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En muchas carreras técnicas, las alumnas no son siquiera un tercio del total de estudiantes

Hombres a Ingeniería y mujeres a Magisterio: los estereotipos de género en los grados universitarios

11/09/2023 - 

VALÈNCIA. Las universidades valencianas inician esta semana la actividad lectiva de un curso académico que contará con más de 26.500 nuevos estudiantes de grado en los centros públicos y que dejará apenas varios cientos de plazas libres a lo largo de toda la autonomía. Así lo refleja el informe oficial sobre la preinscripción universitaria elaborado por la Generalitat Valenciana, en el que se observa también que casi un 60% del alumnado recién ingresado son mujeres, un porcentaje que se incrementa paulatinamente con el paso de los años y que, sin embargo, no se traduce en una mayor presencia de alumnas en el grueso de las enseñanzas de grado.

De hecho, y si se analizan al detalle los datos de cada carrera, se aprecian grandes contrastes entre algunos estudios de ingeniería, donde más del 85% de los alumnos son hombres, y otros grados más relacionados con la atención y los cuidados, como Educación Infantil o Enfermería, en los que sucede lo contrario. En este sentido, ya en la elección del centro universitario se advierte esta tendencia, puesto que solo en la Universitat Politècnica de València (UPV), que en su mayoría alberga enseñanzas técnicas, el número de alumnas es inferior al de alumnos.

 

Con todo, las cifras de nuevas estudiantes en este centro también han mejorado con el paso de los años. Como afirma Mariano Casanova, secretario del Consejo Social de la UPV, desde donde se articulan acciones para despertar vocaciones científicas con especial atención en las niñas y adolescentes, en el año académico 2023-24 “del total de solicitudes para cursar estudios de grado en esta universidad, un 43% corresponde a mujeres”, mientras que hace una década el porcentaje era solo del 34%. Y aun así, existen todavía muchas carreras técnicas, tanto en esta como en otras instituciones universitarias, donde las mujeres no alcanzan siquiera un tercio del alumnado total.

“Se tiende a decir que hay más mujeres que ingresan en las universidades e incluso que hay más que se decantan por carreras de ciencias, y es cierto. Pero en cuanto añades algo relacionado con la ingeniería, el número cae mucho”, asegura la profesora titular del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universitat de València (UV), Anabel Forte, quien es también directora de la cátedra de Brecha Digital de Género en el mismo centro y participa en iniciativas de divulgación científica a niñas y mujeres. “Todo aquello que no tenga una salida a la que se le vea una aplicación directa de primeras, o que no esté vinculado a los cuidados o la biología, tiene un número menor de alumnas”, añade.

En este sentido, y como sostiene Forte, una de las ingenierías con mayor proporción de nuevas estudiantes es la biomédica. En la Comunitat Valenciana, son dos las universidades públicas que la ofertan. En la UPV, las mujeres representan el 67% del alumnado, a la vez que en la Universidad de Alicante (UA) son el 62%. Del mismo modo, en los estudios de grado en Bioquímica y Ciencias Biomédicas, ya en el ámbito puramente científico, las nuevas estudiantes suponen el 78% del total.

En cambio, los estudios de las universidades públicas valencianas que cuentan con una menor presencia de mujeres son, según las cifras de plazas adjudicadas para el curso académico 2023-24 tras el proceso de preinscripción, tres dobles grados: los de Ingeniería Informática y Matemáticas que imparten tanto la UV como la UPV y el de Física y Matemáticas, también por la UV. En estos casos, hasta un 87% de los estudiantes que comenzarán esta semana su andadura universitaria son hombres.

Así pues, de entre las veinticinco carreras públicas menos cursadas por mujeres, veintidós llevan la palabra ‘ingeniería’ en su título, como sucede principalmente con la Mecánica, la Electrónica Industrial y la Eléctrica además de la Informática. También figuran otras como la Robótica o la de Telecomunicación, así como un grado en Seguridad Pública y Privada que se imparte en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche y donde las mujeres de primer año son el 21% del alumnado, y otro en Geografía y Medio Ambiente de la UV en el que rondan el 20% del total.

En cuanto a los motivos, uno de ellos sería la percepción de las posibles aplicaciones laborales al terminar los estudios. “Nos da la sensación de que tiene que ver con la salida profesional, con aquello que creen que van a hacer en el futuro”, apunta Forte, quien además incide en que los estereotipos hacen del mismo modo “mucho daño a la incorporación de la mujer a las carreras científicas”. “No es exactamente que te digan que no vales para las matemáticas, sino lo que tú vas viendo a tu alrededor. En los anuncios de juguetes, por ejemplo, y aunque en los de muñecas ya empiezan a salir chicos, la manera en la que se trata todo sigue siendo muy femenina”, señala.

