VALÈNCIA.(EFE) El incremento de costes por las materias primas sobrevenido por la guerra de Ucrania se ha sumado este año a la reducción de casi todas las producciones agroalimentarias por la climatología y sigue preocupando al sector de la Comunitat Valenciana, que se muestra bastante pesimista.
Según el director general de Anecoop, Joan Mir, la guerra en Ucrania continúa siendo "un condicionante muy importante" y las empresas tienen una opinión bastante pesimista de la evolución de esta situación, como han expuesto en una encuesta de opinión hecha en una jornada previa a la feria Fruit Logistica de Berlín, donde expone la primera empresa española en exportación hortofrutícola.
El incremento de las materias primas ha ocasionado una reducción de márgenes para las empresas y este año la climatología ha añadido una dificultad más, reduciendo casi todas las producciones, como ha ocurrido con el kaki, cuya producción en la última campaña ha sido del 47 % respecto a la anterior; con los cítricos, que comienzan ahora una segunda campaña; y con las hortalizas.
Pese a la subida de los precios, estos no llegan a absorber todo el impacto de los costes de producción, ha señalado Mir para añadir que asimismo los consumidores deben pagar un precio justo, que permita vivir al agricultor y al comprador disponer de productos naturales y frescos.
Transcurrido un año de la invasión rusa de Ucrania, el cierre de mercados que supuso para el sector no se ha podido recuperar, y se aprovechará la Fruit Logistica para contactar y relacionarse con nuevos compradores de países más lejanos.
Anecoop dejó de vender el único producto que comercializaba en Rusia -vino- cuando estalló el conflicto y el pasado 31 de diciembre cerró su filial en el país. También ha perdido el mercado bielorruso, en el que era líder y mantenía una buena posición en productos como el kaki.
Por otra parte, el grupo envía producto a Ucrania a pesar de las dificultades de cobro como parte de la responsabilidad social para ayudar a los ucranianos.
Hace un año, la guerra paralizó la actividad de Anecoop en Ucrania, Rusia y Bielorrusia, donde exportaba vino y productos hortofrutícolas, después de que las exportaciones de frutas y hortalizas a Bielorrusia ya se pararan el 1 de enero de 2022 por el veto que impuso el país a la importación de productos hortofrutícolas desde Europa.
La filial de Anecoop en Rusia solo mantenía, cuando estalló la guerra, a seis empleados pero llegó a tener veintidós personas en 2014, año en que impuso el veto a la exportación de estos productos.