Una media de 6.000 esquiadores y snowboarders se lesionan cada año en las pistas de esquí españolas
VALÈNCIA (VP). Una media de 6.000 esquiadores y snowboarders se lesionan cada año en las pistas de esquí españolas. La inmensa mayoría de accidentes podría evitarse con sencillas medidas preventivas.
Rodilla, muñeca y hombro centran las lesiones entre esquiadores y snowboarders. Curiosamente, dos deportes que precisan una buena forma física y que, sin embargo, muchos de quienes la practican no toman conciencia de esta necesidad.
“Trabajar en un entrenamiento pretemporada es fundamental para minimizar el riesgo de lesiones”, asegura Pablo Castelló, esquiador y fisioterapeuta en el Hospital IMSKE. En este sentido, explica, “es especialmente útil realizar ejercicios de propiocepción, que se centran en el entrenamiento de las respuestas automáticas del cuerpo, lo que significa una mejor coordinación y capacidad de enfrentar las situaciones inesperadas durante la práctica del deporte. Al mismo tiempo, pueden ofrecer mejoras en el equilibrio y la orientación.
Así, se puede estar más atento a lo que sucede alrededor y tomar decisiones físicas de forma más eficiente con menos tiempo de espera”. En la práctica, estos ejercicios pueden resultar muy sencillos, como dar pequeños saltos y “aterrizar” solo con un pie, por ejemplo. “Un bosu puede ayudar, pues trabajamos el equilibrio, la fuerza del tronco y la estabilidad, pero no es imprescindible”.
El Dr. Francisco Espí es traumatólogo del Hospital IMSKE. Está especializado en cirugía deportiva y es esquiador desde los cuatro años. “Descansar es fundamental”, apunta. “Esquiar más de tres horas sin descanso y sin hidratación multiplica por dos el riesgo de lesión”. Desde su experiencia como cirujano que ha atendido infinidad de lesiones producidas por el esquí, y como esquiador que ha sufrido directamente lesiones que se podían haber evitado, el Dr. Espí destaca los siguientes factores de riesgo, y la facilidad de prevenirlos:
IMSKE cuenta con un equipo de readaptadores focalizados en prevenir lesiones deportivas, con programas específicos de trabajo en los distintos grupos musculares implicados en cada actividad.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones