VALÈNCIA. Un juzgado de de Instrucción de València investiga a un guardia civil destinado en la Plana Mayor por un delito de malversación y otro de falsedad documental. Según la investigación realizada por Instrucción 15 y por la Policía Judicial de la Guardia Civil, a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, el agente habría falsificado, al menos desde el año 2014, diversas comisiones de servicio a nombre de otros compañeros para presuntamente obtener de forma ilícita 166.000 euros.
Así, los nombres de los guardias que habrían solicitado dichas comisiones serían reales, mientras que las comisiones de servicio que habría puesto el guardia imputado serían inventadas por él, de ahí el delito de falsedad documental.
Para no llamar no llamar la atención, las cantidades que obtenía no eran demasiado grandes. De hecho, si se tiene en cuenta que estuvo supuestamente malversando más de seis años, la cantidad anual media que habría obtenido no supera los 30.000 euros, mientras que el volumen económico que se maneja desde el Instituto Armado para comisiones es de cientos de miles.
El hombre, destinado a la Unidad de Dietas desde que estas fueron creadas en los años 90, conocía el sistema y los recovecos del mismo a la perfección. Es más, fue un pequeño error que otro compañero detectó lo que “hizo saltar la liebre”. Las fuentes consultadas explicaron que de no ser por la pericia de ese compañero “seguiría robando, pues era experto en el tema”.
En la Guardia Civil existen dos tipo de dietas. Las primeras, aquellas que se pagan cuando quien las recibe va a estar menos de un mes fuera. En esas, el Guardia Civil paga lo que necesita y, después, con facturas, se le devuelve.
Las segundas son las conocidas como IRE donde, el Ministerio del Interior paga antes de realizar la comisión, a modo de adelanto, el 80 por ciento del dinero solicitado o en el que se ha valorado la comisión, y el 20 por ciento restante se abona a la vuelta si es necesario. Y sería con ese 80 por ciento con el que, el ahora investigado, habría jugado para desfalcar del cuerpo los 166.000 euros.
El modus operandi del imputado era bastante simple en ejecución, pues como el ministerio abona esas cantidades a las cuentas bancarias de los guardias solicitantes, la cuenta que figuraba para recibir los pagos de Madrid era la del propio guardia civil imputado. Aunque previamente, su aporta Iva sí era un poco más fina, ya que el hombre había falseado la orden de nombramiento de sus compañeros para las diferentes comisiones de servicio.
Uno de los motivos por los que no saltó el asunto antes es porque en el cuartel de Benimaclet se conceden muchísimas comisiones de servicio como, por ejemplo, las del servicio de Helicópteros, cuyos miembros viajan con asiduidad a reforzar las Islas Baleares, el Estrecho o países como Mauritania. También hay otras comisiones que se repiten cada año, y en las que el guardia podía “trabucar” con facilidad una comisión falsa como, por ejemplo, en la operación verano, donde cada año se mueven de sus destinos cientos de guardias civiles.
Por ahora, la investigación sigue su curso. De momento, la investigación que realizó la intervención del propio cuartel y que continuó la Policía Judicial de la Guardia Civil, en este caso el Grupo de Patrimonio, sigue sin prisa pero sin pausa. El juzgado y la Fiscalía están a la espera de los informes que envíen los agentes.