La formación ha llevado a Antifraude el procedimiento mediante el cual se devolvió a la promotora el derecho a construir
VALÈNCIA. Los vecinos de Godella observaron con cierto estupor cómo, a principios de mes, unas máquinas excavadoras accedían al terreno de la muntanyeta conocido como la Torre del Pirata. Muchos se preguntaron en aquel momento por qué estaban allí esos aparatos y, sobre todo, qué impacto podrían tener sus actuaciones sobre este entorno salvaje. El problema está en que, lo que ellos consideran como un entorno natural es, en realidad, suelo calificado como urbanizable desde hace más de treinta años. Una condición que la Generalitat Valenciana llegó a ratificar en 2005, cuando concedió a una empresa el permiso para hacerlo.
Sin embargo, la crisis económica estalló, y las obras jamás llegaron a ejecutarse. Durante más de una década, el entorno de la Torre del Pirata se ha mantenido como siempre fue: virgen. Tanto es así que, en enero de 2018, el pleno del Ayuntamiento declaró la nulidad del PAI. O, lo que es lo mismo, retiró a la promotora el derecho a construir después de años sin ejecutar el proyecto prometido.
Entonces, ¿por qué en junio de 2020 hay máquinas excavadoras en la Torre del Pirata? Pues porque, después de dos años de reclamaciones por parte de los dueños del terreno, el Ayuntamiento volvió a llevar a pleno la caducidad del PAI. Concretamente, la caducidad de la caducidad del PAI. Es decir, anuló su propio dictamen de 2018 y volvió a conceder a la promotora el permiso para urbanizar. Un procedimiento que Unides Podem considera "de dudosa legalidad", y que ahora ha llevado a la Agencia Antifraude.
- ¿Qué es exactamente la Torre del Pirata y qué representa para Godella? ¿En qué situación se encuentra ahora mismo?
- Siempre se dice que la naturaleza es algo vivo, así que yo diría que la Torre del Pirata está amenazada de muerte. Este paraje es uno de los pocos espacios vírgenes que quedan en el municipio y, además, está muy cerca de la cantera, donde todavía se conserva una gran variedad de biodiversidad. Pero lo más importante es que este bosque es la última barrera que nos queda para contener inundaciones, y lo único que evita el desbordamiento definitivo de nuestro barranco.
Llama la atención que todo esto esté sucediendo justo ahora, cuando la Covid-19 nos ha demostrado que el cambio climático tiene consecuencias devastadoras sobre la salud.
- ¿Qué implicaciones tuvo la declaración de la caducidad del PAI en 2018?
- En enero de 2018, el pleno del Ayuntamiento de Godella aprobó por mayoría absoluta la caducidad del PAI que pendía sobre el terreno. Esto implica, básicamente, liquidar el contrato con la empresa a la que se le había concedido el permiso de urbanizar. La decisión se tomó acorde a derecho, después de más de una década sin ejecutar el proyecto, y con un informe favorable del Consell Jurídic Consultiu en la mano.
Sin embargo, los dueños del terreno y la entidad bancaria que les respaldaba presentaron alegaciones y pidieron indemnizaciones, al considerar inadecuada la gestión del Ayuntamiento. Según ellos, no habían sido debidamente notificados sobre la decisión, y por ello trataron de anularla alegando una serie de defectos de forma. Paralelamente a esto, en agosto de 2018, llegó a Urbanismo un informe jurídico de inspección territorial, en el que se decía que al liquidar el contrato se debía, efectivamente, indemnizar a la otra parte.
A partir de ahí, el Ayuntamiento pidió informes a dos despachos de abogados, y al parecer estos le recomendaron declarar la nulidad de la caducidad del PAI. Es decir, revertir la decisión que se había tomado en enero de 2018.
- ¿Y es así como llegamos al pleno de enero de 2020?
- En enero de 2020, sin avisar a nadie y con carácter urgente, se llevó nuevamente a pleno este tema. La propia alcaldesa dijo que se iba a votar la caducidad de la caducidad del PAI, y todos los grupos votaron a favor excepto Unides Podem, que se abstuvo. Nosotros consideramos que no podíamos tomar una decisión así sin conocer las bases legales de lo que se estaba haciendo.
"Nosotros propusimos iniciar otra vez la caducidad del PAI subsanando los errores de la vez anterior"
Y efectivamente, luego vimos que todo esto va totalmente en contra de la Ley de Contratos. Yo no estoy capacitada para interpretar lo que decían los informes que encargó el Ayuntamiento, pero dudo mucho que un abogado aconseje restituir de esta manera un contrato que ya ha caducado. Nosotros lo que propusimos fue iniciar nuevamente el proceso de caducidad, como se hizo en 2018, para subsanar los errores que se alegaron en el primero y a partir de ahí ver qué derechos adquirió la empresa y cómo compensarla.
