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ENTREVISTA Al fiscal delegado de Siniestralidad Laboral EN VALENCIA

Jaime Gil: “Las nuevas tecnologías generan nuevas formas de enfermedad laboral que no sabemos ni que existen”

Jaime Gil (Foto: Eva Máñez)

Entrevistamos al fiscal delegado de Siniestralidad Laboral de la Fiscalía Provincial de Valencia

15/02/2016 - 

VALENCIA. Está al frente de una de las secciones más complejas de la Fiscalía, ya que como él mismo explica, los cambios en los tipos de trabajo y la precariedad laboral hacen que los empleados se expongan más a los accidentes y las nuevas tecnologías. Incluso que hayan aparecido nuevos tipos de enfermedades laborales que todavía ni se conocen. Hablamos con Jaime Gil, fiscal delegado de Siniestralidad Laboral de la Fiscalía Provincial de Valencia, sobre estas y otras cuestiones. 

- ¿Cuáles han sido las cifras de siniestralidad laboral del 2015?

- Hay 717.508 trabajadores, que es un 3% más que el año pasado, y con esa bolsa de trabajo tenemos un total de 28.804 accidentes con baja de trabajo con un aumento de 1.634 en referencia al mismo período del año anterior. 

- ¿Y cuántos accidentes graves ha habido?

- En cuanto a accidentes graves ha habido 157 más que el año anterior, lo que significa un 6,8 por ciento más. Si hablamos de mortales ha habido 26, que es uno más que en el mismo período del año anterior.

"Hemos tenido una exposición a riesgos menor, pero ahora se ve un repunte de accidentes por mayor actividad"

- ¿Eso quiere decir que la curva descendente que se estaba viendo por la crisis vuelve a ser ascendente?

- Hemos tenido una población de trabajadores expuestos menor y los accidentes han bajado, no por un mayor control, sino motivado por una crisis económica importante y ahora se ve que tristemente hay un repunte de accidentes por mayor actividad económica.

- ¿Sigue siendo la construcción el oficio más peligroso?

- Sí que sigue siendo una profesión peligrosa, la que más porque siempre se ha dicho que una obra de construcción cambia todos los días. Es algo vivo, algo que se va realizando todos los días, intervienen múltiples personas, de múltiples oficios y dónde es muy importante una coordinación de todos los trabajadores y sigue siendo tristemente uno de los sectores con mayor siniestralidad. 

- ¿Están acabando en la cárcel los empresarios?

- Lógicamente va en función del tipo de condena. Hasta dos años que son las máximas condenas, bueno no las máximas pero sí razonablemente las máximas, si no tienen antecedentes no ingresan en prisión. Por tanto, las personas que ingresan en prisión no son de gran importancia, pero podemos decir que en este año han sido condenadas con penas de prisión 41 personas respecto a 37 del año anterior. La finalidad no es que ingresen en prisión sino la prevención general.

- Bajo su experiencia ¿cree que las empresas toman las medidas de protección necesarias o sigue siendo algo poco importante en las empresas?

- Yo aprovecharía esta entrevista para decir algo que últimamente me preocupa mucho, que es que hemos detectado cosas que tenemos superadas por el concepto del trabajo. 

"EN UNA ÉPOCA CONVULSA COMO LA QUE VIVIMOS, EL MANTENER EL TRABAJO PARECE UN HORIZONTE UTÓPICO"

- ¿A qué se refiere?

- El concepto del trabajo actual nada tiene que ver con el concepto de trabajo de hace 20 años en todos los sectores. Hoy hay una nueva modalidad que es el trabajo precario. El trabajo cada vez es más precario y en una época convulsa como la que vivimos el mantener el trabajo se convierte en un horizonte utópico. Y claro, hablar de trabajo de calidad, seguro, sano y saludable parece que es algo que en una cultura pragmática, lo importante es tener trabajo.

- ¿Y eso qué significa?

- Que no podemos olvidar que hay que tener trabajo y que los políticos tienen que responder porque si no es digno, seguro y de calidad estamos en la antesala del accidente laboral. 

