VALÈNCIA (EP). El Ibex 35 ha cerrado julio en positivo, con un avance del 0,7% frente el dato a cierre de junio, y afianzándose en la cota de los 8.100 enteros, gracias al impulso de los resultados empresariales presentados en las últimas jornadas y en un mes marcado por las subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
Si se compara con el dato a cierre de 2021, cuando el selectivo se situaba en los 8.713,7 puntos, cae en torno a un 6% en el semestre, afectado por la guerra en Ucrania, la elevada inflación y la incertidumbre con respecto al crecimiento económico. Este viernes, el índice ha terminado en los 8.156,2 enteros, con una subida del 0,88%.
Precisamente la elevada inflación ha sido una de las cuestiones que ha centrado la atención de los inversores en julio. Ante los nuevos máximos que ha marcado el IPC tanto en Estados Unidos como en Europa, el BCE ha comenzado a reaccionar con una primera subida de tipos de 50 puntos básicos -frente a los 25 puntos esperados- mientras que esta semana la Fed ha elevado los tipos otros 75 puntos.
Además, la aprobación de un nuevo impuesto a la banca y a las energéticas ha sobrevolado por encima del selectivo español. El sector bancario se vio en un primer momento impactado por la medida, que se ha compensado con otras noticias, como la mayor subida de tipos en Europa, o la propia presentación de resultados empresariales, que esta última semana de julio se ha intensificado.
Hoy, BBVA ha anunciado que ganó 3.001 millones en el primer semestre del ejercicio actual, un 57% más, y CaixaBank alcanzó un beneficio de 1.573 millones, un 17,1% más en base comparable.
El grupo Amadeus registró un beneficio de 341,8 millones de euros en el primer semestre del año, frente a unas pérdidas de 106,7 millones antes, e IAG redujo sus 'números rojos' hasta los 654 millones hasta junio, frente a las pérdidas de 2.048 millones de un año antes.
El analista de XTB, Joaquín Robles, destaca el buen comportamiento semanal de las empresas de renovables, al calor de las nuevas interrupciones en el suministro de gas ruso, lo que amenaza también la distribución en invierno.
Como referencias 'macro', en España hoy se ha conocido que la economía del país aceleró su crecimiento trimestral entre abril y junio, hasta situarlo en el 1,1%, frente al 0,2% del trimestre anterior, mientras que el IPC bajó dos décimas en julio en relación al mes anterior, pero disparó su tasa interanual seis décimas, hasta el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.
En la eurozona, el crecimiento del PIB se aceleró al 0,7% en el segundo trimestre, mientras que la tasa de inflación interanual de la zona euro se ha situado en julio en el 8,9%, frente al 8,6% registrado en junio, en lo que supone el mayor encarecimiento de los precios en la región del euro de toda la serie histórica y más de cuatro veces la meta de estabilidad de precios del 2% del Banco Central Europeo (BCE).
En Estados Unidos, se publicó ayer el dato del PIB del segundo trimestre, que experimentó una caída del 0,2%, tras ya haberse contraído un 0,4% en los tres primeros meses del año, lo que implica que la economía estadounidense entró en recesión técnica.
En la sesión de hoy, el Ibex 35 ha avanzado un 0,88%, con BBVA (+5,97%) liderando las subidas, seguido por Fluidra (+5,33%), Merlin (+4,28%), Acerinox (+4,19%), Colonial (+3,69%), ACS (+3,63%), Acciona (+3,30%) y ArcelorMittal (+3,22%).
En el terreno negativo, han destacado PharmaMar (-5,47%), Sacyr (-4,13%), Rovi (-3,04%), Grifols (-2,40%) y Banco Sabadell (-2,22%).
El resto de bolsas europeas también han cerrado con ganancias, del 1,06% en Londres, del 1,72% en París, del 1,52% en Fráncfort y del 2,16% en Milán.
Por otro lado, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se situaba en 110,21 dólares, con un ascenso del 2,8%, mientras que el Texas se colocaba en los 100,51 dólares, tras subir un 4,2%.
Por último, la cotización del euro frente al dólar se colocaba en 1,0203 'billetes verdes', mientras que la prima de riesgo se situaba en 115 puntos básicos y la rentabilidad del bono español a 10 años se colocaba en el 1,904%.