AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

Hijos de un Dios menor…Internacional

Estos últimos días América ha sufrido el envite del demiurgo político o mejor dicho del Leviatán, con el sufrimiento que conlleva sobre su población 

26/05/2018 - 

VALÈNCIA. En la tan manida Comunidad Internacional, y aunque muchos (la mayoría de la opinión publicada) pretenden darle a todos sus miembros la misma consideración, hay significativas y relevantes diferencias. Esta comunidad, que se reúne principalmente en la ONU, está compuesta por dictadorzuelos y autócratas (siempre demasiados) que gobiernan sus países cual fincas o cotos privados, hasta Democracias y Estados de Derecho como podamos ser cualquier país europeo miembro de la UE (también con nuestras notables contradicciones). Hay países, o grupo de ellos, que actúan con unas reglas y acuerdos parecidos y que participan de distintas organizaciones regionales o mundiales, FMI, OMC, OCDE, FAO, OMS, UNESCO, ASEAN, UE, UA, CEPAL, MERCOSUR, etc., en donde se genera, con diferentes actividades y relaciones lo que se ha venido a llamar la globalización, una gran aldea global (la de Marshall McLuhan) en donde el mercado y la competición es a escala planetaria.

Aunque también existen países que no participan de ese juego, aparentemente liberal, y prefieren seguir unas pautas más aislacionistas. Entre estos hay países que aún mantienen la vieja ortodoxia y filiación política de la era soviética y de las dictaduras del proletariado, como puedan ser desde la aislada (a excepción de su cordón umbilical con China) Corea del Norte de la Dinastía Kim, hasta países, o mejor dicho regímenes parásitos que vivían de la URSS o de Venezuela, como la Cuba de la Dinastía Castro, con unos niveles de calidad de vida paupérrimos y miseriosos.

Y como no, también existen países, antaño democracias avanzadas y con un nivel económico muy alto que han caído en la desgracia de tener durante años unos dirigentes, que no han estado a la altura de las circunstancias y les ha llevado a sufrir unas gravísimas crisis económicas, nos referimos a dos antiguas potencias regionales a Venezuela y Argentina, protagonistas estos días de titulares no muy positivos en la prensa internacional. 

 

Venezuela prosigue en su crisis política devenida en prácticamente crisis humanitaria, donde el sectarismo  ideológico de sus dirigentes ha instaurado un régimen considerado por la opinión pública internacional con sesgos claramente totalitarios, a excepción parece de José Luis Rodríguez Zapatero, y que para la Secretaria General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), y en su informe de las últimas elecciones del 20 de mayo, “considera que no se contó con las garantías necesarias ni se respetaron los principios básicos de toda elección”, y “el voto de la ciudadanía venezolana no fue ni libre, ni secreto, ni universal; la participación política fue violentada una y otra vez .... Este atropello tuvo el solo objetivo de beneficiar a los candidatos oficialistas, mas no de reflejar la voluntad de la ciudadanía en las urnas”, sobran comentarios.

Pero claro en este mundo de multilateralidad y asimetrías varias, todo tirano tiene su corifeo de aliados, y hemos visto a Vladimir Putin felicitar, por la holgada victoria en las presidenciales venezolanas, a Nicolas Maduro, que también ha recibido el apoyo del regimen chino de Xi Jinping que le ha transmitido la voluntad de mantener la cooperación económica entre ambos países, en fin, la agonía de ese país caribeño rico en recursos naturales va a continuar durante un tiempo a no ser que la inevitable presión decidida por el presidente Donald Trump de rápidos frutos, cosa que visto el ejemplo de Cuba, parece que va a ser que no.

Por otra parte tenemos ese otro gigantesco país sudamericano, Argentina, que tras regímenes corruptos y peronistas han terminado con la gran riqueza que poseía. Es así que el último ocupante de la Casa Rosada, Mauricio Macri, cuando llego al poder al final de 2015 encontró, según Global Trade Alert, la economía iberoamericana más proteccionista, con la pretendida idea de proteger el mercado laboral y mantener el tejido empresarial local, y después sobre todo de los gobiernos del Matrimonio Kirchner que duraron tres quinquenios. Fue por ello que una de las estrategias de Macri es “volver al mundo” como el mismo la llama, para eso ha necesitado diferentes actuaciones, primero poner orden a las finanzas argentinas, conteniendo la inflación y atrayendo capitales, para eso ha llegado a elevar los tipos de interes al 40%, por lo que es evidente que con esas cifras la economía productiva no podía competir durante mucho tiempo (tanto en inflación como en precio del dinero ocupaba a nivel mundial puestos de cabeza).

 

Y aunque en un principio las políticas económicas y su intento de volver de nuevo a ser parte del mundo empezó a dar sus frutos, pues pago sus deudas con Wall Street para poder volver a emitir deuda, reorganizó los servicios públicos y el gasto de las administraciones, desregularizo tipos de cambio y mercado financiero, el cambio de la situación internacional le ha sido desfavorable (otra vez la vengaza de la geopolítica), dado que ha sufrido la subida de los precios de los hidrocarburos, y también sus principales socios comerciales no les ha ido muy bien últimamente. Brasil está en recesión económica a la par de sufrir una importante inestabilidad política, y China ante la devaluación del yuan a limitado sus importaciones, por lo que las exportaciones argentinas y la entradas de divisas están sufriéndolo. Por todo ello el presidente Macri se ha tenido que dirigir al FMI pidiendo ayuda financiera contra la opinión pública de su país, y como remate a toda este entorno desfavorable, está el hecho de que su intento de volver al mundo, de abrirse a él, se ha encontrado una situación internacional con unas profundas tensiones y estrategias proteccionistas por parte de los grandes bloques (consecuencia de las políticas USA) que le han aguado sus intenciones de formar parte de la globalización, dado que sólo en el mundo se pasa mal, muy mal.

Es por eso, que con los anteriores ejemplos, sobre todo el último, en estos tiempos de zozobras e incertidumbres es cuando se debe de apreciar más el formar parte de un club de 500 millones de almas –la UE-, y no estar a merced del fatal destino (especuladores y populistas) como le está ocurriendo a esos países solitarios y aislados, que parecen hijos de un Dios menor; cuidemos y recuperemos la vitalidad de nuestro proyecto europeo.