Si la dirección regional consigue convencer a los actuales concejales de que abandonen el acta el grupo resultante, de no producirse renuncias, sería heterogéneo
VALENCIA. La maniobra iniciada por la dirección regional del PPCV para convencer a los nueve concejales del grupo popular en el Ayuntamiento de Valencia de que abandonen su acta dejaría, salvo renuncias o intervención directa en esa línea por parte del partido, un equipo heterogéneo en el que habría independientes, presidentes de distrito y también militantes de base.
Así, de producirse la entrega de las nueve actas y en el caso de que corriera la lista de forma natural con la aceptación de los siguientes miembros de la candidatura, el actual portavoz municipal, Eusebio Monzó, único no investigado en la causa, se vería acompañado por Carlos Mundina, Joaquín Marco, Juan Giner, Enrique Pardo, Paula Llobet, Mercedes Moreno, Adriana Hernández, Pablo Carreres y Carmen Gavila, por este orden.
Pese a que la dirección regional subraya que el proceso se está llevando "paso a paso" y rechaza "realizar elucubraciones" sobre la futura composición del grupo, resulta factible esbozar cuál sería el dibujo del futuro equipo, que podría estar compuesto por hasta tres independientes, un exconcejal, tres presidentes de distrito y dos militantes de base.
No obstante, este futuro grupo estaría condicionado también a las posibles renuncias de los miembros de la lista. La delicada situación de la negociación con los actuales ediles invita a la prudencia: ninguno de los hipotéticos ocupantes de estos puestos contactados por este diario quiso pronunciarse sobre si tomarían el acta de llegarles el turno de elegir.
El único de los dirigentes con experiencia en un cargo del consistorio que podría entrar es Carlos Mundina, quien ha sido asesor varios años en el Ayuntamiento de Valencia -ahora también realiza estas funciones- e incluso tomó el acta de concejal en las postrimerías de la pasada legislatura en sustitución de Alfonso Grau.
Los dos siguientes puestos podrían estar ocupados por dos independientes con "buen cartel" para distintas fuentes del partido : Joaquín Marco es decano de Derecho, Empresa y Ciencias Políticas en la Universidad Cardenal-Herrera CEU y Juan Giner es, desde 2004, funcionario de la Administración Local con habilitación de carácter estatal y ha pasado por diversos cargos del segundo escalón de la Generalitat. Actualmente, se encuentra trabajando en la Diputación de Alicante.
Los siguientes puestos podrían ser ocupados por Enrique Pardo y Paula Llobet. El primero, quien fue incluido en la gestora de Valencia, pertenece a la agrupación de Pedanías Oeste y preside la Asociación de Pequeños Empresarios de Benimàmet. En cuanto a la segunda, se encuentra trabajando como directora en la Fundación InnDEA, dependiente del Ayuntamiento de Valencia. Fuentes populares señalan que Llobet ya tenía un puesto en ese departamento antes de la llegada al poder del tripartito. València en Comú, que controla InnDEA, ha valorado su experiencia y ha decidido darle continuidad.
A continuación, los tres siguientes posibles concejales serían tres presidentes de distrito. Así, Adriana Hernández, quien figuró 17 años como asesora en Imelsa, es la responsable de Patraix; Mercedes Moreno hija de la histórica Luchy Esteban, se encuentra al frente de Abastos y Pablo Carreres, quien fue asesor del vicepresidente del Consell, preside Ciutat Vella. El último de los puestos que podría ocuparse a priori sería para Carmen Gavila, abogada experta en materia fiscal y militante de base del distrito de Ruzafa.
No obstante, y según apuntan fuentes populares, aunque se produjera la renuncia de los nueve ediles investigados se da por seguro que alguno de los posibles concejales declinaría la oferta por motivos personales o laborales. En ese caso, los siguientes que tendrían la opción de tomar el acta serían tres militantes de Tránsitos, Pedaníes Nord y Exposición: Germán Francisco García Barrios, María Amparo Navarro Belenguer y José Antonio López Mateu.
Por otro lado, otra de las opciones que no puede descartarse aunque su encaje sería muy complicado consistiría en que los miembros de la candidatura renunciaran al acta en cascada incluidos los reservas, situación en la que el PPCV podría designar a los representantes que considerara.