VALÈNCIA. "La ópera me eleva antes que cualquier otra cosa” decía Mozart. En el caso de Jesús Iglesias Noriega (Asturias, 1971), esta elevación le trae directo a la cúspide del Palau de Les Arts, institución a cuya Dirección Artística llega avalado por una dilatada trayectoria profesional como gestor cultural en distintos puntos del globo. Seleccionado para el puesto por una comisión evaluadora formada por especialistas, Iglesias recala en València proveniente de los Países Bajos, donde hasta la fecha lidera el departamento artístico de la Dutch National Opera & Ballet. El ovetense accedió a dicho cargo en 2012 y poco a poco lo irá abandonando, pues, según ha podido saber Cultur Plaza, se inicia ahora un “periodo de transición” en el que el nuevo fichaje de Les Arts irá asumiendo paulatinamente las competencias propias de su nueva ocupación.
Previamente, entre 2002 y 2012, había ejercido como coordinador artístico del Teatro Real de la capital española, entidad en la que también trabajó como ayudante de Dirección Artística y Musical desde 1997 y hasta 2001, una vinculación que podría ser útil a la hora de entablar relaciones entre los dos centros. Años antes de su aterrizaje en Madrid, Iglesias Noriega cruzó el charco para sumarse al área de Dirección Artística del Teatro Colón de Buenos Aires, espacio emblemático de la ciudad rioplatense en el que también ejerció como miembro del equipo de prensa y comunicaciones, así como coordinador de edición de la colección Antología del Teatro Colón. Sin embargo, sus inicios profesionales no se encuentra en lejanas latitudes, sino en su Asturias natal, donde en 1994 formó parte de la comisión técnica del Festival Internacional de Música y Danzas.
Este recorrido laboral haber jugado a su favor, pues, según informa la Conselleria de Cultura en un comunicado, a la hora de ser elegido han prevalecido cuestiones como su capacidad para "el liderazgo de equipos; una demostrada agenda y networking nacional e internacional en el ámbito de teatros operísticos; y sus aptitudes como relaciones públicas en el mundo operístico”. También se han valorado sus conocimientos de gestión y visión económica de la programación “para diseñar un contenido económicamente sostenible”, su capacidad de "adaptación al actual modelo artístico" de Les Arts y su potencial para la innovación.
Iglesias Noriega partía como uno de los favoritos a convertirse en director artístico de Les Arts, junto con Paolo Pinamonti, Stefano Pace, Sebastian F. Schwarz, Marcelo Lombardero y Raúl Asenjo, tal y como publicó el diario ABC. El asturiano pone nombre y cara a la nueva etapa del coliseo, tras la dimisión de Davide Livermore, que dejó claro su negativa a participar en un proceso de concurso público. El italiano se marchó al más puro estilo valenciano: con mascletà. En diciembre de 2017 convocó a la prensa para anunciar su dimisión, parlamento en el que se preguntó si existía una "voluntad consciente o inconsciente de cerrar" el coliseo y apuntó que la situación del centro era "consecuencia inconsciente de una falta de conocimiento" de cómo ha de funcionar una entidad de estas características. El turinés apuntaba directamente a la conselleria de Cultura en su última intervención como intendente, un tira y afloja que concluía con su capítulo más tenso.
Pero, ¿cuál es el origen del conflicto? Livermore hablaba de "trabas administrativas" que le hacían "imposible" cumplir con su labor al frente del coliseo, al entender que la normativa de contratación no se ajustaba a la realidad del día a día del centro operístico. Fue Intervención de la Generalitat que advirtió en diferentes informes de las posibles incompatibilidades que tenía la figura del intendente en la legislación vigente, no solo referido a la gestión del propio centro, sino también a sus proyectos como director de escena en otros teatros. “El exintendente ha sido requerido desde Cultura de la Generalitat en varias ocasiones, sin encontrar una respuesta satisfactoria”, aseveró el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, tras la dimisión. “Nadie está por encima del marco legal vigente en materia de incompatibilidades”, añadió, dando por finiquitada la ‘etapa Livermore’. Aunque no la crisis de Les Arts.
