VALÈNCIA. El exfiscal Anticorrupción y ahora abogado, Pedro Horrach, intervino este miércoles en una conferencia de la Universidad Internacional de Valencia (VIU). Antes de comenzar, el fiscal del Caso Noos explicó que pese a ser una hipótesis “probablemente con las grabaciones de Corinna se habría citado a declarar al Rey emérito Juan Carlos I”, en referencia a las cintas en las que la ‘amiga’ del monarca explicaba que quien mandaba en Noos era el Rey.
También aseguró que junto a Juan Carlos I se habría citado a Corinna para que explicara el motivo de sus afirmaciones ante el comisario Villarejo, actualmente en prisión, y el exdirector de Telefónica, Juan Villalonga. Estas afirmaciones demuestran la importancia de unas cintas que podrían haber hecho desfilar por el juzgado a todo un Rey, un hecho que choca con la negativa de PP, Ciudadanos y PSOE a abrir una comisión de investigación al respecto en el Congreso de los Diputados.
Sobre la otro miembro de la Casa Real implicada en este escándalo de corrupción, la infanta Cristina y las críticas recibidas por no querer imputarla, Horrach dijo que “nos estigmatizaron [a la Fiscalía] por no coincidir con el juez de instrucción y luego tres magistradas y el Supremo dicen lo mismo. Meterse conmigo era mucho más sencillo; meterse con los magistrados no tanto”.
El exfiscal habló sobre corrupción durante más de una hora. Entre las afirmaciones más comentadas estuvo la “necesidad de utilizar a los delatores, coimputados que asumen los hechos en los que han participado y señalan al resto. La verdad que emerge durante una investigación no viene del cielo y aterriza en mi despacho, hay que buscarla. En la mayoría de veces es imposible si no se utiliza a los coacusados”.
Sobre este punto, Horrach apostó por un cambio legislativo . “Existe una necesidad de un cambio en el Código Penal para dotar a los fiscales de mecanismos suficientes para ofrecer beneficios a los delatores, llegando incluso a ofrecer la impunidad”, apostilló.
Otro de los cambios que propone el exfiscal es que los fiscales asuman la instrucción de las causas, dejando así a los magistrados como jueces de garantías. Según su criterio, “ésta es otra de las reclamaciones. La base es que la investigación se ha de conceptuar como un todo. Ahora hay una separación entre investigación e instrucción y juicio. Tiene que ser un todo. La Policía no acaba cuando entrega un informe y nosotros no terminamos con la calificación. Y hay que estar bajo una solo dirección. ¿Quién debe decidir? Debe ser el fiscal y no los jueces”.
Las filtraciones fueron otro de los puntos de debate en la VIU. Pedro Horrach explicó al auditorio que las investigaciones son un coladero de filtraciones. “Es imposible controlar la información. Hay mucha gente dispuesta a transmitir información. En las etapas iniciales es más fácil porque interviene muy poca gente, pero cuando explota es imposible controlar a todos. Hubo un momento que el fondo de la bahía de Palma estaba lleno de ordenadores por las filtraciones. Pero gracias a los medios se ha concienciado a la sociedad y ahora se condena mucho más la corrupción”.
En cuanto a las investigaciones, aseguró que el delito básico en cualquier investigación de corrupción es la prevaricación, aunque no es necesario que siempre esté, pero sí es la base para investigar cualquier causa de comunicación.
Pero dijo que “es el cohecho es el delito más difícil de investigar con mucha diferencia”. Y añadió que “los registros domiciliarios han sido la mejor arma en las investigaciones porque por muy ordenado que uno sea, la gente se olvida de post-it y de los correos. Lo difícil es cuando se hace a escondidas, porque no hacen falta paraísos fiscales, normalmente se paga en sobres en cafeterías y despachos. Es difícil detectar el cohecho y luego saber las procedencia del dinero. Resulta más fácil detectar el ennegrecimiento del dinero que el blanqueo”, concluyó.
La imagen del rey emérito ha quedado muy deteriorada tras los últimos capítulos del culebrón ‘Corinna’. Lo que viene ahora, una vez pase la Covid-19, es saber cómo va a afectar a la figura de Felipe VI