A sus cuarenta años, Joaquín Durán acumula una larga trayectoria empresarial, siendo, en la actualidad, managing partner de BlueBull, una compañía que atravesando un 2024 «magnífico», al completar un buen número de operaciones a nivel nacional e internacional
VALÈNCIA. Joaquín Durán Blasco (Lleida, 1984) es una persona cercana y empática. A sus cuarenta años acumula una amplia trayectoria en el ámbito financiero, así como en la creación de empresas. «Más que un banquero de inversión me considero un emprendedor», asegura en un momento de la entrevista. En materia personal, reconoce tener poco tiempo libre, aunque en los ratos de los que dispone prioriza a su familia. Respecto a sus hobbies, señala: «Mi pasión son los coches y la competición». En este sentido, fue piloto de rallies y, actualmente, realiza trackdays en circuito con el equipo SMC a bordo de un McLaren GT4.
El fútbol es otra de sus aficiones. En este caso, compartida con su mujer y sus hijos. Tiene dos niños y una niña. «Son unos locos del fútbol», reitera antes de explicar que «el mayor juega en tres ligas distintas y, los fines de semana, es obligatorio ver al Valencia CF». La familia acude al estadio de Mestalla a ver todos los partidos.
La vida de Durán ha dado un giro de 180 grados estas últimas semanas. La noche del 29 al 30 de octubre una Dana asoló un buen número de municipios de la provincia de Valencia. Miles de personas pasaron la noche en las carreteras o en los techos de locales comerciales de la zona afectada. Entre ellas, su mujer y uno de sus hijos, que regresaban a casa tras acudir a un cumpleaños. «Se quedaron atrapados en el polígono de Massanassa. Perdimos el coche, se lo llevó la riada», relata. Una situación que obligó a su mujer, su hijo y otros dos niños compañeros del colegio a pasar la noche en un parque de bolas.
Durán volvió rápidamente desde Madrid, «recorriendo media España por carreteras secundarias», aunque su familia no pudo ser rescatada hasta el día siguiente. «Me afectó mucho emocionalmente», asegura. Además, varios de sus empleados vivieron en primera persona los efectos de la catástrofe al residir en algunos de los municipios damnificados.
«Te remueve lo suficientemente por dentro como para decidir hacer algo, más allá de ir a limpiar o hacer una donación económica», explica. En este sentido, Durán sintió el «deber moral» de volcarse en la situación y usar «todos los recursos y contactos» de los que dispone «para poner en marcha algún tipo de iniciativa». Todo ello le llevó a impulsar el proyecto Solidaridad sobre ruedas, con la intención de donar vehículos a las personas afectadas para que pudieran recuperar la movilidad.
Durán reconoce que el sentimiento generalizado de que «el pueblo es el que ayuda al pueblo» les ha dado mucha fuerza a todo su equipo «para estar trabajando de lunes a domingo sin parar». No obstante, expresa que «está siendo muy duro» a nivel emocional: «La gente se derrumba, te abraza, te transmite miles de emociones y sentimientos que son difíciles de describir —y añade—. Esto te afecta y te vas a casa con una mochila potente». No obstante, el hecho de que su mujer y todo su entorno estén volcados en la causa le está ayudando a gestionar mejor la situación. «La recompensa emocional es muchísimo más grande de la que había experimentado con ninguna faceta profesional», asegura.
En materia empresarial, Durán creó BlueBull tras su regreso de Estados Unidos. Define la compañía como «una firma enfocada en la parte de la banca de inversión relacionada con la tecnología». Hace una década el ecosistema era muy pequeño, por lo que la empresa ha avanzado al tiempo que el sector experimentaba un crecimiento. En 2020, Arcano Partners tomó una participación de la compañía, creando así la joint venture Arcano BlueBull. No obstante, en 2021 decidieron comprar el 50% a Arcano, «pasando a ser independientes».
Asegura que «Arcano es una casa magnífica, con una calidad humana brutal, difícil de ver en el sector de la banca de inversión. Solo tengo buenas palabras para ellos. Las relaciones siguen siendo muy buenas». Tras todo este proceso, BlueBull abrió una oficina en Milán en 2022 y, actualmente, tiene un equipo que suma más de cuarenta personas. Una evolución que le lleva a asegurar que «para nosotros, 2024 está siendo un año magnífico, un año récord». En esta línea, pone de relieve la cantidad de operaciones que se han cerrado a nivel nacional e internacional.
Respecto a las previsiones para el futuro, Durán recuerda que la compañía está fichando a banqueros de inversión y a tecnólogos para «la nueva etapa que viene». Un periodo en el que será más importante «operar utilizando la inteligencia de mercado, hacer análisis masivos de mercados, de industrias, de compañías, y entender cuáles son las empresas más interesantes a nivel de inversión». En este sentido, asegura que «estamos haciendo un esfuerzo titánico en desarrollar tecnología y utilizarla». Por ello, «nuestra apuesta y nuestra ventaja competitiva tiene que ser el mindset digital, la capacidad de utilizar y procesar muchísima data para encontrar compañías de alto crecimiento. Entramos en una etapa muy bonita al aplicar esta tecnología».
Licenciatura: Ingeniería Industrial por la Universitat Politècnica de València.
Máster y cursos: MBA por la Anderson School of Management y Máster en Finanzas por la Universidad de Harvard.
Idiomas: Castellano, valenciano e inglés.
Hobbies: Pasar el tiempo con la familia, la automoción y el fútbol, especialmente el Valencia CF, equipo del que es socio.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 122 (diciembre 2024) de la revista Plaza