La caída de los precios de la energía de un 3% a lo largo del mes de agosto fue el motor del descenso previsto de la inflación en la zona euro, frenando el aumento del coste de la vida al 2,2%.
El índice subyacente, sin embargo, mostró poca mejoría. Cayó, sólo ligeramente, del 2,9% al 2,8% en agosto. En particular, la subida de los precios de los servicios se aceleró del 4% en julio al 4,2%. Los datos de los diferentes países muestran que subieron sobre todo los precios de los viajes organizados y las pernoctaciones. En el caso de Francia, también influyó el efecto olímpico. Tras el final de la temporada de vacaciones, se esperan ligeros ajustes a la baja de los precios, a lo largo de los próximos meses, aunque la tendencia subyacente de los precios se mantendrá por encima de la media, debido a los aumentos salariales.
Por el contrario, continúa la tendencia a la baja en los bienes de consumo. Los precios subieron sólo un 0,4% (frente al 0,7% de julio) y la menor demanda interna ejercerá una mayor presión a la baja sobre los precios en los próximos meses.
En general, es probable que muchos dentro del BCE valoren con alivio las cifras de hoy. Se fijan en una amplia gama de indicadores (por ejemplo, la evolución de los salarios). Sin embargo, la caída de la inflación es una pieza importante del rompecabezas para aumentar la confianza en que se alcanzará el objetivo de inflación del 2%. Seguimos esperando un recorte de tipos de 25 puntos básicos en septiembre.