ALICANTE. Intrum, gigante de gestión de activos inmobiliario, ha presentado ya este martes el Expediente de Regulación de Empleo con el que quiere reducir 600 puesto de trabajo de los 2.200 que tiene el grupo en la actualidad en España después de la integración de Haya Real Estate. La medida afectará a sus empresas con presencia en la Comunitat Valenciana (Solvia, Intrum Servicing, Aktua, Haya), en concreto a los 329 que trabajan en las diferentes centros de Alicante y a los 80 de València, según ha podido saber Alicante Plaza. Entre los 329 de Alicante, 254 son de Solvia, y el resto de otras empresas (hasta sumar 75) del grupo. En el caso de València, pertenecen a Haya.
Intrum, multinacional de origen sueco y con presencia en más de 10 países en Europa, se estableció en el territorio de Alicante, como consecuencia de la compra a Banco de Sabadell de su inmobiliaria Solvia, que contaba con una plantilla de más de 600 trabajadores en la ciudad. En su día, según aseguran los sindicatos, sus promesas fueron la continuidad del negocio y el aseguramiento de los puestos de trabajo.
Como publico hace días la empresa especializada, el ajuste afectará tanto a los antiguos empleados de Haya Real Estate, como los que ya trabajaban en Intrum. Se prevé que el ERE se ejecute en los meses de verano. Para proyectar y gestionar todo el procedimiento la compañía ha contratado a la consultora estadounidense Oliver Wyman por unos honorarios de 4,1 millones, una cifra criticada por los trabajadores, dados los recortes que se van a llevar a cabo.
En el caso de Solvia Alicante, sostienen los sindicatos que el Grupo Intrum ha ido desvinculándose, poco a poco, del personal laboral hasta contar en la actualidad con unos 255 en sus oficinas de Alicante, quienes gestionan más de 100.000 activos para bancos y fondos de inversión, entre otros colectivos. "Esta reducción paulatina del número de personas trabajadoras ha supuesto el hastío y agotamiento de las mismas, afectando a su salud laboral debido a las elevadas cargas de trabajo soportadas, el número de horas extraordinarias no remuneradas y la falta de tejido productivo en la provincia que permita alternativas laborales", denuncian. Hay que recordar que en el caso de Solvia será el segundo ERE, después del ejecutado en 2019.
Esta situación de deterioro, añaden los sindicatos, se ha visto mermada con la pérdida de adquisitivo, que se ha ido reduciendo en los últimos años más allá del 30% sin que la empresa adoptara medidas para paliar tales como subidas de IPC". Además, según UGT, "Intrum no ha cumplido con los requerimientos legales del establecimiento de un plan de igualdad que velara por la igualdad retributiva entre hombres y mujeres, entre otras circunstancias".
Desde UGT dicen sorprenderse de "la decisión de Intrum, de iniciar un ERE, cuando recientemente ha resultado servicer ganador del Proyecto de gestión de activos más importante de España, en el que se preveía necesitar más de 200 personas en exclusiva para la gestión de sus activos, mientras que de otro lado anuncia a la prensa especializada que no necesita liquidez para la gestión".
A su juicio, todo esto, además, "se enmarca en una política paulatina de desmantelamiento de una compañía que resultaba rentable, siendo reveladores los hechos de la progresiva eliminación de los sistemas de previsión social de los que gozaba Solvia durante su pertenencia al Grupo Banco Sabadell, como eran los seguros médicos o ventajas en materia de financiación, coche de empresa para ejecutivos -pero no para aquellos que aportan al negocio- y todo ello mientras se trabaja en unas instalaciones mediocres y deplorables en Alicante".