VALÈNCIA. Hospitales privados han reclamado a la Conselleria de Sanidad compensaciones por la inactividad durante la pandemia debido a la desprogramación instada por la administración pública para tener disponibles las camas ante un desbordamiento de los ingresos por la covid. Así lo confirman desde departamento de Ana Barceló, quienes señalan que estas reclamaciones han sido registradas y que serán abordadas.
Entre los centros privados que han registrado esta reclamación se encuentra Vithas, que en la Comunitat Valenciana dispone de varios centros. Concretamente, el Hospital 9 d'octubre, Virgen del Consuelo, Aguas Vivas en la ciudad de Valencia, además de dos centros hospitalarios más en Castellón y Alicante respectivamente. Una reclamación que, en el caso de no ser escuchada, podría derivar en una demanda a nivel judicial.
La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) encargó un informe jurídico para ver si las pérdidas que ha sufrido el sector durante la pandemia son atribuibles o no a las administraciones públicas. Llegó a una respuesta afirmativa por lo que algunas compañías se lanzaron a realizar estas peticiones.
Cabe recordar que la peor situación para los centros privados fue en la primera ola de la pandemia, cuando los centros estuvieron prácticamente sin actividad durante un mes al haber desprogramado tanto quirófanos como consultas y, sin embargo, no recibían derivaciones como sí ha ocurrido en la tercera ola cuando ha ido redireccionando a un número importante de pacientes no covid.
Fue entonces cuando Aspe, la patronal del sector, criticaba la infrautilización de las instalaciones por parte de algunos gobiernos autonómicos, entre ellos el de la Comunitat Valenciana. Y es que, la reducción de pacientes que llegan a sus instalaciones fue drástica afectando a las cuentas al no facturar de las aseguradoras ni de los pacientes privados, mientras seguían pagando nóminas al tener que estar preparados ante la posible necesidad de la administración pública.
Más asumible para las compañías ha sido la tercera ola, donde la derivación de pacientes ha sido mucho más alta ante la llegada masiva de pacientes covid a los centros públicos. A esto se ha sumado que desde la administración permitieron mantener las consultas externas, actividad que también fue desprogramada en la primera ola pero que se permitió mantener en la este último embiste del virus.