VALÈNCIA (EFE). El expresident de la Generalitat Joan Lerma ha rememorado este martes la vía "torticera pero original" por la que la Comunitat Valenciana aprobó su Estatuto de Autonomía en 1982, la del artículo 143 de la Constitución más una ley orgánica de transferencias que la equiparó a los demás Estatutos.
Lerma, que ha participado en el congreso sobre el cuadragésimo aniversario del Estatuto de Autonomía valenciano organizado por la Fundación Broseta, ha destacado que la Comunitat podría haber sido la cuarta en aprobar su Carta Magna, en 1980, siguiendo el procedimiento tradicional y con referéndum, pero la actitud de UCD, que condicionó la vía de acceso por una cuestión partidista, lo retrasó bastante.
Pese a todo, el primer president de la Generalitat ha reivindicado que estas cuatro décadas de Estatuto valenciano han servido para la convivencia, y ha considerado que la ciudadanía premió en las primeras elecciones autonómicas al PSOE, que mantuvo su palabra e hizo posible un Estatuto "de las máximas competencias", y castigó a quienes "marearon" en su confección.
El actual senador socialista ha insistido en que circunstancias externas complicaron mucho la tramitación del Estatuto valenciano, y ha asegurado que su aprobación "no fue ni mucho menos pacifica", sino que fue "muy complicada" desde el punto de vista de la discusión.
Ha recordado que desde finales de la década de los 70 la oposición democrática en la Comunitat aspiraba a tener una autonomía, lo que no ocurría en la mayor parte de las regiones españolas, y ha destacado que el real decreto ley del Consell preautonómico del País Valencià, de 1978, refleja la intención del Gobierno de la UCD de que en el futuro las Diputaciones se integraran en el Gobierno autonómico, aunque luego cambió.
Lerma ha destacado que el PSOE y la mayoría de fuerzas democráticas pretendía conseguir una autonomía plena, por la vía del artículo 151, porque consideraban que la vía del 143 no era "nunca solución" y querían las máximas competencias posibles dentro de la Constitución, las que se concedían al País Vasco, Cataluña y Galicia.
Ha señalado que los valencianos estuvieron en "la primera oleada" de reivindicación autonomista, ya desde el franquismo, y querían conseguir la autonomía para "pacificar" la Comunitat y para transformar la región "de manera clara y rotunda" y poder modernizarla.
A su juicio, el debate estatutario fracasó muchas veces porque el Gobierno de entonces tenía "miedo" a llevar adelante lo que no fuera resolver el problema del País Vasco, Cataluña y Galicia, y el empuje del resto de España para que todos los Estatutos tuvieran las mismas facultades llevó al temor de una involución y el Estado autonómico "se congeló bastante".
Lerma ha indicado que, pese a que en la Comunitat se habían obtenido suficientes pronunciamientos de ayuntamientos y del Consell preautonómico para acceder a la vía del artículo 151 de la Constitución, se recondujo por la vía del 143, lo que hizo que el PSOE abandonara ese Consell a finales de 1979 y no volviera hasta después del golpe de Estado de 1981.
En ese momento, ha explicado, aceptaron la vía de acceso del 143, pero no las competencias del 143, por lo que se elaboró un Estatuto de Autonomía "con las máximas competencias por una vía que no lo posibilitaba", una aportación que ha calificado de "original".
Lerma ha asegurado que se negoció "hasta la saciedad" para que todo el mundo estuviera "más o menos satisfecho" con el anteproyecto de Estatuto, que no debía representar solo a la izquierda, y ha puesto como ejemplo el acuerdo sobre las señas de identidad.
Finalmente, ha destacado que la autonomía valenciana empezó con dos graves problemas que condicionaron la actuación del primer Consell, como fueron las inundaciones en la comarca de la Ribera de 1982 y el proceso de reconversión industrial en Sagunto.