VALENCIA. Iker Marcaide pone en funcionamiento su colegio Montessori en Valencia. El centro educativo Imagine Montessori School, próximo a Alfahuir, en la zona norte de la ciudad de Valencia, acogía este lunes al primer grupo de familias que apuestan por esta metodología.
Han puesto en marcha las dos primeras aulas para edades comprendidas entre los 3 y 6 años. Imagine Montessori School será el único centro en Valencia con este método -existen ya otros centros- que ofrecerá progresivamente el ciclo completo de edades desde los 3 a los 18 años.
Mariano Pontón, director y cofundador de Imagine Montessori School, destaca que "Valencia busca este tipo de educación que se va afianzando y creciendo en pleno debate sobre el modelo educativo, al ofrecer una educación centrada en los niños y niñas y que integra a las familias en el proceso educativo".
Este proyecto ha sido fundado por tres familias que buscan una educación que fomente aspectos como la curiosidad, autonomía, espíritu emprendedor, creatividad y las ganas y placer por aprender, unido a un compromiso social y medio ambiental, entre ellas el emprendedor Iker Marcaide.
Imagine Montessori School abre con la autorización del British Council y utiliza el inglés como idioma vehicular en todo el programa de enseñanza. "Pensamos que hoy en día es fundamental repensar la educación. Creemos que es importante dotar a los niños de herramientas y conocimientos que les preparen para afrontar un mundo tan cambiante, donde se tendrán que crear y buscar su propio camino", concluye Mariano Pontón.
En el mes de mayo el colegio cerró una ampliación de capital de 1,2 millones de inversión que destina a las instalaciones.
Las claves de 'montessori'
El método utiliza cuatro elementos diferenciales. La mezcla de edades en las clases, para favorecer que los pequeños aprendan de los mayores y que los mayores se reafirmen enseñando a los menores,
También trabajo ininterrumpido, para favorecer la concentración e independencia. Material didáctico cuidadosamente estudiado y diseñado, que permite una educación personalizada que se adapta a los intereses y ritmo de cada niño
Maestro-guías que acompañan en el proceso educativo fomentando la participación activa en el aprendizaje, en lugar de que el niño adopte un rol pasivo. También se prepara a los niños para afrontarse a situaciones como capacidades sociales, espíritu emprendedor, la creatividad, la autonomía y en particular, el placer e interés por aprender.
