Informe 'Flujos migratorios en España durante la crisis del Covid-19 y su incidencia sobre la oferta laboral', publicado este martes por el Banco de España
VALÈNCIA. (EP) El descenso en los flujos migratorios en España a raíz del impacto de la pandemia habría afectado más a los sectores con mayor peso de ocupación extranjera, como la hostelería, la agricultura y la construcción, en los que se percibe una mayor escasez de mano de obra.
Así se desprende del informe 'Flujos migratorios en España durante la crisis del Covid-19 y su incidencia sobre la oferta laboral', publicado este martes por el Banco de España y de acuerdo con la información procedente de la Encuesta sobre la Actividad Económica (EBAE), que apunta a una relación positiva entre la escasez de mano de obra declarada por los empresarios a finales de 2021 y el peso del empleo extranjero en cada sector antes de la pandemia.
De hecho, son precisamente las ramas de hostelería, agricultura y construcción aquellas en las que los empresarios reportan una mayor percepción de escasez de trabajadores como factor limitante de su actividad en la actualidad.
Pese a que la población activa en España se situó en 2021 ligeramente por encima de los niveles prepandemia, este comportamiento enmascara una evolución muy dispar entre la oferta laboral nacional y la extranjera.
De esta manera, en la segunda mitad de 2021, mientras que la oferta laboral de los trabajadores nacionales había recuperado un nivel compatible con su tendencia precrisis, la población activa extranjera se situaba aún muy por debajo de dicha tendencia.
El Banco de España explica que en el conjunto de 2020 se produjo un descenso en el saldo migratorio de extranjeros del 48%, puesto que las entradas netas alcanzaron las 232.000 personas, frente a un saldo de 446.000 personas en 2019.
De acuerdo con la última información disponible, en el primer semestre de 2021 los flujos de salidas repuntaron de forma acusada, un 83% en relación con los registrados en la primera mitad de 2020, mientras que los flujos de entradas continuaron reduciéndose, un 22,6%. De este modo, el saldo migratorio durante la primera mitad de 2021 fue prácticamente nulo, de apenas unas 8.400 personas.
En los últimos semestres las entradas de extranjeros procedentes de Europa han ganado peso de forma considerable y han pasado de representar el 27% del total en 2019 al 31% en 2020 y al 42% en el primer semestre de 2021. Asimismo, es reseñable la evolución de las entradas procedentes de América Central y del Sur, que representaron el 47% del total en 2019 y el 44,5% en 2020, pero que se redujeron hasta el 26% en la primera mitad de 2021.
De cara al futuro, el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos ve "difícil" prever en qué medida los cambios en los patrones de los flujos migratorios que se han observado desde el comienzo de la pandemia perdurarán en el tiempo y seguirán condicionando la oferta laboral en España.
Sin embargo, los expertos apunta a que, con un horizonte temporal amplio, cabría esperar una cierta recuperación de los flujos migratorios a medida que se relajen las restricciones a la movilidad y se materialice la demanda embalsada de migración que no se haya podido satisfacer durante la pandemia.
Desde un punto de vista sectorial, el Banco de España señala que, al margen de los flujos migratorios, otros factores también desempeñarán un papel muy importante para explicar el déficit de mano de obra al que algunas ramas de actividad podrían enfrentarse en el futuro.
En particular, estas tensiones podrían ser más acusadas en aquellos sectores cuya demanda relativa se viera más impulsada como consecuencia del despliegue de los proyectos de inversión vinculados al programa 'Next Generation EU (NGEU)'.
El organismo aprecia así una asociación positiva entre la percepción de escasez de mano de obra según la EBAE y el peso de cada sector en el reparto de los fondos NGEU de acuerdo con la información disponible en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Además, el Banco de España ha advertido de que, dado que las áreas de actuación prioritaria identificadas en el marco del programa 'NGEU' son muy similares por países, el tensionamiento de algunos segmentos del mercado de trabajo podría agudizarse desde el ámbito europeo.