràfic. Por eso las campañas de novedades son una estrategia por la que tenemos que seguir apostando, por conseguir que los valencianos sientan más suyo este centro. Esto lo tenemos como un reto importante.
-¿Cómo van las cifras de visitantes este año?
-Teníamos previsto cerrar e 1.250.000 visitantes, y los registros indican que lo superaremos bien. Estamos muy contentos, el año está yendo estupendamente. Será la mejor cifra de los últimos años. No las absolutas por el efecto champán de los primeros años. Nuestro reto es estabilizarlo entre los 1.250.000 y los 1.300.000, que es un reto potente porque el Oceanogràfic es un producto ya maduro.
-La investigación, el cuidado de los animales o el ecologismo cada vez juegan un papel más importante en los acuarios modernos. ¿Además de ser una política responsable le resulta rentable a Avanqua?
-La Fundación del Oceanogràfic, que está en marcha desde septiembre del año pasado, es la que canaliza todas estas acciones en materia de difusión del conocimiento, sensibilización, educación, investigación y conservación. Lo que está haciendo la fundación va a ir a más, es lo que le da sentido a la existencia de un centro zoológico hoy en día. Es cierto que es un centro de ocio que persigue que la gente venga y se lo pase bien. Somos ocio, y queremos ser ocio. Pero queremos que la visita, además de ser lúdica, sea sensibilizadora y formativa. Es un equilibrio que siempre es complejo, pero yo creo que lo estamos consiguiendo.
Ayer estuvimos liberando una tortuga en Xàbia y fue un acto chulísimo. Vinieron centenares de niños, barquitas... los niños son el futuro, y cuando están viendo que esa tortuga fue rescatada del mar y que tenía una necropsia en el brazo porque se había enganchado en la típica anilla de plástico se produce un mensaje directo: ese nano sabe que no tiene que tirar plástico al mar. Esa parte de la actividad no reporta un beneficio, al revés, supone recursos. Nosotros invertimos al año unos 600.000 euros en la fundación. Pero permite al centro adquirir notoriedad, que también es una inversión muy importante. Los socios lo tienen muy claro. Yo creo que lo estamos haciendo bien.
-El nacimiento de la beluga Kylu ha sido calificado de hito
-Yo creo que quizá no lo hemos contado con la suficiente insistencia para lo que significa. Es la primera vez que se consigue en Europa reproducir a este animal en un medio controlado. Nuestros veterinarios pueden ahora investigar y obtener informaciones muy útiles para entender el comportamiento de estos animales en su medio natural, como hemos hecho con los delfines. Esto es lo que da sentido hoy a un centro zoologico. Estamos aprendiendo y aportando mucho de los cetáceos.
-¿Tendrá Avanqua algún rol en la gesitón del Aquario de Sevilla adquirido por Global Omnium (Aguas de Valencia)?
-El acuario lo ha adquirido Aguas de Valencia, no Avanqua, pero es evidente que aquí hay unas sinergias muy claras. El cometido de Avanqua es el Oceanogràfic de València, pero compartir experiencias de gestión o desarrollar políticas de compra conjuntas son aspectos factibles y compatibles con el contrato.
-¿Cuándo tienen previsto abrir la entrada por la parte del Ágora?
-Estamos un poco al albur de lo que ocurra en el Ágora en los próximos meses. Lo estudiaremos. Tiene su parte positiva y negativa. La gente necesita simplicidad en la visita. Lo de entrar por un lado y salir por otro puede ser un poco lioso. Haremos un estudio detallado de movimientos de flujo. Es cierto que nosotros confiábamos en un principio que esa espina de comunicación con el museo nos diera mucha riqueza, pero como elÁgora se ha pospuesto mucho de momento lo tenemos paralizado. Es una posibilidad de futuro.
-¿Cómo se va a articular la llegada del Caixaforum al Ágora?
-En nuestro contrato se incluía la gestión del Ágora, pero se ha llegado a un acuerdo con la Generalitat por la que hemos hecho una rescisión parcial del contrato y, por tanto, la gestión del Ágora ha sido devuelta. La Caixa quiere hacer un Caixaforum y nosotros no hemos puesto ninguna dificultad porque entendemos que es un producto cultural de altísima calidad que le da a este conjunto un peso añadido muy bueno. Lo importante es que la Ciudad de las Artes y las Ciencias siga teniendo una buena imagen de marca y que siga viniendo gente.
-¿Cómo se ha compensado a Avanqua por la retirada de la gestión de este activo?
-Ha tenido la compensación que estaba prevista en el contrato. Nuestra oferta, como marcaba el pliego, se dividía por líneas de negocio. Y esa parte se ha compensado. Son cifras bajas porque nuestra oferta, al tratarse de un producto ex novo, nos llevó a la prudencia en las previsiones de ingresos, gastos y beneficio. La compensación, en consecuencia, ha sido relativamente baja. Es una muy pequeña rebaja en el canon.
-Al Ágora se la señaló como un paquete adherido al Oceanogràfic, que se veía como el verdadero atractivo. ¿Ha sido una bendición la irrupción de La Caixa llevándose el activo que menos interesaba?
-Yo creo que ha sido bueno para la sociedad y para la Comunitat Valenciana, y por lo tanto. Si nosotros hubiéramos tenido que gestionarlo y se hubieran hecho las medidas correctoras previstas en el edificio -que no se hicieron nunca- lo habríamos gestionado y habríamos tratado de hacerlo bien.