IBI. La ibense Vicedo Martí ha conseguido una certificación acreditada que garantiza a la empresa la exención del impuesto al plástico, aplicable desde el 1 de enero de 2023. Se trata de la certificación OK Recycled – UNE EN 15343:2008 de TUV Austria y ofrece varios beneficios, como son identificar claramente el porcentaje de plástico reciclado que contiene el producto certificado y cumplir los objetivos de la estrategia europea de economía circular.
Además, permite diferenciar los productos con la certificación acreditada de un tercero independiente, elevar el perfil en términos de conciencia medioambiental, impulsar el valor de la marca y ofrecer confianza a los clientes, consumidores y otros interesados externos, así como satisfacer la demanda de los consumidores hacia una mayor transparencia y contribuir a la visión de crear una comunidad sostenible.
Vicedo Martí, empresa de inyección de plástico y extrusión-soplado de envases plásticos, es especialistas en el desarrollo de productos y envases para los sectores cosmético, farmacéutico y sanitario.
Con todo, esta certificación es un paso significativo para Vicedo Martí en su compromiso con la sostenibilidad y la economía circular, y desde la firma explican que “estamos orgullosos de esta distinción, que refleja nuestro compromiso con la calidad, la transparencia y el cuidado del medioambiente”.
Para el director de Ibiae, Héctor Torrente, que la firma haya conseguido esta certificación “demuestra que las cosas se están haciendo bien y hay que tener en cuenta que es difícil obtener certificaciones”. Aplaude el trabajo de los empresarios, “que están cumpliendo para avanzar en la sostenibilidad y en la economía circular, y estoy convencido de que vendrán muchos más”, a la vez que destaca que supone un coste para el empresario, ya que además las certificaciones tienen una duración y se deben ir renovando.
Respecto al impuesto al plástico, remarca que “a los empresarios solo les supone un coste y más incertidumbre, y para los consumidores repercute en el coste del producto. Se implantó rápidamente, sin la información necesaria y sin ver ninguna contraprestación, de ahí que se considere una medida improductiva y con afán recaudatorio”. Además, apunta que “lo que el Gobierno ha recaudado con este impuesto no se ha invertido ni en mejoras, ni en más plantas de recuperación, que era el objetivo, sino que parece que ha ido a la caja única, por lo que no nos extrañaría que este tipo de impuesto empezara a aplicarse a otras materias primas”.