VALÈNCIA (EP). El Instituto de Investigación Sanitaria Incliva, del Hospital Clínico de València, está desarrollando un proyecto que tiene como objetivo evaluar las razones por las que las pacientes con cáncer de ovario acaban haciéndose resistentes a los fármacos inhibidores del PARP, a pesar de los beneficios iniciales que estos generan en el tratamiento de este tipo de tumor, tras la aplicación de quimioterapia.
El punto débil de las células de cáncer de ovario es su defecto para reparar el ADN, una función necesaria para que el tumor pueda sobrevivir. Una de las pocas proteínas funcionantes que le queda al tumor para esta reparación es PARP. Los inhibidores de PARP inhiben (es decir, inactivan) PARP provocando que, al quedarse sin proteínas reparadoras, la célula tumoral muera.
Los fármacos inhibidores del PARP son una medicación oral que ha permitido alcanzar unas tasas muy elevadas de control de este tumor y han revolucionando el manejo del cáncer de ovario. Sin embargo, antes o después, la gran mayoría de pacientes acaban haciéndose resistentes a ellos y dejan, por lo tanto, de obtener los beneficios de este tratamiento.
La investigación de Incliva analiza, en líneas celulares y en el plasma de las pacientes expuestas a tratamientos contra el cáncer de ovario, los cambios en la vía de las aurora kinasas -un tipo de proteínas que regulan la capacidad de una célula maligna para dividirse- y su impacto en la generación de resistencias a los inhibidores de PARP y a la quimioterapia. Para su desarrollo, ya se ha iniciado el reclutamiento de las pacientes y se están realizando los experimentos con líneas celulares.
Los responsables del proyecto son el doctor Alejandro Pérez-Fidalgo, oncólogo médico, miembro del Grupo de Investigación en Desarrollos Diagnósticos y Terapéuticos Innovadores en Tumores Sólidos de Incliva y del Grupo de Tumores Ginecológicos de la European Society of Medical Oncology, coordinador del Comité Científico del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario y profesor asociado de la Universitat de València, y la doctora Begoña Pineda, investigadora postdoctoral y profesora Asociada de Fisiología de la UV.
Los investigadores tienen previsto enviar los primeros resultados en líneas celulares al congreso anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se celebrará el 16 de septiembre.