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VI FORO DE INNOVACIÓN EDUCATIVA DE CAXTON COLLEGE 

J. A. Marina: "Hay que integrar la inteligencia humana y la artificial, para que la tecnología mejore, y no suplante, a la inteligencia humana"

28/04/2023 - 

VALÈNCIA. El Foro de Innovación Educativa de Caxton College ya va por su sexta edición. Este evento donde se quiere anticipar, analizar y difundir las propuestas de expertos de primer nivel mundial, relacionadas con las innovaciones para dinamizar el mundo educativo ha contado en esta ocasión con el filósofo, ensayista y pedagogo José Antonio Marina quien, con más de cincuenta libros publicados en torno al estudio de la inteligencia, ha ofrecido una charla sobre lo que él define como la sociedad del aprendizaje, “toda persona, institución, empresa o sociedad necesita, para sobrevivir, aprender al menos a la misma velocidad a la que cambia su entorno. Y si quiere progresar, tendrá que hacerlo a más velocidad. Tendremos que seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida, y eso nos obliga a cambiar de mentalidad y a poner los medios necesarios”, explica José Antonio Marina en una conversación con Valencia Plaza.

Esa sociedad del aprendizaje, según José Antonio Marina, tiene que partir de un concepto: learnability. La capacidad de aprender con rapidez y de disfrutar haciéndolo. “Esta es una actitud que debemos fomentar en la escuela y en toda la sociedad”.

Sin embargo, José Antonio Marina, alerta de que estamos preocupados por los resultados inmediatos y no estamos dedicando el suficiente esfuerzo a preparar para ese mundo futuro. “Y nos encontramos en un estado de emergencia educacional, en el que hay que actuar con rapidez. Necesitamos a los mejores, crear un think thank de personas en las que podamos confiar para decidir qué hay que enseñar para que los estudiantes puedan hacer frente a ese futuro, sino será la tecnología, y las grandes empresas tecnológicas las que diseñen qué tipo de formación es necesaria y a ellos solo les mueve el interés económico”.

- La estructura del sistema educativo actual es muy similar al de hace treinta o cuarenta años, pero la sociedad y el mercado laboral han cambiado mucho, y lo van a seguir haciendo en los próximos años, ¿cómo pueden confluir?

- La educación tiene que cubrir tres objetivos. Primero mejorar la capacidad intelectual y emocional de los alumnos. El segundo enseñarles a ser buenos ciudadanos. Y el tercero educarles para su entrada en el mercado de trabajo. En la actualidad, ninguno de esos tres puntos se cumple y en es es en lo que tenemos que trabajar, preguntándonos ¿a qué tipo de persona confiaría yo mi futuro?, ¿qué tipo de convivencia queremos como sociedad?, ¿qué habilidades van a necesitar? Porque ellos van a ser los responsables de este mundo dentro de diez o veinte años, pero necesitan que les demos una base sólida, una educación eficaz que les capacite. 

En la educación tradicional se enseñan contenidos, pero los programas son demasiado largos y no hay tiempo para explicar qué hacer con esos contenidos, como aplicarlos. Y ahí radica el fallo porque podemos enseñar muy bien Lengua o Inglés, pero si no enseñamos también la habilidad para comunicarse con ese lenguaje, de poco sirve. 

- ¿Van a ser más importantes las habilidades que el currículum?

- Las habilidades deben formar parte del currículum, porque cada vez son más imprescindibles y nos ayudan a hacer un uso inteligente de las cosas que conocemos. Por ejemplo, en la actualidad hay que ser muy flexibles y tener la capacidad de adaptarse a los cambios. De ahí que sea necesario fomentar la learnability: la capacidad de aprender con rapidez y de disfrutar haciéndolo, porque eso les permitirá ser más flexibles, entender mejor los cambios que van sucediendo y saber cómo hacerles frente.

- Hablas de disfrutar aprendiendo, pero no siempre suele ser así.

- Es que no se potencia la actitud para aprender. Si cuando están estudiando, resaltan los fallos y no se destacan los aciertos, eso hace que los estudiantes abandonen o que no se sientan interesados. Es el sentimiento de impotencia aprendida que, en la mayoría de los casos, es suscitado por el entorno del alumnado. Yo, lo que propongo es hacerlo al revés. Decir lo que hace bien y potenciarlo, porque eso hará que se de cuenta de que está progresando y le animará a hacer otras cosas bien también. Se trata de darles recursos. Recuerdo una visita a un colegio en un suburbio de Nueva York. En el hall de entrada había un letrero que decía “Nosotros valoramos la grandeza que hay en ti”. Para esos niños, que vivían en situaciones de pobreza y exclusión social, ese mensaje era muy importante, sabían que había alguien que confiaba en ellos.

- Y en esta educación, ¿qué papel juega la tecnología?

- Tenemos que integrar la inteligencia neuronal, la humana, con la inteligencia artificial, porque no son competencia, sino que la IA puede aumentar la inteligencia de las personas. Yo suelo hablar de inteligencia aumentada, una inteligencia híbrida de neurología y tecnologías de la información. Hay que conseguir que las nuevas tecnologías mejoren la inteligencia humana en vez de suplantarla. 

Por ejemplo, ahora que se está hablando tanto de Chat GPT. En educación puede ser una herramienta muy útil, pero también tiene sus riesgos y ya se está hablando de volver a implantar los exámenes orales. Y eso, por un lado es costoso y lleva su tiempo porque es necesario cambiar la didáctica, la manera de enseñar, pero, por otro lado, va a permitir desarrollar unas habilidades extraordinarias para los alumnos. Hay mucho que valorar.   

En el libro Proyecto Centauro hice una propuesta educativa para aprovechar las posibilidades y evitar los riesgos. Riesgos como el de caer en la tentación de decir ‘¿para que voy a pensar yo si hay una máquina que lo hace por mí?’, o ‘si la tecnología sabe mejor lo que quiero que yo mismo’. Y ¡ojo! Que ya está pasando. Según el informe 'The Decision Dilemma', elaborado por Oracle y el científico de datos Seth Stephens-Davidowitz, alrededor de un 45% de los jefes en España preferiría que una Inteligencia Artificial tomara las decisiones en su lugar. Si nos dejamos llevar por la pereza caeremos en la servidumbre voluntaria, donde será la tecnología la que nos gobierne.

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