VALÈNCIA. El mundo de la ilustración ha ganado una considerable notoriedad en los últimos años. Poco a poco, se va depositando confianza en nuevas formas de pintar mucho más innovadoras que, aunque quizás uno no se percate, rompen constantemente con prejuicios y estereotipos precisamente por la forma en que se pinta. No siempre es necesario reivindicar algo de manera directa y a través de un mensaje conciso. La ilustración permite hacer llamamientos implícitos. Muestra de ello es la pieza que el ilustrador Luis Galvis ha presentado a la última edición de la exposición València se ilustra. En ella, aparecen todo tipo de animales y seres indefinidos frente al edificio Iturbi, en València. Es toda una manera de predicar la igualdad a través del dibujo sin la necesidad de tener que escribir mensajes concretos y directos, que a la larga pueden acabar perdiéndose entre la fugacidad de una sociedad tan sumida en la inmediatez.
Este es uno de los objetivos de la muestra. València se ilustra vuelve reuniendo a un total de 18 artistas seleccionados en una exposición colectiva a la que se podrá acudir a partir del 19 de septiembre en La Rambleta. Su comisaria, Cristina Chumillas, explica a Culturplaza los criterios que se han puesto sobre la mesa a la hora de seleccionar a los ilustradores. Uno de entre todos ellos será premiado con una exposición integrada en la programación expositiva de este año en La Rambleta, durante el mes de abril.
Retratos personales de la ciudad de València
València se ilustra ha seleccionado las obras que se expondrán en esta edición con un criterio claro: la representación de la ciudad de València. No obstante, Cristina Chumillas explica que dicha representación no ha estado acotada en ningún momento por dibujar un lugar emblemático o conocido de la ciudad. No, el retrato de València ha podido ser totalmente personal, y ha respondido a los pensamientos internos de cada ilustrador. De esta manera, entre los seleccionados hay ilustradoras como Dulce Adell, que ha decidido dibujar el Teatro de marionetas La Estrella, ubicado en La Petxina; como Sara Luz, que ha pintado un edificio del Cabanyal, con un mensaje de defensa del barrio; o como Paula M. Rufat, que ha dibujado una de todas aquellas barracas que pueblan la Albufera de València.
Cada artista ha podido retratar su ciudad en la medida en que significa algo para él o ella. Algunos sí han apostado por lo más emblemático, sin que ello suponga (ni mucho menos) una menor profundidad artística. Muestra de ello es la detallada vista de un atardecer en la Plaza de la Virgen patente en la ilustración de Jaume Pallardó.
Según explica Chumillas, “no ha habido ninguna indicación más allá de retratar la ciudad de València. Ellos mismos deciden si quieren mostrar un monumento o algo que, desde su visión, pueda expresar algo especial, aunque no sea un lugar conocido. Tienen esa libertad”.
Bajo este paraguas de posibilidades, la oferta expositiva ha resultado ser bastante diversa. Desde los ya mencionados barrio del Cabanyal y la Albufera, hasta una panorámica de San Isidro -por parte de Antonio Chumillas-, la Calle de La liberad -de la mano de Julieta XLF (reivindicando el feminismo)-, o un renovado y colorido Edificio Torner plagado de mensajes de defensa del ecologismo o el antirracismo, por parte de Alba Casanova. Todo ello consagra esta edición de València se ilustra como una iniciativa en la que, aunque no se busque directamente, la ilustración se plantea como una profunda reivindicación sobre asuntos de todo tipo.
Alternancia de perfiles
A la hora de seleccionar a los ilustradores que aparecerán en la muestra, València se ilustra ha tenido muy en cuenta, según su comisaria, “la alternancia de perfiles”. Explica que “para que hubiera variedad y no todo fueran artistas consagrados o totalmente desconocidos”, se han centrado en ofrecer variedad dentro de criterios como “la especialidad -desde ilustración editorial, para libros de texto, de publicidad, de cómic-, y también alternancia en cuanto a la trayectoria de los artistas, que han sido escogidos desde rangos profesionales hasta noveles. “De esta manera, se facilita el contacto entre ellos, podrán aprender más y se retroalimentarán entre todos. Buscamos potenciar que se conozcan”.
Además de potenciar el aprendizaje mutuo, València se ilustra tiene como principal pretensión “dar apoyo y visibilidad a la comunidad de ilustradores”. Para ello, llevan trabajando desde 2015, que es cuando nació la iniciativa, que además se celebra tres veces por año. “La ilustración ha cogido mucha fuerza en los últimos años -explica Chumillas-. Hoy en día es un lenguaje con mucha notoriedad entre el público general. Pretendemos reforzar a los artistas y darles la oportunidad de enseñar su trabajo. Por eso precisamente hacemos hincapié en la alternancia de perfiles”.
Y en esta evolución que ha experimentado la ilustración valenciana, parece que la reivindicación haya sido casi obligada. No por València se ilustra, que de hecho no exigía ningún requisito de denuncia social- sino por los propios artistas. Buena parte de las obras seleccionadas tienen un fondo de defensa social de causas como la defensa de los derechos de los refugiados, del colectivo LGTBIQ+, la crítica a los recortes, el feminismo, el fomento del comercio local, la salvaguardia de barrios como el Cabanyal y, en definitiva, el alegato a poder ser quien eres sin que un estereotipo, una cultura o directamente un idiota te lo impidan.
Al respecto, Cristina Chumillas señala que en todas las ediciones suele estar presente este sentimiento social. “Estamos encantados de que se lleven a cabo este tipo de reivindicaciones. Defender nuestra identidad es importante, debemos tratar de salvaguardarla de la forma que sea, no olvidar lo que tenemos y, siempre, tener un poco de conciencia de futuro”.
La Rambleta habilitará una exposición en abril de 2021 para la persona que gane la iniciativa València se ilustra. “Se le ofrecerá todo lo que conlleva la producción de una exposición, así como una bolsa económica. La muestra que expongan no tiene que ser hecha ex profeso para La Rambleta, sino que pueden ser trabajos antiguos siempre que guarden una coherencia, un discurso y una temática común".
El comité encargado de seleccionar al ganador está formado por la directora de Rambleta, Lorena Palau; el director del Centro del Carmen Cultura Contemporánea y gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont; la especialista en ilustración y divulgadora Clara Berenguer; el diseñador e ilustrador Boke Bazán; la comisaria Cristina Chumillas; y Joana Alonso. Durante la inauguración del sábado 19 de septiembre anunciarán al ganador.
Entre los artistas se encuentran Diego Mir, Marta Colomer "Tutticonfetti", Ana Collado, Sara Luz, Lalo Kubala, Jaume Pallardó, Alejandra de la Torre, Dulce Adell "La Niña Pollo", Paula M. Rufat, Luis Galbis, Don Rogelio J, Juanma Martínez, Antonio Chumillas García "Tete Chumi", Alba Casanova, Laura Rico, Sergio Montal, Fran Mengual y Julieta XLF.