Hoyo y Gamazo: "Bonig ha sido la única realmente neutral en el PPCV hasta ahora y es de agradecer"

VALÈNCIA. El proceso congresual que atraviesa el PP está conllevando una agitación que va más allá del ámbito estatal. Los populares valencianos viven su propio debate interno de cara al cónclave entre los que apuestan por Soraya Sáenz de Santamaría y los que optan por Pablo Casado.

Valencia Plaza analiza junto a  Belén Hoyo (València, 1984) y Óscar Gamazo (Gandia, 1976), dos de los referentes valencianos de la candidatura del diputado palentino, cómo está latiendo el corazón del PPCV ante este reto. Se resisten a admitir que existe una notable tensión y abogan por mirar hacia el objetivo electoral de 2019 a partir del día 22 "gane quien gane".

Respecto al fuerte apoyo del aparato valenciano a favor de la exvicepresidenta, defienden el papel de la líder regional, Isabel Bonig, en este proceso: "Ha sido la única realmente neutral hasta ahora y es de agradecer".

-En la Comunitat Valenciana, el aparato del PPCV por así decirlo respalda a Sáenz de Santamaría, ¿ustedes han detectado el juego de presiones y de promesas?
 -Hoyo. Bueno yo tampoco generalizaría. Hay gente del aparato que está con Soraya y otros con Pablo. Lo que sí puedo decir es que la única que ha ejercido una neutralidad absoluta hasta el momento del Comité de Dirección del PPCV es la presidenta, Isabel Bonig. Ha sido una postura de mucha elegancia que yo le agradezco.
 -Gamazo. Yo más que de aparatos hablaría de personas. Las personas libremente pueden escoger el proyecto que deseen. Algunas trabas hemos tenido en el proceso la verdad, como por ejemplo no tener el acceso de inscritos hasta dos días de la votación, pero son cosas que ya quedaron atrás y tampoco merece la pena demasiado insistir en eso.

-Pero díganme la verdad, ¿hay gente que antes les saludaba con afabilidad y ahora menos?
 -G. Bueno, ese será el problema de las personas que no nos saluden con afabilidad o con una sonrisa. Yo lo hago igual que antes (sonríe).
 -H. Al final esto es un proceso congresual en el que cada uno decide dónde quiere estar. A partir del día 22, deberemos ir todos juntos con quien esté liderando el partido en el ámbito nacional porque tenemos por delante un año muy importante con unas elecciones autonómicas y locales en el que el objetivo prioritario es recuperar la Generalitat con una gran candidata que es Isabel Bonig.

-Hablemos de números. Se ha publicado que desde la candidatura de Soraya, o sea dirigentes del PPCV, se asegura tener el 80% de los compromisarios de la Comunitat de su lado. ¿Ustedes qué dicen?
-G. Detrás de los números hay personas y por respeto a ello tampoco me gusta hacer ese tipo de cálculos. Me limitaré a decir que soy extremadamente positivo y pienso que las cosas van a salir bien para la candidatura de Casado.
-H. Las cuentas nos salen y diría que con un resultado mejor del que prevemos porque considero que existe voto oculto y es para Pablo. Esta es la candidatura de los militantes, que son los que han llevado a Casado a la segunda vuelta. En la provincia de Valencia, empezamos muy poquitos cargos con este proyecto: el alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, y el presidente de la Gestora de València, Luis Santamaría, básicamente. Después nos han ido llegando muchos más apoyos que estamos recibiendo con los brazos abiertos y por ello estamos muy contentos.

-¿Va a ser difícil volver a coser el PPCV después de este proceso?
-G. No creo que haga falta. Los árboles no deben taparnos el bosque, que son las próximas elecciones. Por nuestra parte no va a haber problema.
-H. Claro, es que no está roto nada. Trabajaremos en equipo todos salga quien salga vencedor. O por lo menos esa es nuestra idea.

-¿Creen que el esfuerzo de algunos dirigentes del entorno de Bonig por tomar protagonismo en este proceso se debe a que no ven posibilidades de gobernar en la próxima legislatura y por eso buscan otra salida?
-G. Yo veo esos esfuerzos amparados dentro de la libertad de cada uno para apostar por una candidatura. No veo más allá y no quiero ver más allá.
-H. Nosotros no podemos hablar por los que apoyan a otra candidatura. Mucha gente dice que desde el equipo de Sáenz de Santamaría se están prometiendo muchas cosas, prefiero pensar que no es así. No sé los motivos por los que cada uno la apoya, sé los motivos por los que nosotros apoyamos a Casado y es por su proyecto.

-Como valencianos, imagino que son los encargados de recordarle a Casado que si vence la reforma del sistema de financiación debe ser una prioridad…
-H. La posición de Pedro Sánchez en esto es totalmente incoherente respecto a lo que vienen predicando los socialistas valencianos. Hemos hablado mucho de esto con Casado y él, que tiene un gran cariño por esta tierra a la que viene mucho puesto que su mujer es de Elche, está muy sensibilizado por esta cuestión y pondrá soluciones a la reforma del sistema de financiación así como a otros asuntos como el de la libertad educativa. Sin ir más lejos, este domingo viene a Gandia para celebrar su acto sectorial nacional sobre educación y familia en el que se abordará este tema. Por otro lado, es necesario recordar que Casado ha venido aquí siempre que se le ha llamado. Es algo a tener en cuenta porque en los momentos buenos, de campaña, es fácil venir y decirle a la gente lo que quiere escuchar. Pero en los momentos malos siempre ha estado.

-¿Cómo valoran la detención –y dimisión- del presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez?
-G. Hemos visto que las máscaras se les caen al PSPV y al Compromís: su guión preestablecido de la ejemplaridad ha fracasado a las primeras de cambio. Se escudan en que no saben por qué ha ocurrido esto. Los que no lo saben son los ciudadanos y nosotros, pero ellos sabrán lo que han hecho. Vendieron a la opinión pública que venían a regenerar la política y a cargarse al PP y al final son la peor copia de las peores personas que estaban en nuestro partido. Por tanto, no nos pueden dar ejemplo de nada ni a nosotros ni a la ciudadanía. Y por cierto, Jorge Rodríguez todavía no ha dejado su acta como concejal en el Ayuntamiento de Ontinyent, demostrando así que no se aplica lo que en otros momentos ha exigido.