Beatriz Fernández Aucejo: “Para que la música clásica sobreviva debe funcionar junto a la sociedad”
Beatriz Fernández Aucejo: “Para que la música clásica sobreviva debe funcionar junto a la sociedad”
VALÈNCIA. La Universitat de València celebra hoy miércoles su tradicional concierto de apertura del curso académico en el Palau de la Música, un recital que contará con la Orquestra Filharmònica, bajo la dirección de Beatriz Fernández Aucejo y el joven pianista valenciano Jorge Tabarés (Sagunt, 1996). El joven interpretará con la Orquestra, en la segunda parte, el Concierto para piano y orquesta en la menor (1868) del compositor y pianista noruego Edvard Grieg (1843-1907), único concierto para piano y orquesta que terminó. El concierto se convierte en la puerta de largo –al menos, en casa- de una de las grandes promesas de la música ‘marca València’, cumpliendo su participación en el evento una de las finalidades propias de la Orquesta, la promoción de los artistas valencianos actuales. Premiado en numerosos concursos internacionales, como el Metropolitan International Piano Competition de Nueva York, Tabarés regresa de unos Estados Unidos donde continúa su formación para pisar las tablas del Palau de la Música.
“Es una suerte y un absoluto honor poder tocar en el Palau de la Música. Es uno de los mejores auditorios de nuestro país”, explica a Cultur Plaza el joven pianista. El valenciano se encuentra cursando actualmente un doble máster en piano y composición en Nueva York, con el compositor americano Loweel Lieberman y la pianista rusa Irina Morozova, habiendo sido galardonado con la beca de excelencia de la Fundación Rafael del Pino. Sin embargo, a pesar de formarse actualmente en Estados Unidos, y sobre el debate entre una escena y otra, defiende el valor de la escena local. “No soy uno de esos músicos que aseguran que la música de España es un desastre. Muy al contrario, poco tenemos que envidiarle a Estados Unidos. Cierto es que tiene un poderío económico fuerte que nos brinda muchas oportunidades así como grandísimas escuelas, pero nosotros tenemos una de las tradiciones musicales más extraordinarias de toda Europa, e incluso del mundo entero”, expresa.
El joven se muestra “optimista” por lo que respecta al presente de la escena musical valenciana, de la que destaca dos hitos recientes: la inauguración de la escuela del pianista Josu de Solaun, la Escuela Internacional de Música Alberto Jonás, y la presentación de La filosofía de la música del materialismo filosófico, por Vicente Chuliá. “Hay dos fenómenos un tanto insólitos que suceden en nuestro país a partir del siglo XX y XXI. El primero es lo mucho que se desconoce a los compositores españoles fuera de nuestro país, teniendo a algunos de los más grandes de los últimos tiempos. El segundo fenómeno es el hecho de que el academicismo de la vanguardia, que tanto ha calado en todo el mundo de la música a nivel global, no ha cuajado en España con la misma envergadura que en EE.UU. Nuestros compositores, en su día, no fueron fácilmente seducidos por el vanguardismo radical en pleno auge en aquella época. Un vanguardismo radical que a muchos otros cautivó y les llevó a producir una música muy pobre en mi opinión. Es un fenómeno realmente fascinante, y creo que se debe a la increíble tradición folklórica de nuestro país”, reflexiona Tabarés.
Compositor e intérprete, encuentra en esta dualidad más fortalezas que debilidades. “Especialmente en estos últimos años, me doy cuenta de que mi práctica como compositor nutre a mi parte como intérprete y viceversa. Personalmente no sintonizo bien con el progresivo divorcio entre compositor e intérprete que sucede durante el siglo XX”, expresa el valenciano. Entre sus proyectos presentes, Tabarés ha llevado a cabo la grabación de todo un programa de música española -con obras de Soler, Esplá, Mompou, y Alicia de Larrocha- para la emisora de radio Neoyorkina WQXR, un homenaje a Alicia de Larrocha, organizado por Robert Sherman y Alicia Torra de Larrocha que será retransmitido en mayo del 2019. De igual forma, el Instituto Cervantes de Nueva York le ha encargado la música inaugural para el New Literature from Europe Festival. Por lo pronto, hoy le espera el Palau de la Música.
Este concierto será la primera vez que la nueva directora de la Orquestra Filharmònica de la Universitat de València tome la batuta al frente de la Orquestra, siendo la primera mujer directora titular de una orquesta universitaria española. "Los estrenos son siempre momentos donde sale el nerviosismo, por tener la responsabilidad de ser la parte visible. Aunque este concierto nos dará mucha energía para seguir trabajando en los programas que tenemos, muy ambiciosos y completos. Nos hará superarnos como grupo, como formación y como identidad ", explica la directora. Beatriz Fernández Aucejo toma así el relevo de Hilari Garcia Gázquez, quien ha sido director de la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia los últimos ocho años. "Estoy muy ilusionada, porque el concierto da la anacrusa de la pieza sinfónica que será esta temporada".
Por su parte, el concierto lo abrirá Las Danzas eslavas. Compuestas en 1878 por el checo Antonín Dvořák (1841-1904), el autor quiso acercar al público las esencias de su tierra, la música austrohúngara (de Moravia, Polonia, Ucrania o Yugoslavia). Sus danzas son uno de los más claros ejemplos de la influencia del folklore checo en su repertorio y, además, le otorgaron prestigio internacional. Un total de 16 danzas, creadas por encargo de su editor a partir del primer encuentro de Dvořák con Brahms, con melodías basadas en bailes populares checos y eslavos, entre los que hay polcas y mazurcas con que aspiraría a vivir el éxito de las Danzas húngaras del alemán.
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