De hecho, entre las carreras universitarias ofertadas en la Comunitat Valenciana con un mayor porcentaje de nuevas alumnas figuran las de Pedagogía y Logopedia por la UV, Enfermería por la Universitat Jaume I (UJI) de Castellón o Educación Infantil en la UA. En todas, se alcanza al menos el 87% de alumnas. También es frecuente que las estudiantes sean mayoría, e incluso alcancen las tres cuartas partes del alumnado, en los grados de Traducción, Psicología, Bellas Artes, Publicidad o Educación Primaria.

Ante este escenario, Forte indica que es necesario que más mujeres se incorporen a las carreras técnicas como las ingenierías “para que contemos con su visión”, pero también que se incida “en el valor que tienen las carreras relacionadas con los cuidados porque, en la medida en la que les demos mayor importancia, la balanza se ira equilibrando y los hombres también van a querer ir” a esos estudios. “Es una cuestión de estereotipos y del valor que les damos a los grados”, insiste.

Asimismo, y más allá del aumento generalizado de alumnas en todas las universidades públicas valencianas, algunas carreras concretas ya muestran un cambio de tendencia en la última década. Ocurre así en el grado en Diseño y Desarrollo de Videojuegos de la UJI, que en el curso 2014-15 solo contaba con seis alumnas de primer año y ahora tiene 21, un 35% del total de plazas adjudicadas tras la preinscripción. Del mismo modo, el grado en Química de la UV contaba hace una década con un 44% de mujeres, y en el presente curso universitario el porcentaje supera el 62%. En otros grados técnicos, como la ingeniería en Tecnologías de Telecomunicación de la UMH, se ha pasado de contar con solo cuatro nuevos ingresos de mujeres a los veintidós actuales.

 

Despertar vocaciones

Desde las universidades, en este sentido, se promueven distintas acciones para contribuir a que, como en los ejemplos anteriores, más mujeres se decidan a matricularse en estudios científicos y técnicos. En el caso de la Universitat Politècnica de València, desde el Consejo Social persiguen este objetivo con actuaciones como las desarrolladas en la Cátedra STEAM, “una iniciativa que busca sumar esfuerzos e impulsar proyectos que ayuden a configurar un sistema educativo que cautive y anime a los más jóvenes, poniendo el foco en las niñas”, explica Casanova. Según comenta, en los estudios que trata de promover esta Cátedra, que son, por sus siglas en inglés, ciencias, tecnología, ingeniería, arquitectura y matemáticas, es “donde la demanda empresarial y profesional no para de crecer”.

Uno de los pilares fundamentales de esta iniciativa sería el concurso Up! Steam, en cuyas tres categorías participan colegios de Primaria y Secundaria de toda la Comunitat Valenciana. “Todos los equipos que se forman deben estar liderados por una niña, para así dar protagonismo a los jóvenes en general y que las participantes vean que pueden aportar mucho” en estas disciplinas. En su cuarta edición, celebrada el curso pasado, participaron más de 3.025 alumnos desde 5º de Primaria a 4º de la ESO de 154 centros distintos, lo que supone un incremento del 22% en el número de participantes. “El Consejo Social está totalmente implicado en esto. En breve, lanzaremos la quinta edición del concurso con el objetivo de tratar de llegar al 10% de los centros educativos” de la autonomía valenciana.

Por su parte, y como explica Forte, en la Universitat de València también existen diversas iniciativas. Desde la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSE), en el campus de Burjassot-Paterna, participan en Girls4STEM, un proyecto de la UV dirigido al fomento de las vocaciones en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas sobre todo entre las niñas y adolescentes. Su acción principal es la elaboración de video-biografías de mujeres expertas en las materias anteriores, que a su vez visitan los colegios y hablan con los estudiantes. “Tienen una conversación con ellas e incluso en ocasiones se visitan los centros de trabajo. Es ver cómo es su día a día, y después todo se plasma en un concurso en el que están involucradas las familias, que tienen que ver los vídeos y valorarlos”, añade Forte.

Además de esta actuación, con la que se trata de llegar “a todos los ámbitos de la sociedad, desde el profesorado al alumnado y las familias”, también se organizan charlas a lo largo del año orientadas para dar a conocer el trabajo de las profesionales. “El problema es que tú sabes muy bien lo que hace una médica en su día a día, pero, ¿qué hace una ingeniera? ¿Qué problemas resuelve? Tratamos de demostrar qué se hace en esas carreras y cómo también, si lo que quieren es cuidar, se puede hacer igual con la ingeniería”, concluye Forte.

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