VALÈNCIA (EP). El 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una de las enfermedades no contagiosas de la piel más frecuentes, y Se trata de una patología inflamatoria de la piel que no reviste gravedad pero que afecta a la calidad de vida pues la piel está tan sensible que pica hasta provocar el rascado y como consecuencia eczemas lo que afecta emocional y socialmente a las personas que la padecen.
Según el doctor Juan Jose Liñana, alergólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “con la llegada del otoño, las pieles atópicas empiezan a verse afectadas por los cambios de temperatura, la reducción de la hidratación del verano, la sequedad del ambiente y el estrés que supone el inicio de rutinas después de las vacaciones; lo que conlleva que las consultas por este tipo de afección aumenten hasta en un 30% a partir de los meses de septiembre u octubre” y subraya que “si existe dermatitis atópica quiere decir que existe una alergia. La atopia es la reacción anormal de hipersensibilidad frente a diversos alérgenos, es decir, es una reacción alérgica en la piel”.
Principalmente, afecta a los niños, “el 60% de los casos de dermatitis atópica son infantiles, destacando que, dentro de ese porcentaje, un 70% de los casos se da en niños de 0 a 5 años. Se trata de la dolencia crónica de la piel más frecuente en la infancia, aunque suele mejorar al llegar a la pubertad”, comenta el profesional.
La dermatitis atópica condiciona de manera notable la calidad de vida de estos niños y en muchos casos supone el primer paso para el desarrollo de otras enfermedades atópicas, lo que se conoce como marcha alérgica, como rinoconjutivitis alérgica, el asma o la alergia alimentaria. Por ello es crucial el diagnóstico correcto por parte del alergólogo, ya que la intervención precoz puede ayudar eficazmente al paciente e incluso modificar la evolución de dicha marcha atópica”.
Prevenirla en la infancia
Según el doctor Liñana, “la prevención sería evitar en mayor medida los factores que favorecen el empeoramiento de las lesiones como por ejemplo los cambios bruscos de temperatura, los ambientes secos, polvo, arena o humo de cigarrillo” y añade que “después de la buena época que suele suponer el verano para la dermatitis atópica, lo ideal es seguir manteniendo la hidratación que le damos a nuestros hijos con cremas emolientes indicadas para este tipo de afección incidiendo en el interior de los codos y parte posterior de las rodillas, es decir en los pliegues articulares”.
A la hora del baño, hay que tener en cuenta evitar el exceso de temperatura y colonias o jabones que tengan detergentes agresivos, “lo ideal son geles en textura de aceite, secar con la toalla sin frotar y el baño con agua templada (máximo 34°C)”, matiza el profesional.
Por último, el tipo de ropa a elegir también es un factor a tener en cuenta, “se debe evitar comprar prendas de fibra sintética, y lo idóneo es cortar las etiquetas para que no rocen la piel. La mejor opción es la ropa de algodón, de colores claros y amplia para evitar la sudoración que en algunos casos facilita los brotes”, concluye el doctor Liñana.