VALÈNCIA. Inmobiliaria Guadalmedina (IGSA), la empresa que agrupa las participaciones de Enrique Ballester, cerró el ejercicio de 2015 saliendo de la senda de pérdidas. Mientras que en 2014 las pérdidas fueron de 3,6 millones, en 2015 el beneficio ascendió hasta 2,6 millones.
A esto contribuyó el ascenso en la facturación, que pasó de ser 30,9 millones en 2014 a 36,5 en 2015. IGSA, donde concentró su negocio Enrique Ballester cuando se separó de su hermano Andrés hace ahora diez años, tiene una cartera diversificada de activos, entre viviendas en venta, centros comerciales y hoteles arrendados a terceros.
Según las cuentas depositadas en el registro, en el último ejercicio IGSA facturó 36,5 millones, de los que 18,2 millones proceden de la venta de promociones de viviendas -que en 2014 fue de 13,07 millones, mientras que por arrendamientos alcanzaron los 18,2 millones.
Sus rentas provienen en gran medida de parques comerciales como Parque Ademuz, Centro Comercial El Osito o el Sorolla Shopping Center. Respecto a hoteles, son propietarios del inmuebles del Hotel Sorolla Palace y Hotel Albufera.