- ¿Y qué ha dicho sobre ese tema?

- Que hoy en día la simple distinción entre empleo y desempleo está casi ya superada porque hoy, por ejemplo, hay trabajos por meses, por semanas, por días y todo eso no favorece precisamente la inversión en seguridad laboral.

- ¿Por qué?

- Porque ese trabajador es un trabajador temporal. Es preocupante, y debe ser una preocupación del Estado que en el 2012 los contratos temporales eran el 21,6% y en el 2015 ya estamos en 25,09%, lo cual quiere decir que una cuarta parte de los trabajadores españoles tienen un contrato temporal.

"SI UN TRABAJADOR TIENE LA SENSACIÓN DE QUE SU PUESTO DE TRABAJO ESTÁ COGIDO CON PINZAS, DIFÍCILMENTE VA A DECIR NADA"

- ¿Eso quiere decir que una cuarta parte de los trabajadores tiene más riesgo de sufrir un accidente?

- Tienen el triple de riesgo de padecer un accidente laboral. Un empleado temporal, un empleado que trabaja por semanas, que no ha tenido tiempo para la formación… Hoy en día hablamos con mucha alegría de las ETT que nutren de trabajadores a las empresas, pero claro si son trabajadores que los forman en teoría una ETT, pero no tienen esa formación, la integración en la empresa o la coordinación necesaria todo eso no favorece la seguridad laboral. La precariedad genera debilidad en los trabajadores y trabajadoras frente al empresario porque les dificulta para hacer uso de los derechos de autoprotección. Si un trabajador tiene la sensación de que su puesto de trabajo está cogido con pinzas, difícilmente va a decir nada, se va a callar.


Jaime Gil (Foto: Eva Máñez)

- Pero los trabajadores fijos también tienen miedo a coger bajas. ¿Eso afecta a la siniestralidad?

- Un trabajador estresado psíquicamente es otra de las realidades que estamos viendo. La salud debe ser física y psíquica. Un trabajador explotado, un trabajador cuyo puesto de trabajo depende no sólo de la calidad del trabajo sino de la cantidad, todo eso que hace que le establezcan metas constantes, pero no sólo para mejorar como hace unos años que era para una productividad para ganar más dinero, sino que ahora es para mantener el puesto de trabajo, pues eso afecta a la salud psíquica del trabajador y, por tanto, a una parte de la salud que es igual de importante que la física. Hoy estamos viendo incluso suicidios por estrés.

- ¿Se ha avanzado algo en cuanto a la siniestralidad dormida (productos tóxicos)?

- En la siniestralidad dormida se hacía referencia a un tema que actualmente aún vemos como es el tema del amianto y el tema de las enfermedades profesionales por tóxicos. Pero hoy en día todos los edificios inteligentes y las nuevas tecnologías están generando formas de enfermedad laboral que muchas aún no sabemos ni que existen.

- ¿A qué se refiere?

- Se está viendo, por ejemplo, que las cataratas era una enfermedad de ancianos y ahora cada vez más personas de 50  años se tienen que operar de cataratas. Qué hay detrás de eso, pues las nuevas tecnologías. Utilizamos la Tablet, los ordenadores, pantallas con una determinada iluminación, centros de trabajo cerrados y con luz artificial y nos lleva a ello. ¿Es una enfermedad profesional? Aun no, pero el progreso lleva consigo nuevas enfermedades. 

- Si tuviese una varita mágica ¿Qué haría para reducir la siniestralidad laboral?

- Lo primero es mentalizar a los empresarios que invertir en seguridad laboral no es un coste adicional sino que es una inversión que ayuda a aumentar los beneficios. Beneficios incluso desde un punto de vista económico: “me va a costar menos porque no voy a tener que pagar unos seguros tan elevados porque tendré menos siniestralidad o multas o indemnizaciones a trabajadores”, y después porque el lugar de trabajo no debe ser un lugar de riesgo.

Jaime Gil (Foto: Eva Máñez)
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