Y no hay uno sin dos.
Pocos meses después, Fabio Biondi presentó su dimisión como director musical del Palau de Les Arts de València y de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, una salida que acentuaba la crisis del coliseo. Su marcha llegaba días después de que el diario Las Provincias publicara una encuesta en la que la orquesta ponía negro sobre blanco su falta su apoyo a Biondi y el otro director musical, Roberto Abbado. “Entiendo que cada gobierno quiera rediseñar objetivos o añadir sus ideas, pero también que los cambios abruptos lo único que aportan es incertidumbre ya no dentro sino fuera, si no se actúa con extrema prudencia” escribía J. R. Seguí en su artículo de opinión La opereta, al hilo de la segunda salida italiana. “Cuanto más claros los mensajes, mejor. Al menos para blindarnos con tiempo. Los nombres artísticos o políticos pasan, las instituciones han de sobrevivir. Tenemos una responsabilidad con nuestro futuro”. La incertidumbre no era cosa solo del turinés.
Tocaba activar la maquinaría y buscar un nuevo director artístico que ha salido de un concurso internacional y para el que desde la administración se ha asumido la “excepcionalidad” del cargo desde un punto de vista económico, puesto que percibirá entre 120.000 y 135.000 euros, de acuerdo con las funciones que se le asignen. La reestructuración pasa no solo por la transición entre el intendente Livermore y el nuevo director artístico, también por la constitución de un renovado Patronato que incluía en su organigrama a representantes de la sociedad civil. De esta forma, la responsable de la Fundació Per Amor a l'Art, Susana Lloret, pasaba a asumir la presidencia del Patronato, en cuya primera convocatoria se oficializó la continuidad de Francisco Potenciano como director gerente del teatro de ópera y la incorporación del maestro Plácido Domingo al Consejo de Mecenazgo.
Este periodo de incertidumbre también se ha dejado ver en una programación “de transición, fruto del descabezamiento del recinto, que obliga a tener en cuenta la inseguridad en que, por enésima vez, se mueve la ópera valenciana”, reflejaba la crítica Rosa Solà en Cultur Plaza. Con una temporada de transición a la vista, habrá que esperar para conocer las líneas maestras de Jesús Iglesias Noriega para los próximos años. Junto con esto, en su candidatura debía presentar un proyecto con su propuesta artística y de gestión y una propuesta para las dos próximas temporadas operísticas. Comienza la ‘etapa Iglesias Noriega’ en Les Arts.
Si nos centramos en el ámbito formativo, Iglesias Noriega es máster en Gestión Cultural de Música, Teatro y Danza por la Universidad Complutense de Madrid, donde realizó una tesina con el título Un panorama de la lírica: Intérpretes y repertorio. Además, es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Oviedo. Como investigador, ha participado en los estudios La ópera en España desde 1985 y Los contratos en la organizaciones musicales. Análisis y especificaciones.
Su desempeño profesional también abarca la docencia, pues ha ejercido de profesor de piano en el Conservatorio Superior de Música y Danza de Oviedo, institución en la que pasó una década formándose. Por otra parte, durante los últimos veinte años este Iglesias -que domina el inglés el francés y el italiano (lengua operística por excelencia)- ha intervenido como ponente en distintos seminarios dedicados al mundo de la ópera, la gestión musical y la producción lírica.
Igualmente, su amplia trayectoria en el mundo de la gestión operística le ha llevado a participar como jurado en varios concursos de este género lírico celebrados en distintos países europeos, como Le Grand Prix de l’Opera, de Bucarest; el concurso internacional Iris Adami Corradetti, de Padua; o el Hans Gabor Belvedere Singing Competition. Además, desde 2016, colabora como asesor de casting para el sello discográfico Opera rara, una compañía estadounidense especializada en recuperar composiciones y artistas olvidados dentro de esta esta disciplina.