VALÈNCIA (EP). La plataforma SOS Hostelería reclama a los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana que amplíen las licencias de terrazas como "medida sanitaria que evite el contagio del coronavirus y garantice la seguridad de los clientes".
La petición es "mucho más contundente", remarcan, en el caso del Ayuntamiento de València que, en los últimos años, ha reducido el número de terrazas en zonas del Mercado Central, Carmen, Xúquer, Juan Llorens, Menéndez Pidal o Russafa, entre otros.
Sos Hostelería argumenta, en un comunicado, que, una vez el Gobierno levante el confinamiento, y toda vez que se apliquen las medidas de control sanitario de distanciamiento social, los espacios abiertos y al aire libre "se van a convertir en zonas de mayor seguridad para las personas".
Por ello, considera que "una mayor flexibilidad en las concesiones de ocupación de la vía pública por parte de los ayuntamientos facilitará la vuelta a la actividad empresarial de los restaurantes y cafeterías pero, sobre todo y lo que es más importante, dotará a estos negocios de mayor espacio de seguridad".
El portavoz de SOS Hostelería, Fidel Molina, declara que "la buena climatología y las infraestructuras turísticas existentes en la Comunitat Valenciana pueden servir de reclamo turístico para visitantes del resto de España una vez se supere esta fase de la crisis y se permita el movimiento de personas".
En su opinión, "las terrazas, que parecían un problema para el Ayuntamiento de València, podrían ahora ser la solución para un sector que está tremendamente afectado y en precario". "Más terrazas y más amplias, con las que respetar la distancia de seguridad, reactivaría el sector, el empleo y dinamizaría la ciudad", apostilla.
Molina plantea, incluso, que las terrazas puedan ocupar plazas de aparcamiento regulado en las calles de Valencia, en aquellas calles en las que las aceras sean estrechas.
SOS Hostelería insiste en que es "esencial que se amplíe el número y las dimensiones de los espacios para terrazas, ya que las medidas de seguridad obligarán a respetar unas distancias que en el interior de los locales será muy difícil cumplir en muchos casos". "Esos perjuicios económicos que ocasionarán las normas en el interior deberían de poderse compensar con mayores aforos en el exterior", concluyen desde la entidad.
"La crisis económica a la que nos enfrentamos exige que las administraciones públicas sean resolutivas y apliquen soluciones a los problemas más inminentes que tenemos, que son el conciliar la salud para las personas y garantizar los recursos para las empresas", concluye Molina.