Este catedrático de Organización de Empresas de la Universitat de València es uno de los impulsores de un nuevo modelo bancario más allá del vinculado a la especulación propia de los mercados financieros
VALENCIA. Joan Ramon Sanchis Palacio, doctor en Economía de la Empresa y director del Instituto Universitario de Economía Social y Cooperativas (Iudescoop) de la Universitat de València, acaba de lanzar un nuevo libro que es toda una declaración de intenciones bajo su interrogante título: ¿Es posible un mundo sin bancos?
Un libro de obligada lectura para entender que hay otra forma de hacer banca más allá de la convencional donde la banca tiene que estar al servicio de las personas y no al revés. Para ello, tal y como tiene claro Sanchis, "la responsabilidad social corporativa es un elemento fundamental".
A su juicio, los casos de la las participaciones preferentes, obligaciones subordinadas, swaps, cláusulas suelo... que han atrapado a miles de españoles requieren un cambio de cultura financiera, que sin duda pasa por un cambio de la sociedad civil. De hecho se ha convertido en uno de los impulsores en este país al que invita a unirse a través de la plataforma Change.org.
Sanchis estuvo ayer jueves en las instalaciones de Valencia Plaza donde abordó no solo las cuestiones anteriores sino unas cuantas más para entender la importancia de lo que supone un nuevo modelo de banca que abandera.
-¿Tanta inquina le tiene a los bancos comerciales?
-No, no (se ríe). No les tengo inquina a los bancos pero sí a los que hacen negocio a costa de los demás. En este sentido la responsabilidad social corporativa es un elemento fundamental, pero desgraciadamente se ha avanzado muy poco en los últimos años. Solo acciones puntuales de marketing y poco más. Lo verdaderamente importante es la responsabilidad socialmente responsable en el negocio y cómo se actúa.
-¿No es una utopía vivir en un mundo sin bancos?
-Busqué un titular con interrogantes porque el objetivo es razonar/reflexionar sobre esta pregunta. Tengo claro que la labor de los bancos es fundamental a la hora de prestar y captar dinero, generando además puestos de trabajos; pero a su vez tengo claro que se pueden prescindir de aquellos bancos que buscan un beneficio propio. No necesitamos bancos especuladores y sí los que apoyan a las pymes, emprendedores…. El libro plantea que otro tipo de banca es posible. Posiblemente no se pueda vivir en un mundo sin bancos, pero hay que pensar que la exclusión financiera se ha disparado. Se han cerrado oficinas en pequeñas poblaciones y muchas personas se han quedado sin su oficina de toda la vida para realizar transacciones básicas como cobrar la pensión para, por ejemplo, hacer algo tan básico como comprar comida.
-¿Y qué propone al respecto?
-Están surgiendo alternativas válidas -y no solamente bancos éticos y bancos cooperativos- sino también otras alternativas cooperativas de servicios financieros -como Coop57-, cooperativas integrales -surgidas al calor del movimiento 15M-, comunidades autofinanciadas, fondos rotatorios, monedas sociales… Todo este tipo de iniciativas han salido de la sociedad civil durante la crisis. Es lo que yo llamo la revolución financiera silenciosa.
-Usted considera que el modelo bancario de fusiones/adquisiciones son perjudiciales para la gran mayoría de la población, pero Europa se encamina hacia la unión bancaria…
-Pero ello no significa que haya fusiones/absorciones y ahí están los modelos en Alemania, Francia y Holanda, que conjugan banca pública con banca privada sin importar el tamaño. Además, las entidades más grandes no siempre son las más rentables y las fusiones no son la solución a los problemas de gestión de las empresas. Al final acabaremos viendo 6 ó 7 grandes bancos en España por la insistencia europea del riesgo sistémico, que está creando auténticos monstruos.
-¿Está preparada la sociedad para tan radical cambio o tal vez hace falta una generación como mínimo para acometerlo?
-Un cambio generacional puede ayudar. Si la sociedad no está prepara ahí están las tres 'c' como son conocimiento, conciencia y consumo financiero socialmente responsable. No todos los bancos son iguales como también no todos los políticos son corruptos y luego está la conciencia para discernir de bancos que trabajan de manera diferente. Pero claro para ello tenemos que preparar a la sociedad civil.
-¿Comparte entonces la economía del bien común del nuevo Gobierno valenciano?
-Estoy de acuerdo con los planteamientos porque plantean que las empresas sean socialmente responsables. Pero sinceramente creo que se está planteando como un modelo alternativo y no llega a ser un modelo por que, entre otras cuestiones, deja fuera a la economía social que tiene mas de 100 años de vida (cooperativas, asociaciones, fundaciones…). Mas que hablar de la economía del bien común hablaría del modelo de la economía social y del cooperativismo, que ya está contrastado y que ha demostrado que funciona bien. Puede ser la base hacia un cambio de modelo basado en el conocimiento y en el trabajo.
-Hablando de cooperativas, ¿atisba una concentración en el sector de las cajas rurales como ya advirtió De Guindos hace dos años con una o dos entidades frente a las más de 60 que hay actualmente por toda España?
-Pienso que sí pero va a depender del gobierno que tengamos finalmente. Lo que no he oído a ningún partido -sea del color que sea- pronunciarse en contra de las fusiones bancarias. Ni siquiera a Podemos.La concentración en el sector de las cajas rurales se va a producir y el daño va a ser muy grande en las cooperativas agrarias.
-Habla del peligro de las preferentes de la banca tradicional, pero ¿qué opina con las subordinadas del gigante cooperativista Eroski que atraparon a unos 30.000 pequeños inversores?
-Eroski entró en la dinámica de la burbuja inmobiliaria y yo defiendo el modelo cooperativista centrado en las pequeñas y medianas cooperativas como empresas locales. Eroski es una multinacional, que ha entrado en dinámica peligrosa y no es el modelo que necesitamos.
-Escribió conjuntamente con Vanessa Campos, profesora del Iudesccop, el libro El modelo Consum, una cooperativa responsable y sostenible. ¿Es factible pensar en un futuro una fusión Consum-Mercadona?
-Son dos modelos completamente diferentes y no lo veo. Consum estuvo muchos años con Eroski y en 2004 rompieron la alianza y desde ese momento la compañía valenciana ha crecido más. Eroski estaba derivando hacia un modelo de gran empresa, cada vez más alejada de sus socios, todo lo contrario que Consum, es un modelo de proximidad. La cultura empresarial de Mercadona es muy distinta a la de Consum.
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