Pero lo que se ha hecho es dar carta blanca a una promotora que, además, no sabemos quién es. Porque se supone que la empresa a la que se le aprobó el primer proyecto ha desaparecido. Entonces, ¿a quién estamos dejando urbanizar en la Torre del Pirata? Suponemos que a una firma que ha absorbido a la primera, pero a saber. Desde Unides Podem consideramos que no se puede adjudicar de nuevo un contrato que ya estaba anulado, y mucho menos si la empresa a la que se le adjudicó ya no está. Pensamos que el proceso tiene muy dudosa legalidad, y por eso hemos denunciado ante la Agencia Antifraude.
- Con la caducidad de la caducidad, la empresa ha visto restituido su derecho a urbanizar. Hasta que llegue la decisión de Antifraude, ¿hasta qué punto es posible frenar la construcción cuando la promotora tiene el derecho a su favor?
- Aquí yo destacaría dos cosas: los riesgos de inundaciones y la movilización ciudadana. Godella tiene problemas muy importantes de inundación, tanto que siempre que llueve nos quedamos sin Metro y se anega la huerta. Tenemos un informe de la Dirección General del Agua que ya nos ha dicho que en el Barranc dels Frares no cabe ni un litro de agua más, y estamos pendientes de que la Generalitat apruebe las obras para canalizar las aguas del barranco pequeño al más grande.
"Estos árboles son lo único que se interpone entre las corrientes de agua y el barranco"
La situación es dramática, y si arrasamos el campo será peor aún. Estos árboles son lo único que se interpone entre las corrientes de agua y el barranco, si los arrancamos para hacer parcelas, agravaremos todavía más el problema porque no habrá nada que absorba las corrientes. Los promotores nos han dicho que barajan alternativas, pero eso nadie se lo cree. Por muchas balsas de laminación que pongas, no va a ser lo mismo. Y luego también se ha barajado verter la escorrentía en la cantera, lo cual es una barbaridad por la cantidad de especies animales que anidan allí.
Luego está la movilización ciudadana. Los vecinos han entendido que si no cuidamos de la naturaleza vamos a sufrir consecuencias muy graves. Inundaciones, pandemias, alergias… Todo este bosque es un sumidero que neutraliza las emisiones, y además es una de las pocas zonas de bosque virgen que nos quedan.
- Aunque se consiga parar ahora el proyecto, si el terreno es urbanizable, podrá venir otra empresa y reclamarlo. ¿Qué se debería hacer?
- Elaborar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana. Pensamos que el modelo urbanístico del anterior PGOU no se ajusta a las necesidades de Godella ni a los nuevos criterios de sostenibilidad. Sabemos que no es un proceso sencillo, pero nosotros en 2017 ya lo propusimos y el pleno nos lo tumbó. Si lo hubiéramos empezado entonces, aunque no estuviera acabado de redactar, ahora tendríamos más capacidad para actuar. Además, en lo que se redacta el nuevo PGOU, se puede decretar una Ordenanza de Urbanismo Sostenible y regular más ampliamente las licencias que se otorgan a la construcción.
- Si ahora el suelo se declarase no urbanizable, hablaríamos de permutas del terreno o de formas de compensarle. Nosotros comprendemos que el propietario tiene derecho a recibir una indemnización, y no nos oponemos a ello. ¿De cuánto podría ser? Eso no se sabe, porque hemos propuesto contratar tasadores pero no se nos ha hecho caso. Intentaremos, obviamente, que sea de la forma menos gravosa para el Ayuntamiento.
- ¿Cuál es la propuesta de Unides Podem ante esta situación?
- Nuestro mayor objetivo es blindar las reservas naturales: preservar, proteger y defender. Si hubiéramos protegido mejor nuestras zonas verdes, otro gallo nos cantaría. Es importante dejar atrás el viejo urbanismo y centrarnos en la protección ambiental. Además, pensamos que es algo que tiene exceder al ámbito local: comarcalmente deberíamos estar mejor organizados.
En cuanto a Godella, queremos llevar el asunto a Les Corts. Por todo lo demás, nuestra oposición nunca será de acoso y derribo. No queremos tumbar al gobierno local, más bien al contrario. Siempre nos hemos caracterizado por una actitud muy proactiva y por aportar ideas. Por eso, nos gustaría obtener una mayor transparencia por parte del ejecutivo.