CASTELLÓ. Intercitrus ha celebrado este jueves su asamblea general en las instalaciones de la Cooperativa de Productores de Alcalá del Río (Sevilla). Con la primera reunión fuera de la Comunitat Valenciana en esta nueva era, la interprofesional citrícola ha reafirmado su unidad de cara a futuras campañas de promoción y a la reivindicación del sector.
En la cita, la presidenta de esta organización -que integra a los productores y comercializadores de naranja y mandarina de todo el país-, Inmaculada Sanfeliu, ha realiza un completo análisis de la “pésima” evolución de la presente campaña., que ha venido determinada por el retraso de los envíos a Europa del principal proveedor no comunitario, Sudáfrica, que comercializó un tonelaje récord de naranjas durante los meses de septiembre, octubre e incluso noviembre “con nuestra temporada ya iniciada y a precios inusualmente bajos”.
Esto, y la amenaza creciente de la oferta barata de Egipto, “que ya inundó la UE con sus naranjas valencias” en los últimos meses de la pasada temporada y que lleva camino de repetir el mismo escenario en la presente, han lastrado la temporada. Más aún cuando la guerra en Ucrania y las sanciones al régimen de Putin “podrían alterar los difíciles equilibrios entre mercados y provocar un desvío masivo a la UE y al Reino Unido del tonelaje que Marruecos, Turquía, Grecia y la propia Egipto vienen exportando a Rusia”, ha destacado Sanfeliu.
De ahí que “ahora más que nunca necesitemos de una interprofesional fuerte, cohesionada, con capacidad de interlocución ante Madrid y Bruselas para avanzar en materia de reciprocidad”, esto es, que todos los cítricos que entren a la UE cumplan con las mismas exigencias laborales, sociales, ambientales, fitosanitarias y de seguridad alimentaria que se exigen a los citricultores europeos.
No en vano, en lo que llevamos de siglo han entrado en la citricultura española más de 16 plagas y enfermedades foráneas. Avanzar en materia de sanidad vegetal es, por ello, una segunda gran prioridad de la interprofesional. Tras más de un lustro reivindicándolo sin éxito por separado, esta campaña el sector ha logrado el hito de la aprobación, por parte de la UE, de un cold treatment a las importaciones de naranjas de todos los países que padecen la falsa polilla. “Este logro demuestra la capacidad que tenemos si seguimos cohesionados en torno a esta interprofesional”, destaca Sanfeliu.
El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, ha querido remarcar también a este respecto que, pese a la ausencia unilateral de los representantes de Asaja-Andalucía, Asaja (la entidad nacional) está “plenamente representada” en Intercitrus y que las “puertas de la organización siguen abiertas” para su reingreso.
Respecto del tratamiento de frío -ahora en fase de alegaciones en la Organización Mundial del Comercio- la cita ha remarcado la necesidad de intensificar las presiones y acción de lobby ante el Gobierno español y la Comisión Europea para asegurarse que la aplicación del nuevo reglamento se dé ya este mismo verano, cuando arranque la temporada de envíos del hemisferio sur.
Con la intención de ganar operatividad en los objetivos estratégicos definidos por la interprofesional se ha decidido crear tres grupos de trabajo específicos. De un lado, para avanzar en materia fundamentalmente de reciprocidad y de sanidad vegetal, se ha creado una comisión de estudio de la legislación comunitaria sobre seguridad alimentaria, calidad, fitosanitarios y competencia.
Un grupo que, en su caso, podrá estar asistido por un gabinete jurídico especializado externo. Se pretende con ello hacer aportaciones a la nueva orientación que la presidencia de la UE a cargo de Francia -alineada con el Gobierno español- quiere dar a la política comercial europea, con la inclusión también en tales tratados de las llamadas cláusulas espejo.
De otra parte, y ante la evidencia de que el consumo de cítricos en Europa pudiera estar resintiéndose y de que el espacio en los lineales de la gran distribución europea cada vez está más ocupado por otras frutas como las tropicales, Intercitrus va a empezar a trabajar en próximas campañas de promoción y en la redacción de una posible extensión de norma con la que financiar tal publicidad y poder solicitar las ayudas europeas existentes.
En tercera instancia, se ha apostado por crear un tercer grupo de análisis de contratos de compraventa de naranjas y mandarinas que se ajuste a lo prescrito en la Ley de Mejora de la cadena Alimentaria para dar así mayor seguridad jurídica a los citricultores.
En la asamblea general han participado 16 representantes sectoriales, con evidente protagonismo de los procedentes de Andalucía y Murcia. Además de la presidenta, que acudía también en nombre del Comité de Gestión de Cítricos (CGC) y de la propia directora de la interprofesional, María Pilar Fos, han estado presentes Pedro Gomáriz y Paco Gil (ambos de COAG-Murcia), Salvador Fernández (COAG-Córdoba), Cristóbal Aguado y Celestino Recatalá (AVA-Asaja) -todos ellos del colegio productor-; Francisco Bernal, Jaime Martínez, Lucía Porras, Rocío Soriano, Enrique Santos y Jesús Valencia (todos ellos de la Confederación de Cooperativas Agroalimentarias de España, CCAE, de Sevilla), Enrique Bellés y Egón Cervera (CCAE, Valencia) -todos del colegio del Comercio de Cooperativas-; y Juan Manuel Bernal y Lorenzo Reyes (Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas Integradas en el CGC-Huelva) –estos dos del Colegio del Comercio Privado Asociativo-.
Antes de iniciarse la sesión, el jefe del Servicio de Sanidad Vegetal de la Junta de Andalucía, Rafael Sánchez Trujillo, informó a los asistentes sobre las medidas incluidas en el Plan de Contención de esta región para evitar y en su caso detectar precozmente la Trioza erytreae. Como es bien sabido, este insecto -más allá de ser en sí mismo una preocupante plaga- es el vector del HLB, la enfermedad bacteriana considerada más letal para la citricultura.
El también llamado psílido africano, desde que fue identificado por primera vez en Galicia en 2014, se ha extendido por el litoral atlántico, desde Lisboa al País Vasco. Su última detección hace unos meses en zonas productoras de cítricos del Algarve lo sitúa a escasos cien kilómetros de las plantaciones de Huelva.