La negociación con Podemos y EU en las últimas semanas ha elevado las voces que consideran que la coalición debe dar un paso adelante para rediseñarse internamente
VALENCIA. El barco no naufragó finalmente este viernes. La 'ruleta rusa' de Compromís no disparó la bala mortal y, tras intensas negociaciones, se alcanzó el pacto para confluir con Podemos en las elecciones generales. No obstante, el desastre estuvo cerca: el Consell Nacional del Bloc, con su referéndum telemático celebrado en la mañana de este viernes, aprobó el acuerdo por tan solo 10 votos de diferencia. De haberse rechazado la propuesta, los dirigentes de las distintas formaciones reunidos en la puerta de una céntrica notaría de Valencia se hubieran quedado con el molde.
Augurando, probablemente, este nuevo juego a vida o muerte respecto al citado pacto, algunos referentes de Compromís ya habían realizado reflexiones públicas respecto a la dirección que debe tomar la coalición a medio plazo. "Hay que repensar Compromís", es una de las frases más repetidas entre ellos.
Sin ir más lejos, el conseller de Educación, Vicent Marzà, y el portavoz de Les Corts, Fran Ferri, ambos miembros del Bloc, firmaban juntos recientemente un interesante artículo en Valencia Plaza en el que, bajo el título, 'És l'hora del Congrés de Compromís', se cuestionaban si la realidad orgánica de la coalición era la "adecuada" y reflexionaban sobre la necesidad de "diseñar una organización, con una hoja de ruta clara, desde esos valores de participación, apertura y pluralidad, que represente los anhelos y esperanzas de los valencianos". En esta línea, proponían como ya hicieran 20 meses atrás, celebrar tras las próximas elecciones generales un congreso constituyente de Compromís: "Una auténtica convención abierta donde pudiéramos definir, entre todos y todas, las normas y las bases de nuestra organización".Un texto, casi un manifiesto, que encontró pocos días después una especie de prolongación por parte del alcalde de Valencia, Joan Ribó, portavoz además de Gent de Compromís (los llamados adheridos que no forman parte de ningún partido), quien escribió un artículo en el diario Levante-EMV junto a dos militantes destacados Rubén Tello e Iván Castañón, también en una línea similar bajo el título 'Més Compromís'.
En este artículo, los autores también apuntaban claramente a la idea de que Compromís debe sufrir una evolución: "Con muchas de estas personas nos une un ideal de superación de esa fase de partidos y confluir en una organización única que siga un elemento clave, como es ahora, de transformación económica, cultural y social de nuestro país. Por eso, algunos de nosotros, queremos manifestar y mantener nuestra independencia personal dentro de Compromís. Queremos trabajar por un proyecto compartido, que no compartimentado, donde las decisiones y la acción política no venga marcada y determinada por una sopa de siglas y grupos de presión sino por una conjunción de ideas, proyectos, visiones y acciones definidas y decididas por el conjunto de la militancia".
No son las únicas voces que vienen hablando de esto en los últimos tiempos. El diputado alicantino Josep Nadal, cantante del popular grupo La Gossa Sorda, también de Gent de Compromís, ya dejó clara su postura en una entrevista a este diario antes incluso de ser elegido. "Compromís debe hacerse adulto y convertirse en único partido", señalaba en noviembre de 2014, una idea que ha seguido defendiendo constantemente.
Pero no solo los adheridos plantean la idea de una reflexión sobre Compromís. Esta misma semana, el portavoz municipal de la coalición en Castellón, Enric Nomdedéu, un referente en el Bloc, exponía con su mordacidad habitual su posición respecto al pacto con Podemos, añadiendo en su reflexión: "Hemos cedido reiteradamente, y hoy por hoy Compromís es como es. Seguramente lo que hace falta es repensar Compromís. Y es urgente. Cuando las elecciones pasen".
De la misma manera, la diputada de Compromís Isaura Navarro, miembro de Iniciativa, exponía días atrás en el programa Ágora de Tele 7 su deseo de que la coalición avanzara manteniendo su pluralidad.
Una necesidad de reflexión que también cuenta, aseguran fuentes de la coalición, con la bendición de otros valores emergentes del Bloc, como la secretaria de Organización, Àgueda Micó, quien en su día se significó claramente en contra de las cuotas con la idea de profundizar más hacia Compromís.
Las reuniones contrarreloj -este viernes expiraba el plazo para registrar la candidatura- para cerrar el pacto han conllevado diversos desajustes de democracia interna. Así lo admiten diversos dirigentes consultados por este diario, reflexiones y críticas que también se trasladaron a las redes sociales.
Así, la última propuesta de la Ejecutiva de Compromís para el pacto no llegó a pasar por el Consell General de la coalición por falta de tiempo material, unos pasos que el Bloc sí se apuró en cumplir -al menos parcialmente- celebrando primero un referéndum a principios de semana y, posteriormente, con la votación telemática del Consell Nacional llevada a cabo en la mañana de este viernes. En la formación nacionalista, se estudia ahora la manera de celebrar elecciones primarias para definir a sus candidatos, incluso se plantea abordar un proceso abierto.
Sin embargo, ayer ya se elevaban algunas voces críticas, especialmente desde Gent de Compromís, en referencia a que no se celebren primarias conjuntas para definir a los representantes de toda la coalición en las candidaturas.
Heridas y magulladuras propias de las intensas negociaciones llevadas a cabo y de los rigores de los acuerdos "en el último minuto" a los que se ha habituado Compromís desde su creación.
Pese a que quedan casi dos meses de negociación en Madrid, el estancamiento de las conversaciones invita a mirar de reojo una futura convocatoria electoral
La formación morada se mostraba más difuminada en una fiesta electoral que lanza señales sobre un Pacto del Botánico estatal