José Luis Miguel, condenado a un año y nueve meses de cárcel por delito societario

VALÈNCIA. El expresidente de la promotora Grupo Onofre Miguel y hasta el pasado mes de marzo presidente de la Asociación Provincial de Promotores Inmobiliarios y Agentes Urbanizadores de Valencia (APCV), José Luis Miguel Belenguer, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Valencia a un año y nueve meses de cárcel por delito societario.

José Luis Miguel había sido acusado por seis exsocios de la mercantil Parques Empresariales SLU -de la que todos eran accionistas y de la que él era administrador único- de urdir la venta de un inmueble situado en Paterna a mitad de precio -17 millones de euros (19,9 IVA incluido)- del valor que fijaba una tasación que había encargado el acusado sin comunicárselo a los socios. El precio teórico que marcaba la tasación era de 34,3 millones. La compradora del inmueble era una mercantil -Espacios para Vivir SLU- del que el propio José Luis Miguel era administrador único.

Gracias a esa tasación, Espacios para Vivir SL obtuvo un préstamo de 28 millones. Además, la sociedad vendedora, Parques Empresariales SL, que había realizado la operación para resolver sus problemas financieros, destinó parte del dinero recaudado -7,98 millones- a comprar a Grupo Onofre acciones de Espacios para Vivir SL, adquisición "que no había sido siquiera comunicada a los socios", lo que provocó "que dicho importe no generase caja a la mercantil", según la sentencia. El resto del dinero percibido por la venta del inmueble "fue destinado por el acusado a liquidar anticipadamente deudas con empresas del grupo, sin que se dotase de liquidez alguna a la mercantil Parques Empresariales, SLU".

El juez considera lícita la venta, porque la aprobó la junta general de accionistas de Parques Empresariales SLU con el 89% de votos a favor, pero cuestiona el resto de movimientos, que le llevan a concluir que "el beneficio para Parques [Empresariales] es escaso por no decir inexistente, ya que se vende un solar que era su mayor activo y por un precio próximo a la mitad de su valor de tasación, justificando el correlativo préstamo hipotecario por un importe superior al de la venta, cuyo destino fue más bien a beneficiar al acusado y a las empresas que administraba por sí o como apoderado".

Según la sentencia, a José Luis Miguel se le condena, por un delito societario del artículo 291 del Código Penal, a la pena de un año y nueve meses de prisión con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Este artículo castiga a quienes "prevaliéndose de su situación mayoritaria en la junta de accionistas o el órgano de administración de cualquier sociedad constituida o en formación, impusieren acuerdos abusivos, con ánimo de lucro propio o ajeno, en perjuicio de los demás socios, y sin que reporten beneficios a la misma".

El tribunal desestima la petición de indemnizaciones de los exsocios y condena en costas, excepto las de la acusación particular, al acusado.

El fin de una promotora histórica

La promotora Grupo Onofre Miguel fue extinguida el pasado mes de abril tras un proceso concursal iniciado cuatro años antes. La compañía entró en concurso de acreedores con una deuda de alrededor de 130 millones de euros que afectaba a un buen número de entidades bancarias. El juez puso fin a su periplo ante la "inexistencia de bienes", de modo que los acreedores no vieron saldadas las deudas contraídas por la promotora.

Fundado en los años 40, Onofre Miguel se especializó en la promoción inmobiliaria urbana y residencial y en la gestión de suelo y patrimonio. Fue uno de los grupos inmobiliarios que más creció durante el 'boom' inmobiliario, también en el mercado exterior. El grupo diversificó su actividad entre el asesoramiento inmobiliario y la promoción de parques industriales, con el parque Táctica de Paterna como proyecto más emblemático. 

José Luis Miguel, tras comprar a sus primos José Ramón y Regina el 50% de las acciones de la empresa, dejó de liderar la firma en 2013, periodo en el que su hermana Cristina se situó al frente. José Luis se centró entonces en la presidencia de la Asociación de Promotores de Valencia, cargo que no abandonó hasta el pasado 15 de marzo, 13 días después de que el juez dictara la extinción de su empresa.