¿Qué es del jardín de esculturas del IVAM? Un misterio. De momento los hierbajos crecen a sus anchas. Y de esculturas nada. Igual es mejor, no sea que las llenen de grafitis
Allí iba/va, supuestamente, un jardín de esculturas abierto al barrio del Carmen y anexionado al IVAM. Un gesto a los vecinos. De momento no deja de ser un solar sin obras de arte y repleto de maleza, aunque la primera urbanización haya sido realizada. Lleva meses acotado, abandonado a su suerte. Los hierbajos superan ya en algunos casos los dos metros de altura. Su imagen es bastante lamentable. Por ser fino.
El problema: unos cuentan que no hay dinero, otros que existen diferencias entre Conselleria de Cultura, titular del espacio, y el consistorio por cuestiones de mantenimiento y asunción de seguridad. No se ponen, al parecer, de acuerdo. Normal. No hablan entre ellos para normalizar o racionalizar la vida cultural, esto es, no duplicar funciones ni contraprogramarse, y lo van a hacer sobre un jardincillo Y eso que son del mismo partido. O envidiosos y obtusos de mentalidad.
La cuestión es que desde hace meses la casa continúa sin barrer, con lo que supone de imagen a quienes por allí transitan o acuden al IVAM. Es más, a los vecinos no se les informa de nada. Preguntas a pie de suelo y nadie sabe nada. Incluso nadie quiere saberlo. Demasiado tiempo de abandono y una historia en torno a él que muchas familias prefieren olvidar.
El espacio que ocupa aquel hipotético jardín de esculturas tuvo con anterioridad una fila de viviendas sencillas y humildes que a comienzos de la década de 2.000 fueron expropiadas pese al rechazo de sus propietarios. Eran tiempos de proyectos megalómanos en los que sólo importaban los fastos pero no los vecinos. Así que se les tiró de allí abonando un precio por debajo de mercado por sus viviendas y posterior derribo. Luego llegaron los tiempos de proyectos inconclusos -de hecho el primer plan contemplaba en aquel solar un salón de actos y una biblioteca- que ya dormirán por vida. Pero el dolor de esas familias jamás lo olvidarán. Perdieron lo suyo por una decisión política fallida y lo peor, soberbia que es lo que aún se lleva.
Alguien tuvo la iniciativa de, al menos, recuperar el solar como zona de esparcimiento de los vecinos en esa calle llamada para colmo Beneficencia.
Desconozco el tiempo que tardará la Generalitat en desbloquear el proyecto y si el Ayuntamiento de Valencia lo considerara propio, pero tiene una deuda con esa parte de la ciudad. Al menos por dignidad y justicia hacia quienes perdieron sus viviendas sin esperarlo y con demasiados intermediarios bendecidos pero con actitud depredadora.
Sin embargo, eso de los hierbajos comienzo a verlo como algo normal en esta ciudad una vez se abandona el perímetro central. Hasta hace unos días la imagen de los alcorques de la fachada principal del Museo San Pío V permanecían en un estado tercermundista.
Dice un amigo que, como está tan de moda eso de la sostenibilidad, nuestro gobierno municipal igual considera que no hay que arrancar la maleza porque forma parte del crecimiento sostenible y el estado natural de los alcorques. A mí, simplemente, me parece que no están en lo que han de estar. Y eso que vamos a ser capital chuli del diseño y la modernidad. Igual consideran, le contesté, que ese concepto de sostenibilidad de hierbas es neo modernidad del diseño transitorio irresistible, que es su forma de catalogar.
Sin embargo, lo que más me preocupa es saber quién va a cuidar el futuro jardín del IVAM, si algún día se termina visto lo visto, pero sobre todo las esculturas que allí se instalen, propiedad del IVAM, o sea nuestras. Porque con la moda esa de los grafitis y el estado que presenta el propio Barrio del Carmen, no creo que tarden más de unos días en amanecer repletas de pintura. Si estos neo progres animan desde museos y fallas a defender el denominado por ellos arte urbano, que no es más que pintar paredes con descaro y absoluta impunidad, ya veo las esculturas del IVAM vestidas de colores y arruinadas. Ojo que eso si será delito ya no para quien las pinte sino para el que supuestamente debe conservarlas y velar por su protección. Así que, cuidado.
Por cierto, den una vuelta por los alrededores de la rotonda que da acceso a la ciudad por el norte, y comprobarán el nuevo modelo de jardín que nos han “diseñado”, un auténtico ejemplo de suciedad, mugre y maleza descontrolada. Pero si bajan o atraviesan el subterráneo alucinarán con las decenas de grafitis que ensucian sus paredes.
Pues eso, capital del diseño, el grafiti y los hierbajos. Todo muy guay y sobre todo muy sostenible o reflejo de lo que denominan transición ecológica. Será transición herbaria. Land Art, si está junto al IVAM.