CASTELLÓ. Nuevo movimiento en una de las principales (y más mediáticas) compañías turísticas de la provincia de Castellón. Aunque ya había quedado apartado de la gestión diaria desde que el fondo Farallon se hizo con la deuda de Marina d'Or, acaba de formalizarse la desvinculación de su fundador, Jesús Ger, con el grupo vacacional.
El Boletín Oficial del Registro Mercantil ha publicado este lunes que Gestión Cartera Castellón, propiedad de Ger, ha dejado de ser el administrador único de Hoteles Marina d'Or, la principal compañía en el entramado societario del resort turístico de Orpesa. En su lugar ha sido designado el abogado madrileño Francisco Javier Díaz de Bustamante Terminel, que llega de la mano del fondo inversor estadounidense en una transacción de la que no se ha determinado la cuantía.
De esta manera, aunque ya hacía tiempo que la operación venía gestándose (de hecho desde el mismo momento en que Farallon compró los casi 108 millones de deuda de Marina d'Or, una operación materializada en el verano de 2019 pero que se conoció bastante después) no ha sido hasta ahora cuando se ha completado la compra del grupo turístico castellonense por parte del fondo inversor.
Pero esta no es la única novedad que el Borme recoge respecto de la compañía vacacional. Y es que junto al cambio de administrador único se ha dado una ampliación de capital realmente espectacular. En dos operaciones (de 93,1 y 6,5 millones de euros) Hoteles Marina d'Or ha pasado de contar con un capital social de 300.000 euros a prácticamente 100 millones.
Esta recapitalización garantiza la solvencia de la compañía, señalan fuentes internas. Y se pretende refrendar este paso con una nueva inyección de financiación, que Farallon está buscando ya de forma activa "entre la banca tradicional", apuntan desde el grupo. Con estos nuevos fondos se pretende acometer una nueva reforma del complejo, que Farallon ya acometió a su llegada.
Todo con el objetivo de "volver a dar esplendor" a la que fuera una compañía enseña del turismo castellonense pero que en los años previos a la pandemia había perdido buena parte de su atractivo.
