CASTELLÓ (EFE/Rosabel Tavera). Los historiadores José Francisco Albelda y Lara Cardona han iniciado una búsqueda a través de redes sociales para encontrar a los familiares de ocho vecinos de localidades de una comarca de Castellón que fueron deportados al campo de concentración de Mauthausen-Gusen durante la Segunda Guerra Mundial.
La biografía de estos ocho hombres formará parte del libro que están escribiendo ambos expertos sobre los veintisiete vecinos de las poblaciones de la comarca de La Plana Baixa que pasaron por ese campo de concentración nazi, cuyos muros se levantaron en 1938 pocos meses después de la ocupación alemana de Austria.
En concreto, se busca a la familia de Ramón Barrachina Martí, nacido en Burriana el 22 de agosto de 1904 y fallecido en Mauthausen el 30 de diciembre de 1943; de Vicente Ramón Fas Ballester, nacido en Burriana el 16 de junio de 1906 y fallecido en Gusen el 30 de diciembre de 1941; y de José Vicente Ripollés Burdeus, nacido en Burriana y fallecido en Mauthausen el 29 de diciembre de 1943.
También a la de José Saura Marco, nacido en Burriana el 27 de mayo de 1915 y fallecido en Gusen el 5 de febrero de 1942; de Joaquín Dobón Aguilella, nacido en Onda el 9 de septiembre de 1910 y fallecido en Gusen el 3 de noviembre de 1941; de Faustino Lozas Frontera, nacido en Vila-real el 24 de diciembre de 1914 y fallecido en Perpignan (Francia) en septiembre de 1993; de Pedro Cubedo Carda, nacido en Vila-real el 24 de julio de 1916 y fallecido en Gusen el 10 de julio de 1942, y a la de José Pascual Cabedo Llopis, nacido en Vila-real el 12 de enero de 1918 y que fue liberado de un campo de concentración.
Este ambicioso proyecto se convertirá en libro y nace de la voluntad de Albelda y Cardona de hacer un trabajo "de reparación, de justicia y de memoria democrática" que los historiadores tienen que llevar a cabo "porque no se ha hecho a nivel institucional", según ha explicado a EFE José Francisco Albelda.
Entre 1940 y 1945, según datos oficiales, 4.427 españoles fallecieron en Mauthausen-Gusen y 97 de ellos procedían de la provincia de Castellón; la mayoría eran republicanos que habían cruzado la frontera francesa en los últimos meses de la Guerra Civil y que pasaron a formar parte del ejército francés o se integraron en la resistencia francesa. Con la ocupación nazi, muchos fueron apresados y trasladados a Austria.
El destino de los castellonenses que pasaron por estos campos fue muy diverso. Algunos sobrevivieron a varios campos de concentración, algunos fueron incluso condecorados por su valor por Francia, considerados "héroes de la resistencia contra los nazis", pero la mayoría perdió la vida en los campos. Todos comparten un protagonismo en la historia del siglo XX que merece ser contada, rescatada y honrada.
Albelda y Cardona cuentan con experiencia en este tipo de investigaciones. Ambos han "rastreado" las vidas de muchos deportados castellonenses y conocen en profundidad dónde obtener los documentos de diferentes instituciones y organismos europeos, franceses, alemanes, austriacos y españoles que les han permitido hacer acopio de una gran cantidad de información sobre estas personas.
La parte más complicada, según Albelda, es hacer el seguimiento familiar de estos hombres, que en su mayoría partieron hacia Francia tras haber luchado en el bando republicano en la Guerra Civil y eran entonces muy jóvenes, por lo que muchos de sus descendientes vivos son sobrinos nietos o familiares que han perdido alguno de los apellidos, y que, en muchos casos, incluso desconocen su existencia o su paso por esos campos de concentración.
Algunas familias sí sabían del destino de sus familiares, pero "con tantos años de dictadura en España" algunos quedaron en el olvido, porque en muchos casos "eran una vergüenza o un peligro" ser familiar de un "rojo" que incluso les traía represalias.
Por ello ahora están centrados en un trabajo detectivesco que les lleva a investigar en padrones, certificados de nacimiento, llamadas tras consultar los listines telefónicos, a un trabajo de campo dirigiéndose a la calle en la que vivían, preguntando a los vecinos de mayor edad y otras técnicas para reconstruir las historias personales de estos hombres.
De los veintisiete protagonistas del libro, diez de ellos no contaban con familiares localizados que pudieran enriquecer y completar sus biografías. Por ello, los historiadores decidieron acudir a las redes sociales y publicar en distintos grupos de Facebook de las poblaciones de las que proceden un listado con los nombres de estas personas para tratar de localizar a las familias.
A las pocas horas se logró identificar a los familiares de un deportado de Vila-real, que actualmente residen en Estados Unidos, y semanas después a otro de Alfondeguilla, que falleció en Gusen en 1941.
Un trabajo que va contra el reloj, porque el tiempo juega en contra de los investigadores para encontrar a familiares directos con vida, y que también busca la colaboración de los ayuntamientos para materializar la impresión de estos libros, que ya cuenta con muchos apoyos pero que necesita de mayor colaboración para materializarse.
